Es un arte que se aprende el saber decir no a los hijos, o a los amigos. Saber decir “no” sin herir, sin lastimar y sin abdicar de las propias convicciones.
Saber decir no a los hijos, es querer de verdad. Y es la primera lección para que los hijos, a su vez y cuando lleguen a la adolescencia, puedan aprender a “decir no”.
Saber decir no a cada edad, requiere un nivel de educación, es decir, es un arte que se aprende y es posible adquirir ese nivel. Es, además, un arte que ejerciéndolo, se puede y se debe transmitir, porque también nuestros hijos tendrán que aprender a decir no…Y cuanto antes aprendan a decir NO mejor para ellos: fomentaras su personalidad y será una salvaguarda frente a los malos amigos, frente a las drogas…
Saber decir “no” es indispensable para relacionarse creativamente en familia y entre el círculo de amigos, sin hipotecarse a nada ni a nadie.
Decir “no” aclara posturas, convicciones y sentimientos. Por eso no es tarea fácil.
Saber decir no, logra que los demás no abusen de nosotros aprovechando nuestra falta de habilidad asertiva. Y consigue, sobre todo, no quedarse con ese sentimiento de debilidad íntima, desestabilizadora, frustrante, que procede de sentir quebrada nuestra voluntad, sentimiento que suele terminar en autoenfado y descontento.
Gracias a saber decir no: hacemos lo que queremos, y, más importante aún, no hacemos lo que no queremos hacer. Por eso es tan necesario aprender a decir no.
Recomendaciones para aprender a decir NO:
- Ordene mentalmente sus prioridades con respecto a sus hijos: (a) la salud de su hijo en cuerpo y espíritu, (b) la seguridad, (c) afectividad, (d) aprendizaje…y con respecto a sus amigos (a) la familia; (b) el trabajo ; (c) la salud propia…
- Ejercite el decir “no” sin levantar la voz: (para un niño de seis años) “no puedes asomarte por esa ventana…” ; (para un adolescente de dieciséis años) “no puedes entrenar esta noche”; para un amigo “ no puedo ir a tomar una copa ahora”.
- Piense velozmente una razón veraz, clara y de peso, antes de contestar (para un niño de seis años) “porque te puedes caer”. (Para un adolescente de dieciséis años) “porque mañana tienes un examen”. Para un amigo “porque tengo entradas para ir al cine”
- Tómese el tiempo necesario antes de contestar. No le asuste el silencio. Si le vuelven a preguntar conteste sin levantar la voz “estoy pensando”.
- Seleccione palabras neutras y procure compensar el NO con alguna caricia verbal (para un niño de seis años) “bien sabes lo alto que está el patio”…; (para un adolescente de dieciséis años) “como eres responsable ya conoces la respuesta”…
- Busque palabras claras que expresen rotundamente nuestra convicción y acompáñelas de una explicación razonada. (Para un adolescente de dieciséis años): “Ya siento decirte que NO, porque bien sabes que me encanta llevarte y verte jugar al baloncesto, eres buenísimo, pero mira, en primer lugar es el deber y tienes un examen mañana y en segundo lugar después llegan las vacaciones y vas a tener muchísimo tiempo para entrenar.” Otra adolescente “Me encantaría comprarte esa blusa, porque es preciosa y te sentaría muy bien, pero supera nuestro presupuesto semanal para ropa y…pensándolo bien tienes una bastante parecida ¿te acuerdas?” A un amigo: “Este viernes tampoco puede ser, le he prometido a mi hijo ir juntos al partido, si te parece quedamos para cenar al siguiente fin de semana”
- Tenga preparadas frases que siempre ayudan: “ya sabes que me es mas fácil decir que sí, si te digo que NO es porque tengo sobrados motivos”
¿Y tú que opinas?