Dos madres y un padre han coincidido, estos días de frío atroz, en comentarme su gran problema: su hijo/ hija adolescente no es que no quisiera llevar abrigo, es que ¡quería ir en manga corta a la escuela¡. Y no es problema menor el del vestir, así que allá vamos con la contestación, esperando que algún padre o madre más, intervenga en este asunto de la moda. Mejor dicho y para empezar: en esta tiranía de la moda.
Y por ahí empezaremos como padres responsables y tan pronto como el niño o la niña tengan cinco o seis años: para que en un futuro no muy lejano (diez años) puedan ser libres, independientes, autónomos, y ajenos a toda clase de tiranía es preciso hacerles ver su propia personalidad, valorar su individualidad única, su criterio (por escaso que sea) y poner de relieve muy elogiosamente su gusto en elegir –quien sabe elegir bien es elegante- ya sea un postre, una música, un pantalón, una revista, un espectáculo…
Como en todo tema de educación, en el tema de la elección de ropa es preciso asentar los cimientos en primer lugar y con hondura. Sí, con cinco o seis años la niña y el niño ya tienen gusto propio y pueden y deben elegir que ropa quieren ponerse para ir a la escuela, con la diferencia sobre lo que pasará diez años después, de que se dejan aconsejar, les gusta el aplauso de la madre en su elección “que bien combinas los colores” y de que cabe preguntar ¿no crees que estos zapatos es mejor dejarlos para un día de fiesta y hoy ponerte unas deportivas?.
Esto último, preguntar, es una de las acciones mas efectivas que podemos hacer los padres en todas las edades y sobre todo durante la adolescencia. ¿Cómo te encuentras? ¿Qué te gustaría te regalase de ropa? ¿Crees que me sienta bien este color?
Y esta última pregunta es muy interesante porque estamos interesados en conocer su criterio sobre un tema nuestro. Hasta aquí principios generales.
Ciñéndonos al tema de hoy, ir en manga corta en invierno para un adolescente es una machada, un desafío y ciertamente una estupidez. La machada es siempre para el “que dirán”. Si a ese adolescente en su salida en manga corta, nadie le viese, con seguridad se arroparía bien (ahí están las mantas de nuestros pastores serranos). El desafío es “para la norma de los mayores”, para que vean profesores y padres que yo hago mi voluntad (nada que objetar salvo que acepte las previsibles consecuencias de su acto “amplia libertad amplia responsabilidad”). Y la estupidez, es bien sabido, es propia de cada persona y cada persona tiene su ración y la muestra de forma diferente, así que es preciso reconocer la propia antes que criticar la de nuestros hijos.
Sería un error castigarle o prohibirle salir en manga corta. Porque no es un tema grave.
Sería un error discutir agriamente con el hijo adolescente por este tema, no tiene alcance.
Sólo cabe preguntar de paso y ya cuando está para salir: ¿Por qué no te gusta ponerte la cazadora con lo bien que te queda?
¿Y tú que opinas?
1 Comentario
Hola esto es justo lo que buscaba muchas gracias por lo que ha compartido en su blog.