Una madre que se define muy católica y escribe desde Iberoamérica, nos comenta que su hijo de 15 años se ha escapado de casa por amor.
No siento ninguna distancia (pese a la geografía) en su carta, sino cercanía de madre y dolor compartido, estamos para ayudarla y desde ya, sabe donde cuenta con una amiga más que reza por Ustedes como familia y en particular, como madre afligida. Sin duda es un dolor la marcha de su hijo intermedio, pero no se culpe, seguramente no ha hecho nada mal, cada chico tiene en la adolecencia dificultades en adaptarde a la vida adulta, pero no sufra por el pasado, mire el futuro y trabaje en el presente. La marcha de su hijo seguramente tendrá remedio y ya que son católicos le recuerdo la parábola del hijo pródigo. Algún día volverá, tenga fe, esperanza y perseverancia en la oración. Mientras tanto cuide bien de sus otros hijos, que no sufran por el mal ejemplo del hermano, que piensen en esta parábola. En el hermano que se va de casa y dilapida la fortuna del padre… y vuelve al cabo del tiempo y el padre le hace una gran fiesta de recibimiento…oiga los comentarios de sus hijos, pregúnteles que habrian hecho ellos en el lugar del padre y después traiga la parábola a su situación actual y pregúnteles, ¿qué os parece el comportamiento de vuestro hermano? ¿estamos equivocados nosotros o él? ¿qué deberíamos hacer?. Es importante mantener abierta la comunicación familiar en tiempos de crisis.
¿Y tú que opinas?