La experiencia puede resultar tan importante como la genética en la determinación de la capacidad intelectual.
Hay tres formas fundamentales de plasticidad cerebral:
El aprendizaje, cuando el cerebro está ocupado en un nuevo aprendizaje o en una nueva experiencia, establece una serie de conexiones neuronales, que repetidas agilizan la adquisiciòn no solamente de velocidad, sino de nuevos aprendizajes.
La neurogénesis, las neuronas madre se siguien reproduciendo toda la vida, hasta hace muy poco se pensaba que al nacer el niño tenía ya todas las neuronas y que iban muriendo conforme cumplía años.
La compensatoria, en la vejez si el aprendizaje continúa las neuronas se siguen reproduciendo en la zonas habituales y también en zonas nuevas que conquistan para compensar los defectos de la edad.
Para saber más consulte la página Plasticidad en el Cerebro de nuestra web.
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