Una madre nos pide recursos para su hija de 9 años recientemente operada de un cancer en la retina, a la que han puesto una prótesis.
Para cualquier madre los ojos de su niña son sus propios ojos. Perder uno por un cancer, es de entrada, una tragedia. Pero la vida es más fuerte, tiene más sabor, es más aventura, después de una tragedia a la que se sobrevive. Madre e hija vivireís momentos maravillosos en el futuro. Volvereís a reír. Gozareís de la vida, aunque ahora os parezca imposible.
Hace poco conocí a María Villota cuando le daban un premio -bien merecido- en la Comunidad de Madrid. Me acerqué a saludarla y darle las gracias en nombre de tantas niñas que pierden un ojo por un cancer, o por un accidente, como fué su caso, pero NO pierden la sonrisa, ni las ganas de vivir.
María era piloto de coches de carrera y sufrió un gravísimo accidente. Perdió un ojo y perdió su carrera de piloto, pero ha comenzado una nueva vida con una sonrisa resplandeciente bajo su parche ocular rojo. No quiso ponerse una prótesis, quiso ser una nueva princesa de Eboli. Y lo es por espírtu. Le dije entonces: «no sabes que alegría es poderte poner de ejemplo. Ahora si que te siguen. Ahora si que tienes fans en todo el mundo. Ahora si que eres piloto y lider, en otra carrera mucho más importante: la carrera de la superación personal».
Me contestó con sencillez: se puede vivir con un sólo ojo, muy bien. Pero hace falta tener fortaleza, y mucha autoconfianza. Me han ayudado mucho a superarlo la familia, los amigos…
Ya sabes la mejor receta maternal: amor y fortaleza. Ejemplo y exigencia. Y unos enlaces para seguir el tema:
https://fundacionbelen.org/base-datos/autoconfianza/ y en http://kidshealth.org/parent/en_espanol/padres/confidence_esp.html
¿Y tú que opinas?
1 Comentario
Muy buen ejemplo para recordar que pase lo que pase, lo importante no es tanto lo que le ocurre a las personas sino la forma como reaccionan a eso.