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Agresividad de adolescente

Una hermana preocupada nos pregunta qué se puede hacer por mejorar el comportamiento agresivo de su hermano adolescente

Enhorabuena por estar comprometida con el bienestar familiar.

Durante la adolescencia se busca ser más independiente. Es ley de vida. Su  hermano adolescente debe dejar de lado la relación de dependencia que tuvo  en la niñez antes de que pueda desarrollar una relación adulta con sus  padres, pero no siempre este paso se da con facilidad. Con frecuencia el  adolescente siente en su interior rebeldía, desafío, insatisfacción,
inquietud ante el cambio. Son normales a esa edad. Las emociones  generalmente están exaltadas. Las fluctuaciones del estado de ánimo son  habituales. Esta rebeldía suele durar alrededor de 2 años, pero puede  persistir algún año más.

¿Qué se puede hacer cuando un adolescente se rebela?

Las siguientes pautas, pueden ayudarle a usted y a su madre a superar este  momento difícil. Imprima esta página.

Trate al adolescente como a un amigo adulto. Cuando tenga más o menos 12  años de edad, comience a establecer la clase de relación que usted querría  tener cuando sea adulto. Trate a su hermano en la forma en que le gustaría  que él la tratara a usted cuando sea adulto. El objetivo que debe fijarse es  el mutuo respeto y apoyo, y la capacidad de divertirse juntos.

Procure tener conversaciones relajadas, informales, mientras andan juntos en  bicicleta, caminan, van de compras, juegan a la pelota, pasean en automóvil,  cocinan, comen, trabajan, y en cualquier otra actividad que compartan. Utilice el afecto, el elogio y la confianza en su juicio y actitud para  ayudarle a adquirir una imagen positiva de sí mismo.

Reconozca sus sentimientos de su hermano escuchándolo y haciendo comentarios  sin criticar.

Recuerde que escuchar no quiere decir que usted tenga que resolver sus  problemas o tenga que estar siempre de acuerdo con él.

Evite la crítica de situaciones ya pasadas, procure que él saque las  consecuencias y aprenda la lección.

Casi todas las relaciones negativas entre padres y adolescentes se inician porque los padres critican demasiado a los hermanos. El hecho de vestirse,  hablar y actuar en forma diferente a la de los adultos ayuda a que su  adolescente se sienta independiente de usted. Su adolescente probablemente  querrá hacer lo mismo que hacen sus amigos. Éste es un paso importante en su  desarrollo.

Trate de evitar críticas a su manera de vestir, peinar, maquillar, gustos  musicales, tipos de baile, amistades, intereses recreativos, la decoración  de su cuarto, o el uso de su tiempo libre, el uso del dinero, el  lenguaje…Esto son modas y el adolescente necesita adaptarse a ellas.

Centre su atención en lo importante: lo que hace su hermano adolescente y lo  que no hace pero debería hacer. Solamente intervenga y trate de efectuar un  cambio si el comportamiento de su hermano adolescente es perjudicial, ilícito o  viola las normas de la casa. Establezca con claridad las normas y límites  de la casa y las consecuencias por no respetarlas. Usted tiene todo el  derecho y la responsabilidad de establecer reglas con respecto a su casa y  otras posesiones. Las elecciones y los gustos de un adolescente pueden ser  toleradas dentro de su propio cuarto, pero no deben ser impuestas al resto  de la casa. Usted puede prohibir la música estridente que interfiere con las  actividades de otras personas, o las llamadas telefónicas de sus amigos  después de una hora determinada. Aunque debe hacer que las amistades de su  hermano adolescente se sientan bienvenidas en su casa, aclare las reglas  básicas acerca de las fiestas o de los lugares donde pueden comer
bocadillos. Puede darle a su hermano la responsabilidad de limpiar su cuarto,  lavar su ropa y plancharla. Usted puede insistir en el uso adecuado de ropa  limpia y duchas para evitar o eliminar el mal olor. Al padre o la madre toca  decidir si quiere prestarle al hermano o a la hija el automóvil, la bicicleta,  la cámara, el radio, ropa.

Las consecuencias razonables por no respetar las reglas de la casa incluyen  la pérdida de ciertos privilegios, como por ejemplo: el teléfono, tele,  música. Si su hermano adolescente crea desorden o ensucia algo,  deberá ordenar las cosas o limpiar lo que ensucie. Si su hermano adolescente no  va bien en la escuela, puede restringirle el tiempo que puede dedicar a ver  televisión. También puede limitarle el privilegio de uso del teléfono móvil,  y las salidas de noche durante la semana.

Si su hermano adolescente está fuera de casa hasta muy tarde o no le llama por  teléfono cuando se demora, puede prohibirle salir durante un día o un fin de  semana. En general, la prohibición de salir durante más de unos cuantos días  es considerada injusta y resulta difícil de cumplir.

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