Un padre nos pregunta qué tiene que hacer con su hijo extremadamente violento y rebelde de 15 años
Nuestra fundación tiene su sede en Madrid, pero estamos a su servicio con nuestra información y formación. Es lógica su preocupación por su hijo si ha cambiado su actitud y está mas rebelde. Pero la adolescencia es edad de cambio y la rebeldía puede ser una forma equivocada de decir «ayúdame». Su hijo debe entender que la vida no es un regalo, es un trabajo porque la vida nos viene dada, pero hay que hacérsela. Cada cual la suya. No es un jardín de rosas. No es jauja. La vida es esfuerzo y realización, entrega y esperanza. Es sembrar y después recolectar. Su hijo tiene que despertar a esa vida que tiene que hacerse él, pero no sólo sino que con vuestra ayuda.
Tenéis -como núcleo familiar- que esforzaros y que uniros en un plan “salvador”.
Dos acciones al tiempo: cambiar la comunicación familiar por otra mas gestual y afectiva y cortar los suministros económicos.
Como primer paso y por tres meses, desde la Fundación Belén proponemos otra forma de comunicación afectiva, más gestual.
Cuando no se lo espera, por la espalda, darle un abrazo a tu hijo y decirle de paso «cuanto te quiero». Rápido. Sorpresivo. Y al día siguiente repetir el abrazo. Así toda la semana. A la siguiente semana el abrazo debe ser de los dos padre y madre. Siempre sorpresivo, rápido.
A la tercera semana decirle una frase elogiosa al tiempo del abrazo: «cuanto me alegro de verte»; «que bien que llegaste a tiempo»; «cómo me gusta tu camiseta»…Y preguntarle por sus gustos: ¿qué te apetecería para cenar mañana? ¿Qué película quieres que veamos?
Aunque no se lo merezca, el amor le es necesario. Necesita sentirse querido y comprendido y admirado por sus padres. Y con paciencia y perseverancia se lo podéis hacer sentir. Decía un filósofo griego «Quiéreme cuando no me lo merezca, porque es cuando más lo necesito». La moderna psicología repite este misma sentencia: el amor es medicina.
Y al tiempo debe cortarle los suministros económicos. Todos. Adiós a pagar el móvil. Y el ordenador. Se acabó el dinero para salir. No hay nada donde nada se ingresa. Probar tres meses, con paciencia y perseverancia esta terapia gestual afectiva adobada de austeridad . Escríbenos por favor con los resultados.
¿Y tú que opinas?