Una madre nos describe la falte de entendimiento que sufre con su hija adolescente
Gracias por escribir a la Fundación Belén y contarnos los problemas de entendimiento con tu hija adolescente. No digas nada que pueda herir a tu hija, las palabras pueden hacer una brecha muy difícil de reparar en las relaciones madre/hija. Lo único que une es el amor y la sinceridad al decir «lo siento, estaba enojada, disculpa mis palabras sin sentido». No temas disculparte ante tu hija, es una muy buena manera de darle ejemplo.
Y dices en tu carta «ambas estamos mal». Esto es lo que es preciso reparar, porque lo que no se tiene no se puede dar. Si tu no tienes paz interior, alegría y energía, tú no puedes darle a tu hija estos tres ingredientes fundamentales de la buena convivencia.
Si nos escribes la ciudad donde vivís, te podemos ayudar a encontrar sitios donde acudir a recibir ayuda. Mientras tanto desde la Fundación Belén te proponemos una nueva forma de comunicación gestual afectiva que produce resultados muy positivos en la relación mutua incrementando la comprensión, la comunicación y el amor.
Empezar la primera semana dándole a tu hija, antes de decirle por enojada «haz el favor de dejar el celular y ponte a estudiar», un gran abrazo sorpresivo por la espalda, cuando no se lo espera, rápido e intenso.
La segunda semana debeís darle dos abrazos, mañana y tarde: sin venir a cuento, porque sí. Padre y madre en distinto momento: antes de ir a la escuela, o antes de cenar o antes de acostarse…
La tercera semana puedes decirle al tiempo que le das el abrazo una frase cariñosa: «cuanto te quiero¡», «que bien te sienta esta camiseta», «que alegría verte¡¡¡»… Que cada día tu hija perciba, con toda la intensidad que necesita, tu cariño, su dieta amorosa.
La cuarta semana al tiempo de los diarios abrazos pedirle su parecer : ¿qué te apetecería cenar hoy? ¿quieres que veamos juntos el partido o la película, o la serie de TV el sábado?…
Decían los clásicos griegos: «quiéreme cuando menos lo merezco, porque es cuando más lo necesito» y la moderna psicología abunda en esta idea: el amor todo lo cura, el amor es la mejor medicina familiar.
Además de esta nueva comunicación gestual afectiva, y al mismo tiempo, invéntate un cuadro de «buen comportamiento» para colgar en la nevera con imanes: con la colaboración de tu hija llega a un acuerdo sobre lo que cada día tiene que hacer. Que lo hace bien: una marca en rosa; que lo hace mal: una marca en negro. Y cuando tu hija tenga diez «rosas» bien premio, y cuando tengas diez «negras» mal, castigo.
¿Qué tipo de premios?, pues ir contigo al cine , o de compras, o de excursión…¿Qué tipo de castigos? Sin celular ni computadora una tarde, sin celular ni computadora dos dias…
Prueba tres meses y escríbenos por favor con el resultado.
¿Y tú que opinas?