Una madre nos pregunta ¿cómo conseguir que mi hija se vaya a la cama?
La primera infancia es una etapa difícil en el tema de la obediencia y de fijar la atención, es difícil para los hijos y para los padres. En muchos casos su falta de atención ante una orden: por ejemplo irse a la cama, o hacer los deberes es una muy mala forma de solicitar atención: ¡ayúdame quiero estar contigo ¡ Pero somos los padres, las madres muy en particular, quienes tenemos que comprender a la niña, su especial psicología infantil y al mismo tiempo hacernos respetar y sobre todo enseñar a ser autosuficiente, a cumplir normas y horarios, a ser responsable, a fijar la atención. Y sí se puede.
La atención es un recurso fundamental de la inteligencia, te recomendamos que hagas el TEST de la atención con tu hija, porque es muy ilustrativo:
www.youtube.com/watch?v=PbVYH8FCLvo
Después de hacerlo tú, hazlo con ella y comentar juntas el trasfondo: si no ponemos atención se nos puede colar cualquiera.
Desde la Fundación Belén te proponemos, además, una nueva forma de comunicación gestual afectiva que produce resultados muy positivos en la relación mutua incrementando la comprensión, la comunicación y el amor. Empezar la primera semana dándole a tu hija, antes de decirle «ya es hora de hacer los deberes», un gran abrazo sorpresivo por la espalda, cuando no se lo espera, rápido e intenso.
La segunda semana debes darle dos abrazos, mañana y tarde (padre y madre a distinta hora): sin venir a cuento, porque sí. Puede ser antes de ir a la escuela, o antes de cenar o antes de acostarse…
La tercera semana puedes decirle al tiempo que le das el abrazo una frase cariñosa: «cuanto te quiero¡», «que bien te sienta esta camiseta», «que alegría verte¡¡¡»… Que cada día tu hija perciba con toda la intensidad que necesita tu cariño, su «ración personal de atención», su dieta amorosa.
La cuarta semana al tiempo de los diarios abrazos pedirle su parecer : ¿qué te apetecería cenar hoy? ¿quieres que veamos juntas el partido o la película, o la serie de TV el sábado?…
Decían los clásicos griegos: «quiéreme cuando menos lo merezco, porque es cuando más lo necesito» y la moderna psicología abunda en esta idea: el amor todo lo cura, el amor es la mejor medicina familiar.
Además de esta nueva comunicación gestual afectiva invéntate un cuadro de «buen comportamiento» para colgar en la nevera con imanes: cada día hay que hacer esto, que lo haces bien: rosa; que lo haces mal: negro. Y cuando tengas diez «rosas» bien premio, y cuando tengas diez «negras» mal, castigo.
¿Qué tipo de premios? ATENCIÖN EXCLUSIVA POR TU PARTE, salir contigo al cine , o ir de compras, o ir de excursión…
¿Qué tipo de castigos? Sin tele una tarde, sin tele dos tardes…Por supuesto sin móvil y sin internet.
Prueba tres meses y escríbenos por favor con el resultado.
¿Y tú que opinas?