Nos pregunta un padre qué puede hacer con su hijo de 7 años que sufre ataques de agresividad
Los cambios de comportamiento no son nunca repentinos, ni tampoco los cambios de salud. La educación de un hijo es cuestión de perseverancia en la aplicación de medidas.
Con su hijo tiene que llegar a un acuerdo sobre los límites de su comportamiento en casa y en el colegio.
Los padres y maestros debemos establecer las normas y los límites sobre lo que es de obligado cumplimiento para el niño: su salud, su educación y la convivencia conforman el primer escalón.
- La salud comprende: normas de seguridad (no cruzar la calle solo, no asomarse a la ventana…), normas de alimentación (se come lo que hay en el plato masticando bien…) y normas de conducta (horas de sueño, horas de juego..)
- La educación comprende: normas de obediencia en cumplimiento de horarios, en ayuda en el hogar (recoger juguetes, ordenar ropa…) en visionado de Televisión (siempre por debajo de UNA hora diaria…), en asistencia y puntualidad al centro escolar.
- La convivencia comprende: normas de afecto entre los miembros de la familia (darse un beso y un abrazo al levantarse y acostarse, irse y volver a la escuela…los abrazos y besos son su mejor medicina familiar), normas de tratamiento entre los miembros de la familia y en la escuela con los profesores.
- Que el niño se porta bien y cumple las normas, premio. ¿Qué premio? La «atención» y un abrazo instantáneo, sobre la marcha, justo después de haber obedecido o ayudado en casa. Un abrazo es el mejor premio y al tiempo le dices una frase alentadora tipo: «lo has hecho muy bien»; «cuanto me alegro por tu buen comportamiento»; «Eres genial¡, que bien te portas…»
- Que el niño se porta mal: castigo. ¿Qué tipo de castigo? «la desatención» : no hacerle caso en cinco o diez minutos. O sin televisión una tarde. O sin teléfono o sin Tablet, o sin videojuego un día. O sin salir de casa dos días… Usted No le habla, no le mira, no le escucha en un rato largo… Y después le reprende suavemente y con argumentos tipo: » que pena que te portes tan mal, con lo bien que tu sabes hacerlo…»; «me gustaría tanto que la próxima vez obedezcas y cumplas bien, como tú sabes…»; «hacer las cosas bien es la forma de agradar en la vida a los demás, y tu sabes cómo conseguirlo»…
Apliquése ahora que aún está a tiempo, su niño acaba de empezar a razonar: es el mejor momento para establecer con claridad las NORMAS de obligado cumplimiento, piense en cuando su niño tenga 15 años.
No deje pasar un solo acto positivo sin premio, sin abrazo sin una frase cariñosa i No deje pasar una sola falta, una sola muestra de violencia sin castigo.
Si su hijo sigue con violencia no deje de ir al médico.
¿Y tú que opinas?