Una madre nos escribe preocupada porque su hijo de 3 años es un tirano
Los tres años es una edad conflictiva porque a esta edad están los niños en plena etapa del desarrollo del ego y del negativismo. Como los niños no adquieren plenamente el lenguaje hasta los 3 años, se considera que por debajo de esa edad, es normal que el niño pueda expresar el desagrado gritando, llorando o pataleando. A partir de los 3 años el niño busca sus propios límites frente a toda autoridad (padres y maestros), quiere saber «hasta donde puede llegar». Y es el primer momento crucial en la crianza.
Los padres y maestros deben establecer las normas y los límites sobre lo que es de obligado cumplimiento para con el niño: su salud, su educación y la convivencia conforman el primer escalón.
La salud comprende: normas de seguridad (no cruzar la calle solo, no asomarse a la ventana…), normas de alimentación (se come lo que hay en el plato masticando bien…) y normas de conducta (horas de sueño, horas de juego..) La educación comprende: normas de obediencia en cumplimiento de horarios, en ayuda en el hogar (recoger juguetes, ordenar ropa…) en visionado de Televisión (siempre por debajo de UNA hora diaria…), en asistencia y puntualidad al centro escolar.
La convivencia comprende: normas de afecto entre los miembros de la familia (darse un beso y un abrazo al levantarse y acostarse, irse y volver a la escuela…), normas de tratamiento entre los miembros de la familia y en la escuela con los profesores.
Como madre ocupada en la buena crianza de sus hijos le recomendamos que aproveche bien esta edad: piense en cuando tenga 15 años, y siente las bases de una buena educación, es el momento de empezar a hablar de «portarse bien». Y es el momento de establecer premios y castigos.
Que el niño se porta bien, premio. Que premio? La «atención» y un beso o un abrazo instantáneo, sobre la marcha justo después de haber obedecido y ayudado es el mejor premio con una frase alentadora tipo: «lo has hecho muy bien»; «cuanto me alegro por tu buen comportamiento»; «Eres genial¡, que bien te portas…»
Que el niño se porta mal: castigo. Qué tipo de castigo? «la desatención» : no hacerle caso en cinco o diez minutos. Se vuelve de espaldas y sigue haciendo usted sus tareas. No le habla, no le mira, no le escucha… en cinco o diez minutos. Y después le reprende suavemente y con argumentos tipo » que pena que te portes tan mal, con lo bien que tu sabes hacerlo…»; «me gustaría mucho que la próxima vez obedezcas y cumplas bien, como tú sabes…»; «hacer las cosas bien es la forma de agradar en la vida a los demás, y tu sabes cómo conseguirlo»…
Para un niño de 3 años la atención de sus padres es lo MAS importante de su mundo infantil. Aproveche esta situación para sentar las bases de su comportamiento en la vida.
Su niño tiene que aprender dos cosas muy importantes en la vida: a saber esperar y a saber buscar alternativas. A menudo el berrinche, la pataleta, responde a la fatiga, la enfermedad, la sobre estimulación u otras tensiones. Pero si a su niño le consiente los berrinches, puede tener más posibilidades de padecer problemas emocionales de adulto y puede convertirse en una persona egoísta y narcisista. Los padres quienes ante la rabieta ceden y luego responden con sentimientos de culpa, charlas o bromas no solucionan el problema sino que contribuyen a formar adultos ‘enfadícas,’
Los padres deben enseñar límites a los niños, sin violencia ni rigidez, pero sí con firmeza y coherencia.
¿Y tú que opinas?