Un padre nos escribe preocupado porque a su hijo de 11 años le han diagnosticado inteligencia límite
En primer lugar quisiera comentarle que según los últimos descubrimientos en neurología la inteligencia es plástica, quiere decir que no tenemos el mismo coeficiente durante toda la vida: depende de lo que hacemos. HACER es el verbo del aprendizaje, puedes leer más sobre este tema en la web de la Fundación Belén https://fundacionbelen.org/base-datos/plasticidad-cerebro/
En segundo lugar: los hijos crecen conforme las expectativas de padres, tíos y maestros es el efecto Pigmalión muy interesante y esclarecedor: https://fundacionbelen.org/base-datos/efecto-pigmalion/
Su hijo de 11 años puede y debe seguir formándose para conseguir un trabajo en la vida que le permita independizarse el dia de mañana y gozar de una vida plena. Te recomendamos mucha paciencia, tanta como esperanza, porque se consiguen maravillas. Lee al respecto: https://fundacionbelen.org/formacion/asertividad/
Y por supuesto mucha perseverancia: no te puedes cansar nunca, nunca de darle abrazos y palabras de aliento a diario. Es tan preciso el amor como el comer, a diario, y si puede ser tres veces al día, mejor que dos.
El cerebro de tu niño está un total desarrollo, se «hace» cerebro moviendo las manos y los pies, bailando, cocinando, pintando; viendo cosas: libros, museos, calles, gente, cuentos, una pintura, una flor… siempre contigo y de la mano. Se» hace» cerebro escuchando: tu voz hablar, cantando juntos, escuchando juntos música…
Estimado amigo tienes por delante una tarea apasionante: sacar adelante a tu niño, hacer de él un hombre feliz y capaz de hacer felices a los demás, empezando por ti, su padre.
Lo conseguirás, ten fe y manos a la obra.
¿Y tú que opinas?