Una madre nos pregunta en qué le podemos ayudar a su hijo que tiene retraso del lenguaje con 4 años
Te podemos ayudar con esta información: El retraso del lenguaje es el más frecuente de los problemas del desarrollo neurológico infantil. Aproximadamente 1 de cada 7 niños hablará más tarde que los otros de su edad.
Toda dificultad en comunicación produce frustración. Más entre madre e hijo.
Cuando intentamos decir algo y no conseguimos expresarnos o los demás parecen no entendernos nos sentimos decepcionados e incluso enfadados, cuanto más importante sea el mensaje, mayor nuestro enfado. Cuando un niño no consigue hacerse entender también se enfada.Por eso es frecuente que el retraso del lenguaje produzca problemas de conducta.
Si no entendemos lo que el niño quiere, no es raro que el niño muerda o pegue porque no sabe controlar su frustración.
Los niños aprenden mucho antes a comprender el lenguaje que a expresarse.
El adulto también asigna al niño un papel activo en la «conversación» incluso antes de que el niño pueda hablar. Interpreta sus gestos y acciones y dice en voz alta lo que cree que el niño está pensando. Los niños responden con gestos o sonidos a los que los adultos atribuyen el significado.Después de oír hablar durante meses a su madre y a las personas cercanas aparecerán en el niño sonidos, balbuceos, comenzarán los rudimentos de palabras, que sólo entenderán los padres. En esta conversación «privada» los padres entienden enseguida a sus hijos, pero no entienden lo mismo otros adultos, ni los maestros de la primera escuela.
Como en cualquier otra actividad, la práctica del lenguaje es lo que facilitará su aprendizaje. Aunque los padres entiendan lo que quiere expresar su hijo señalando con el dedo, deben ayudarle a que se esfuerce a identificarlo con palabras para que los demás también le entiendan. Conviene pasar tiempo hablando a los niños.
Este ejercicio de hablar al niño, tú lo puedes hacer con tu hijo en casa, en la calle, en las tiendas…A todas horas.
Disfruta del juego de hablar con tu hijo, explícale historias sobre el mundo que le rodea: tu casa, tu calle, tu ciudad, el parque… Háblale continuamente, aunque sepas que no siempre atiende, pero si tú no le hablas ¿cómo va a aprender si no?Cuando tu hijo use gestos, sonidos y palabras para expresarse, no le ignores, contéstale. Siempre contéstale con palabras y con un abrazo y díle al tiempo frases como: «que bien te expresas»; «que gusto entenderte»; «que alegría me da el entendernos tan bien»…. esto le animará a tu hijo a expresarse y aumentará su auto estima.
Si tu hijo es tan ágil y hábil con las manos como cualquier niño de su edad, pero sus primeras palabras aparecen tarde o le cuesta mucho ir aprendiendo palabras nuevas.
Si tu hijo no tiene problemas para comprender, pero no puede expresarse hablando. Si puede emitir sonidos o grupos de sonidos, pero no sabe ordenarlos ni diferenciarlos dentro de una palabra.
Si tu hijo tiene intención de comunicarse, aunque a veces puede sentirse inhibido si el contexto familiar, escolar o social no le acompaña. Por ejemplo cuando los demás no son comprensivos con sus dificultades porque hay burla, no toleran otras formas de comunicación no hablada, o se fatiga porque no le entienden y entonces deja de intentarlo….Entonces tu hijo tiene un retraso en el lenguaje, por que se produce más tarde, pero acabará hablando entre los 4 y los 5 años de edad. Este es un problema transitorio, que en la mayoría de casos se resuelve por sí solo y no tiene repercusiones en el desarrollo posterior.Pero si tu instinto de madre te dice que vuelvas al médico, no lo retrases y vuelve cuantas veces sean precisas hasta conseguir que te atiendan. Esta espera médica no debe ser con los brazos cruzados y la boca cerrada, todo lo contrario. Practica con tu hijo juegos que necesiten explicarse, ya sea el escondite, ya sea con los naipes, con las construcciones, con lápiz y papel dibujando. Siempre tú hablándole, «mira tu ahora te escondes donde yo no te vea y voy a buscarte después de contar hasta diez»; «ahora vamos a bailar un poquito, tu debes mirarme y copiar mis movimientos»…; «ahora vamos a jugar a descubrir este naipe y ver que figura sale, si tu aciertas el naipe es para ti…»; «voy a pintar una casa, tu dime quien vive en esta casita…»
Ya sabes: la repetición es buena fórmula de aprendizaje.
¿Y tú que opinas?