Una amiga nos escribe preocupada por los problemas mentales de un joven compañero de estudios
Por delante nuestros mejores consejos para tu compañero que tiene problemas mentales, advirtiéndote que debería ser tratado primero por un psiquiatra para que pudiera medir el alcance de sus problemas mentales y proponerle un tratamiento.
¿En qué le puedes ayudar? Tu le puedes ayudar a encontrarse más sereno, más acompañado, mejor escuchado, puedes aumentar su autoestima y fomentar su trabajo.
Aquí encontrará unos consejos fáciles para ayudar a tu compañero a incrementar su autoestima.
Se generoso con los halagos: No les decimos a nuestros amigos con frecuencia lo que hicieron bien, y es importante decirlo.
Elogia a tu compañero, no solo por los logros, sino también por los esfuerzos; incluyendo las ocasiones en las que no obtiene los resultados que el chico deseaba (por ejemplo en un partido).
Criticale cuando sea necesario, pero de forma constructiva y nunca de manera hiriente u ofensiva. En lugar de decir:“¿Cómo pudiste responder mal a esa pregunta en tu examen de Química?” dígale :“Casi tenías la respuesta. Con un poco más de estudio, estoy seguro que la próxima vez te irá mejor”.
Pide la opinión de tu compañero adolescente. Inclúyelo en tus decisiones diarias y procura realizar algunas de sus sugerencias.
No hay nada que más les guste a los adolescentes que ser tratados como adultos y normalmente, se sienten halagados cada vez que los invita a participar en el mundo de los adultos.
Estimula a tu compañero a que cultive sus talentos e intereses. Seguro que sobresale en algo. Todos necesitamos sobresalir en algo. Permite que tu compañero persiga su deporte favorito, cualquiera que este sea. Hasta los intereses que pueda considerar frívolos, pueden proporcionar oportunidades para tener éxito y una excusa segura para la aceptación de los compañeros.
Algunos adolescentes se sienten muy satisfechos al canalizar su idealismo en un trabajo como voluntario, puede ser a través de su parroquia o de su centro escolar. Los jóvenes desean sentirse valorados no solo por sus familias, sino también por la comunidad en general. Una de las formas en las que se sienten valorados es al realizar trabajos sociales que sean importantes y útiles para la comunidad, como el dar comidas en un comedor para menesterosos.
Cuando los adolescentes realizan servicios comunitarios, reciben comentarios positivos que los hace sentirse bien consigo mismos.
Muchos adolescentes con baja autoestima consideran que es difícil salir y conseguir empleo, pero si los llevas a un puesto como voluntarios, en donde las expectativas pueden ser menos demandantes y la gratitud se expresa más abiertamente, ellos florecen.
Para un adulto, el idealismo ilusorio de los adolescentes puede parecer ridículamente ingenuo, como “¡pretender que no exista el hambre!” Pero ¿no es alentador ver que un adolescente esté decidido a cambiar el mundo? Ayuda a tu compañero a encontrar su verdadero camino
¿Y tú que opinas?