Una madre nos escribe preocupada por que su hijo de año y medio tiene la cabeza deformada.
Si el médico le ha asegurado que su niño está bien, esto es una gran tranquilidad para Usted.
El cráneo de los bebés es muy maleable, por lo que una presión constante, como la que genera pasar mucho tiempo en la misma posición, por ejemplo dormido, puede producir aplanamientos simétricos o asimétricos en la cabeza. Para corregir este problema, los especialistas recomiendan medidas posturales -como cambiar la posición lateral de la cabeza mientras el niño duerme-, y en los casos en los que esto no funciona se valora la posibilidad de realizar un tratamiento con ortesis craneal, lo que se conoce como casco corrector.
Es posible que su hijito con el tiempo su cabecita recupere la forma, aún está a tiempo para implantarle un casco corrector al niño que le ayude a recuperar con más facilidad su buena formación.
Usted se preguntará ¿es realmente recomendable el uso del casco corrector en los casos de niños con plagiocefalia leve o moderada?
Hay alguna literatura científica al respecto, y diversos artículos recomendaban a los pediatras, en líneas generales, prudencia y hacer hincapié en la fisioterapia, las maniobras de rehabilitación y el consejo a los padres antes de recomendar el casco. En dos grupos de un total de 84 lactantes de cinco y seis meses con moderada deformidad craneal (plagiocefalia), en uno se utilizó el casco y en otro no. El número de niños con recuperación completa fue similar en ambos grupos, por lo que se concluye que, dada la eficacia similar de ambos tratamientos, y los altos costes y efectos adversos derivados del casco, no se aconseja el uso del mismo en lactantes sanos con deformidades moderadas.
Esto es así porque en la mayoría de los casos el pronóstico es favorable con medidas conservadoras (fisioterapia y cambios posturales). Entre los efectos adversos del uso del casco ortopédico (que aparecen en el 100% de los niños con casco) son casi todos debidos al disconfort y las erosiones cutáneas.
«Nuestro estudio indica que la terapia con casco no aporta ningún valor adicional en el tratamiento de las deformidades craneales de moderadas a severas de niños sanos», señalan los investigadores, liderados por Renske M. van Wijk, de la Universidad de Twente (Holanda).
Así pues, si su niño está sano y contento, abrácelo mucho, a diario. Dele muchos besos en su cabecita y como le asegura el doctor confíe en que con el tiempo mejorará.
¿Y tú que opinas?