Una madre nos escribe muy disgustada porque a su hija adolescente le han ofrecido un diagnóstico de «limítrofe».
Si su hija adolescente ha sido diagnosticada como limítrofe estando a solas con quien le ha realizado el test, puede sufrir una pérdida de autoestima. Pero ningún test es un diagnóstico permanente, porque según los últimos descubrimientos en neurología, la inteligencia es plástica, quiere decir que no tenemos el mismo coeficiente durante toda la vida: depende de lo que hacemos. HACER es el verbo del aprendizaje, puedes leer más sobre este tema en la web de la Fundación Belén https://fundacionbelen.org/base-datos/plasticidad-cerebro/
Nuestra recomendación es que procures que tu hija adolescente «no pare de hacer cosas». Que al salir del colegio la apuntes a inglés, música, teatro, artes marciales, fotografía, pintura…Lo que le guste. Pero que esté en acción permanente y no tirada en el sofá viendo la televisión. Verás como mejora su estado de ánimo con tantas actividades.
Desde la Fundación Belén proponemos a las madres, además, como un nuevo recurso para mejorar el entendimiento madre/hija, iniciar una nueva fórmula de comunicación gestual afectiva.
Empezar la primera semana dándole diariamente un abrazo sorpresivo por la espalda en silencio, cuando no se lo espere, rápido e intenso. Madre y padre en distinto momento.
La segunda semana dos abrazos, mañana y tarde.
La tercera semana decirle al tiempo una frase cariñosa: «cuanto te quiero¡», «que bien te sienta esta camiseta», «que alegría verte¡¡¡»…
La cuarta semana pedirle además su parecer al tiempo del abrazo: ¿qué te apetece cenar hoy? ¿quieres que veamos juntas el partido?
Es muy importante que tu hija perciba todo lo mucho que la quieres y lo mucho que te importan sus acciones, ideas y opiniones. Tu hija necesita tu admiración para crecer en su autoestima. Y necesita pasarlo bien en familia: hacer excursiones juntas, cenar a diario juntas en familia con la televisión apagada, si puede ser habiendo cocinado juntas los alimentos, mejor. Este es un momento ideal para hablar y escuchar lo problemas de cada día.
Decían los clásicos griegos: «quiéreme cuando menos lo merezco, porque es cuando más lo necesito» y la moderna psicología abunda en esta idea: el amor todo lo cura, el amor es la mejor medicina familiar.
¿Y tú que opinas?