Nos escribe una madre desde Perú preocupada por la situación de su hijo adolescente al que han diagnosticado como de «inteligencia limítrofe»
En primer lugar quisiera comentarle que según los últimos descubrimientos en neurología la inteligencia es plástica, quiere decir que no tenemos el mismo coeficiente durante toda la vida: depende de lo que hacemos. HACER es el verbo del aprendizaje, puedes leer más sobre este tema en la web de la Fundación Belén https://fundacionbelen.org/base-datos/plasticidad-cerebro/
Es muy posible que su hijo no quiera estudiar por haber sufrido bulling y por sentirse rechazado, pero esto no indica que su hijo no deba seguir formándose para conseguir un trabajo en la vida que le permita independizarse el dia de mañana y gozar de una vida plena.
Desde la Fundación Belén proponemos a los adolescentes con este tipo de personalidad comenzar una formación profesional, eso que los anglosajones llaman «formación vocacional», que es un término más preciso. Su hijo debe formárse en aquello que más le guste hacer:
jardinería, fotografía, música, gimnasia, informática, pintura…Lo que sea
Aquello que le llame la atención más, aquello que le guste HACER a todas horas, esa es su «vocación». Y su futuro. Y lo que deberá seguir formando y mejorando. Su hijo deberá aprender HACIENDO, no estudiando. Y con compañeros que les guste hacer lo mismo tendrá afinidad y compañerismo. Y se sentirá a gusto. Le adjunto varios enlaces sobre formación profesional en Peru.
https://perufotodocumental.com/
www.serpar.gob.pe/escuela-de-jardineros/
http://www.sencico.gob.pe/formacion/
http://peru.ahk.de/es/german-excellence-center/formacion-dual/
http://serespecialenelperu.blogspot.com.es/
https://pe.jooble.org/trabajo-persona-inteligencia-limite/Lima
Y para mejorar su autoestima desde la Fundación Belén proponemos a los padres como primer recurso iniciar una nueva fórmula de comunicación gestual afectiva.
Empezar la primera semana dándole diariamente un abrazo sorpresivo por la espalda en silencio, cuando no se lo espere, rápido e intenso. Madre y padre en distinto momento.
La segunda semana dos abrazos, mañana y tarde.
La tercera semana decirle al tiempo una frase cariñosa: «cuanto te quiero¡», «que bien te sienta esta camiseta», «que alegría verte¡¡¡»…
La cuarta semana pedirle además su parecer al tiempo del abrazo: ¿qué te apetece cenar hoy? ¿quieres que veamos juntos el partido?
Es muy importante que su hijo perciba todo lo mucho que le queréis y lo mucho que os importan sus acciones, ideas y opiniones. Su hijo necesita toda vuestra admiración para crecer en su autoestima. Y necesita pasarlo bien en familia, jugar, hacer excursiones juntos, cenar a diario en familia con la televisión apagada, para salir del aislamiento artificial en que se ha envuelto.
¿Y tú que opinas?