Un padre nos escribe solicitando consejos para educar mejor a su hijo de 7 años que acaba de ser evaluado como superdotado en su escuela.
Antes de nada enhorabuena por ser un padre comprometido con la educación, con la cercanía y acompañamiento de su hijo.
Es la mejor fórmula de crianza: el amor y la cercanía.
Hasta los 7/8 años todas las pruebas (test) de inteligencia no son fiables con rotundidad. Ahora sí ya sabe que su hijo es superdotado.
Pero los padres sabemos cuándo un hijo es superdotado o tiene altas capacidades y podemos hacer mucho por estimularle y ofrecerle autoconfianza. La auto confianza es muy importante, porque todos los niños crecen conforme a las expectativas de los padres: se ven en nuestros ojos. Puedes leer sobre este tema, el llamado «Efecto Pigmalión», en nuestra web: https://fundacionbelen.org/base-datos/efecto-pigmalion/
Los niños superdotados saben leer y escribir desde muy pequeños. Parecen ventajas, pero los niños «especiales, los muy listos» sufren en clase por partida doble: incomprensión y bullying. Para prevenir este posible sufrimiento procura comunicarte a diario con tu hijo a la vuelta de la escuela. Sácale temas escolares, sobre las materias que han tratado y si ha participado en clase…Abre tu corazón también ante él recordando tu etapa escolar y las cosas que te molestaron…Que tu hijo se sienta admirado, comprendido y amado por sus padres es la mejor base educativa posible.
Ofrézcale libros de ciencias, geografía y cultura universal para ver y leer juntos. Invítele muchas tardes a bailar al son de la música…porque es muy importante que también os divirtáis juntos, que al volver del colegio practiquéis aficiones: futbol, teatro, música… Hacer es el verbo de todo aprendizaje.
Y confíe en sus capacidades acompañándole siempre su caminar.
¿Y tú que opinas?