Una madre nos pregunta si existen recetas para curar a un niño muy rebelde con 10 años
La pre adolescencia es un periodo comprometido y difícil en la vida de los chicos y de la familia. Su mal comportamiento, su rebeldía o su apatía en el estudio es, muchas veces, una muy mala forma de decir: socorro, ayúdame¡
Desde la Fundación Belén proponemos a las madres como primer recurso iniciar una nueva fórmula de comunicación gestual afectiva.
Empezar la primera semana dándole diariamente un abrazo sorpresivo por la espalda en silencio, cuando no se lo espere, rápido e intenso.
La segunda semana dos abrazos, mañana y tarde.
La tercera semana decirle al tiempo una frase cariñosa: «cuanto te quiero¡», «que bien te sienta esta camiseta», «que alegría verte¡¡¡»…
La cuarta semana pedirle además su parecer al tiempo del abrazo: ¿qué te apetece cenar hoy? ¿quieres que veamos juntos el partido?
Es muy importante que tu hijo perciba todo lo mucho que le quieres y lo mucho que te importan sus acciones, ideas y opiniones. Tu hijo necesita tu admiración para crecer en su autoestima. Y necesita también pasarlo bien y jugar juntos, hacer excursiones juntos, cenar a diario juntos con la televisión apagada, para poder salir del aislamiento artificial y de la rebeldía en que se ha envuelto. Decían los clásicos griegos: «quiéreme cuando menos lo merezco, porque es cuando más lo necesito» y la moderna psicología abunda en esta idea: el amor todo lo cura, el amor es la mejor medicina familiar.
¿Y tú que opinas?