Nos escribe un padre preocupado por el diagnóstico que acaban de hacer a su hija de 15 años.
Te adjuntamos varios enlaces interesantes y dos temas para leer en nuestra web. Hay grupos de personas con inteligencia límite que hacen varias actividades de ocio los fines de semana. Pero en el tema de inteligencia límite hay tanto por entender y discutir y repensar…
¿Quién marca los límites? Si el cerebro es plástico, si podemos madurar y mejorar intelectualmente hasta la vejez, si el CI es válido tan sólo en ese instante, porque si se repitiera dos meses después, el coeficiente sería distinto…Si las inteligencias son 7 y sólo se miden dos…Si basta escuchar una música de Mozart para que ese coeficiente cambie: https://fundacionbelen.org/problemas/musicoterapia/#mozart
Si lo que opinen de ti, el llamado “efecto Pigmalión”, es válido hasta en niveles universitario: : https://fundacionbelen.org/base-datos/efecto-pigmalion/
Pensamos que con 15 años no se debería etiquetar a una adolescente para toda la vida.
Te cuento, por poner un ejemplo vivido en nuestra fundación, de una chica de 20 años diagnosticada con inteligencia límite que estaba triste y nos escribió sobre sus problemas vitales. No se atrevía a hacer lo que más le gustaba.
-¿Y que te gusta? Le preguntamos.
-Los coches, la mecánica, conducir.
Le aconsejamos tomar clases e intentar sacarse el carnet de conducir.
– ¿Pero cómo?, si soy límite…
– ¿Y qué? Le contestamos, ¿a cuantos conductores conoces que tengan un certificado de inteligencia normal colgado del parabrisas? A ninguno. Ningún conductor conoce su propio nivel de inteligencia, y menos aún sus límites. No te pongas tú a ti misma límites.
Nos hizo caso y se sacó el carnet a la segunda.
Se matriculó en FP mecánica, y está trabajando muy feliz en un taller de coches. Se ha comprado un coche y como nos escribe muy contenta: “en tres años no le he hecho ni una rozadura”.
¿Y tú que opinas?