Un adolescente nos escribe que está contento con su aprendizaje y estudios, pero que se siente muy desesperanzado y aburrido en clase.
Además de un buen nivel de inteligencia todos tenemos que tener un equilibrio emocional grande para poder manejar bien los sucesos de nuestra vida diaria: desde el conductor que se desespera porque hay un atasco de tráfico hasta el estudiante que se aburre en clase.
Tú tienes buen nivel de inteligencia, ¿qué tal andas de equilibrio emocional?
Como en el caso de la inteligencia (si no se trabaja se atrofia) se puede trabajar para mejorar el nivel de equilibrio emocional. Cada cual tiene que poner de su parte esfuerzo y ganas para mejorar como persona. Todo crecimiento interior supone un esfuerzo, en muchos casos un sacrificio, porque nada, NADA, de lo verdaderamente interesante en la vida es fácil.
Tienes que hacer un esfuerzo en comprender a los demás: profesores, compañeros y psicólogo del centro, no solo esperar que los demás te comprendan a ti.
Las personas que están excesivamente pendientes de sí mismas tienen más dificultades para pensar en los demás y ponerse en su lugar. Por lo tanto, para el desarrollo de nuestra propia empatía, tendríamos que ser capaces de salir de nosotros mismos e intentar entrar en el mundo del otro.
Haz la prueba¡ Como un reto proponte durante una semana no pensar en ti; pensar o mejor imaginar como se sienten los demás, empezando por tus padres, tus hermanos, tus compañeros…Utiliza tu propia inteligencia para analizar¡ Verás que mundo nuevo descubres.
¿Y tú que opinas?