Una madre nos escribe que a su hijo de 8 años le han diagnosticado en el colegio «déficit de atención», y está muy preocupada, nos solicita consejos.
Enhorabuena por ser una madre responsable con la educación de tu hijo, esa es la mejor educación el amor y la cercanía.
Es una buena práctica de prudencia maternal probar algún método que pueda aliviar el trastorno de hiperactividad en niños de corta edad.
Desde 1996 la Fundación Belén ofrece información y formación gratuitas a familias con hijos con problemas.
Tenemos tan solo información y formación por eso le podemos informar sobre TDAH en nuestra pa´gina web
El trastorno TDAH tiene típicamente tres características: inatención, impulsividad, e hiperactividad. Las mismas se dan en una proporción mayor a la esperable por la edad de su niño.
Al ser un “trastorno” quiere decir que no es una enfermedad, que es transitorio y que suele desaparecer en edades más adultas.
Le aconsejo visionar en este enlace un misterio sobre la historia del inventor Thomas Edison.
Las madres sabemos cuándo un hijo necesita que le prestemos ayuda y podemos hacer mucho por estimular y ofrecer autoconfianza a nuestros hijos, porque todos los niños crecen conforme a las expectativas de sus padres: se ven en nuestros ojos. Puede leer sobre este tema, el llamado «Efecto Pigmalión», en nuestra web: https://fundacionbelen.org/base-datos/efecto-pigmalion/
Además según los últimos descubrimientos en neurología la inteligencia es plástica, quiere decir que no tenemos el mismo coeficiente intelectual durante toda la vida: depende de lo que hacemos. HACER es el verbo del aprendizaje, puedes leer más sobre este tema en la web de la Fundación Belén https://fundacionbelen.org/base-datos/plasticidad-cerebro/
Procura que Alessandro esté haciendo actividades al volver del colegio: gimnasia, música, pídele que dibuje, que haga de profesor o de cantante o de policía como si fuera un teatro tu casa… Tu hijo necesita sentirse querido y escuchado por ti.
Para que tu hijo perciba bien tu cariño recomendamos una terapia de abrazos sorpresivos, por la espalda en silencio, cuando no se lo espere, rápido e intenso.
A la siguiente semana dos abrazos, mañana y tarde.
A la tercera semana decirle al tiempo una frase cariñosa: «cuanto te quiero ¡», «que bien te sienta esta camiseta», «que alegría verte¡¡¡»…
En la cuarta semana pedirle además su parecer al tiempo del abrazo: ¿qué te apetece cenar hoy? ¿ quieres que veamos juntos el partido o la peli?
Es muy importante que tu hijo perciba todo lo mucho que le queréis y lo mucho que os importan sus acciones, ideas y opiniones. Tu hijo necesita toda vuestra admiración para crecer en su autoestima. Y necesita también pasarlo bien en familia: hacer excursiones juntos, salir de compras juntos (le preguntas con frecuencia «¿te gusta?…¿te sentaría bien?…) y también es importante cenar a diario juntos en familia con la televisión apagada. Si puede ser habiendo cocinado juntos los alimentos, mejor.
Este es un momento ideal para hablar y escuchar los mutuos problemas de cada día. Porque tu hija necesita además divertirse contigo y en familia para poder salir de la falta de atención en que se ha envuelto. A estar atenta, a prestar atención también se puede aprender en casa con pequeños ejercicios: poner la mesa, preparar picoteo, hacer recetas fáciles de cocina…
Decían los clásicos griegos: «quiéreme cuando menos lo merezco, porque es cuando más lo necesito» y la moderna psicología abunda en esta idea: el amor todo lo cura, el amor es la mejor medicina familiar.
¿Y tú que opinas?