Menú Desde 1996 información y formación gratuitas para familias con hijos con problemas

Comunicación efectiva y afectiva entre padres y hijos

Para saber más

Definición

La comunicación es el intercambio de información entre dos o más personas. Esta puede ser verbal, por ejemplo cuando dos personas conversan, o puede ser no-verbal, como la información que percibimos a través de la expresión en la cara de una persona que gestualmente le hará saber si está enojada o alegre; dentro de la comunicación no verbal la comunicación física tiene gran importancia: un beso, un apretón de manos, o un abrazo transfieren cantidad de información. La comunicación puede ser positiva, negativa, efectiva o inefectiva.

La comunicación en la familia tiene una función mas importante que la pura información; es un puente de doble vía que conecta los sentimientos entre padres e hijos. La comunicación familiar es básica para ayudar a los niños a desarrollar una autoestima fuerte, una personalidad saludable y unas buenas relaciones sociales.

Beneficios

Es importante que los padres se puedan comunicar abierta y efectivamente con sus hijos por varios motivos:

La comunicación efectiva y afectiva beneficia de por vida a los niños y a cada miembro de la familia.

Un buen ejemplo:

Las relaciones entre padres e hijos mejoran mucho cuando existe una comunicación efectiva.

Si la comunicación entre padres e hijos es buena, sus relaciones serán buenas también. . Los niños empiezan a conformar sus ideas y opiniones sobre si mismos en base a la comunicación que reciben de los padres.

Cuando los padres se comunican efectivamente con sus hijos, les demuestran respeto. Los niños empiezan a sentir que sus padres los escuchan y los comprenden, lo cual les aumenta su amor propio.

Si los padres se comunican bien con sus hijos, es más probable que sus niños estén mas dispuestos a hacer lo que se les pide, porque estos niños saben lo que sus padres esperan de ellos, y es más probable que lo puedan cumplir. Además estos niños son mas aptos a sentirse seguros de su posición en la familia, y es posible que sean mas cooperativos.

Si, por el contrario, la comunicación entre padres e hijos es inefectiva o negativa, puede hacer que sus hijos piensen que, en primer lugar, ellos no son importantes, que nadie los escucha y nadie los comprende; y, en segundo lugar también pensar que sus padres no son de gran ayuda y no generan confianza.

Un mal ejemplo:

Importancia de la comunicación para su hijo

  • Sentirse cuidado y amado.
  • Sentir que él es importante para usted.
  • Sentirse seguro y no aislado en sus problemas.
  • Aprender a decirle a usted lo que siente y necesita directamente en palabras.
  • Aprender a manejar sus sentimientos con cuidado para no actuar sin meditar o sobreactuar.
  • Hablarle abiertamente a usted en el futuro.

Importancia de la comunicación para los padres

  • Sentirse cerca de su hijo.
  • Conocer sus necesidades.
  • Saber que usted cuenta con herramientas para ayudar a su hijo a crecer.
  • Manejar su propia frustración y estrés.

Forjando la Buena Comunicación

Algunos ejemplos de frases que los padres pueden decirle a sus hijos para ayudar a abrir las líneas de comunicación.

  • «Me gustaría saber mas del asunto.»
  • «Dime más acerca de tu amigo.»
  • «Habla. Yo te escucho.»
  • «Yo entiendo.»
  • «Qué piensas tú de….»
  • «¿De qué te gustaría hablar?»
  • ¿Hay algo más de lo que quieres hablar?
  • «Eso suena interesante.»
  • «Me interesa.»
  • «Explícamelo por favor.»

La comunicación sincera, positiva y efectiva tiene mucho de práctica. Los padres deben recordar que no son perfectos. Que cometen errores. Y que pueden mejorar también como padres Lo importante es que los padres se esfuercen en comunicarse efectivamente con sus hijos, desde que estos son pequeños. El resultado será una relación familiar mas cercana y positiva.

Como aprender

Los niños aprenden a comunicarse observando a los padres.

El mimetismo es la primera fórmula de aprendizaje infantil.

Si los padres se comunican abierta y efectivamente, es posible que sus hijos lo hagan también.

Empiece con la comunicación afectiva cuando los niños son muy pequeños (1-3 meses) y mezcle también la comunicación afectiva y verbal, aunque no le pueda entender aún.

Hable a su bebé cuando lo tenga en brazos. Dígale sus gustos y preocupaciones diarios mientras le da el biberón, le acuna, abraza o besa. Su bebé está aprendiendo con gozo los primeros pasos de la comunicación. Muy en breve (a partir del segundo mes de vida) intentará contestarle, participando en la comunicación: le sonreirá al verle acercarse a su cuna. Mostrará su alegría al tomarle en brazos. Comenzará a emitir sonidos alegres al ver el biberón.

Cuando los niños comienzan a andar y sobre todo a hablar, los padres deben empezar a cimentar una comunicación más abierta y efectiva. Esto puede lograrse si los padres están disponibles, cercanos y contentos de contestar cuantas preguntas les requiera el niño.

Los padres que proveen a sus hijos con plenitud de amor, tiempo, entendimiento y aceptación, ayudan a crear un buen ambiente para la comunicación. Los niños que se sienten amados y aceptados por sus padres son mas capaces de compartir sus sentimientos, pensamientos y preocupaciones con ellos.

A veces es más fácil para los padres sentir la aceptación por parte de sus hijos que demostrarla. Pero ellos deben hacer saber a sus hijos que los aman y aceptan desde pequeñitos. Esto se puede lograr de manera verbal y no verbal.

Comunicación afectiva durante la adolescencia

Desde la Fundación Belén proponemos como primer remedio ante la incomunicación durante la adolescencia, un cambio en la comunicación padres/hijos. Es otra forma de comunicación, una comunicación gestual y sobre todo afectiva.

Sorprenderle hoy al adolescente rebelde, con un abrazo cariñoso, furtivo, rápido, por la espalda, cuando no se lo espera y decirle al tiempo: ¡cuánto te quiero!. Y te vas.

Y mañana otro abrazo por la espalda. Todo muy rápido y muy sentido, aunque no se lo merezca, es medicina el amor. Pero el amor es necesario expresarlo, y hacerlo entender, y demostrarlo. Aunque hoy no se lo merezca. Porque aunque no lo parezca cada adolescente lo que más necesita son las pruebas de afecto y aprobación por parte de los padres. Al mismo tiempo que le dais un abrazo, pasado mañana dile alguna frase positiva «que guapo estás», «que bien te siente ese color», «qué buen criterio tienes»…

Y pasado multiplicáis el abrazo por dos. Mañana y tarde. Y las frases cada vez mas positivas «cuanto me alegra que hayas llegado a tiempo», «cada día confío mas en ti»… Procurar almorzar o cenar toda la familia reunida y durante la comida preguntar por sus gustos y opiniones: en noticias de televisión, o sobre un partido, o sobre una película «¿te ha gustado?» , ¿qué te parece el director o el entrenador?…

La familia se hace diariamente entorno a una mesa. Procurar sentaros con vuestros hijos a desayunar, comer o cenar. Procurar estar un rato con ellos mientras estudian o trabajan, simplemente que sientan vuestra cercanía.

Los hijos necesitan vuestro afecto y admiración sentirlos, entenderlos, necesitan aumentar su seguridad y su autoestima. Darles ejemplo de amor gestual, comprenderán que bien sienta, y poco a poco devolverán abrazos y se abrirá el canal de comunicación afectiva. El más importante en la vida familiar. Vuestros hijos tienen que comprender la riqueza de la vida familiar, y crecer sentimentalmente hasta hacerse grandes hombres de provecho.

Lo que de verdad necesitan vuestros hijos, en este momento de la adolescencia, es afianzar su personalidad gracias a vuestro amor, respeto y admiración.

Recordar que los padres tiene un papel importante, fundamental, en esta tarea de la creación de la autoestima por parte del adolescente. Probar esta terapia de comunicación gestual. Día a día, con perseverancia. El amor hace milagros. Probar durante tres meses, os aseguro que os sorprenderá los cambios de actitud.

Quiero comunicarme con mi bebé

La evidencia es sobrecogedora: la comunicación temprana juega un papel crucial en el futuro éxito académico y en un desarrollo sano y equilibrado socio-emocional.

– Dr. Jill Stamm (best-seller)

¿Sabes que tu bebé puede comunicarse mediante gestos desde los 6 meses? Aprende la comunicación gestual para bebés oyentes. Sabrás en cada momento qué le pasa a tu bebé, qué quiere comer o incluso qué le llama la atención.

¿Sabías que puedes interpretar el llanto de tu bebé? Ahora puedes saber si tu bebé está llorando porque tiene hambre, sueño, está incómodo o porque tiene gases. Aprende su idioma.

Las etapas de comunicación

El desarrollo del lenguaje del bebé empieza en el útero.

Incluso desde el vientre materno los bebés tratan de comunicarse. Una patadita en respuesta a un masaje de la barriga o una sacudida en respuesta a música fuerte son las formas más tempranas de comunicación.

Es en el vientre materno donde se empieza a desarrollar el reconocimiento del lenguaje oral. Los investigadores han podido determinar esto monitorizando el ritmo cardíaco del feto en relación a sonidos externos. Se ha descubierto que el corazón baja su ritmo cuando el feto escucha la voz de su madre (Fitzpatrick 2002). Una importante estrategia para estimular de forma temprana el lenguaje oral es introducir al feto distintas voces. Comunicación constante es muy importante. Al leer cuentos, cantar y hablar al bebé, los padres pueden fomentar las capacidades orales de su bebé.

Es en este momento que también se empieza a desarrollar el reconocimiento del lenguaje oral. Los investigadores han podido determinar esto monitorizando el ritmo cardíaco del feto en relación a sonidos externos. Se ha descubierto que el corazón baja su ritmo cuando el feto escucha la voz de su madre (Fitzpatrick 2002).

Una importante estrategia para estimular de forma temprana el lenguaje oral es introducir al feto distintas voces. Comunicación constante es muy importante. Al leer cuentos, cantar y hablar al bebé, los padres pueden fomentar las capacidades orales de su bebé.

0-4 meses

Después del nacimiento, al dejar el medio acuático del útero, un bebé empezará a vocalizar. Desde el nacimiento y hasta los 4 meses de edad, la comunicación consiste básicamente en llantos que expresan sus sentimientos (Fitzpatrick, 2002) En este momento es imperativo hablar constantemente con el bebé. Podemos imitar sus sonidos, responder a sus intentos de comunicación y sobre todo, contestar cada uno de sus peticiones de ser atendido. Estudios demuestran que los intercambios entre los bebés y sus cuidadores contribuyen a construir su futura identidad (King y Park, 2003).

Reaccionar ante el llanto es extremadamente importante. La mejor estrategia es comprender y responder a los llantos de tu bebé ofreciendo la respuesta deseada. Es decir, coger al bebé por ejemplo. Mostrar interés y atender las necesidades del bebé demuestra que la comunicación funciona y ayuda a construir el vínculo y la confianza entre el bebé y su cuidador.

4-14 meses

La siguiente fase de comunicación es la que se conoce como la del “balbuceo”. Alrededor de los 4-6 meses los bebés empiezan a vocalizar nuevos sonidos. Antes de pronunciar palabras, los bebés practican sonidos, entonación y ritmos del lenguaje (Fitzpatrick, 2002). A través de la interactuación con los cuidadores y otros miembros de la comunidad y del entorno, los bebés aprenden las habilidades del lenguaje oral. Se convierten así en miembros culturalmente y lingüísticamente competentes de su comunidad (King y Park, 2003).

Mucho de esto tiene que ver con la forma en que reaccionan los cuidadores a los intentos de comunicación del bebé. En un contexto “centrado en el bebé”, los cuidadores entablan rutinas de conversación como saludos y pregunta-respuesta desde el nacimiento; hablando directamente al bebé para que pueda comprender. Estos cuidadores a menudo suelen ajustar su habla al nivel del bebé y tratan de comprender las respuestas ininteligibles del bebé. Esto ayuda a los niños a socializar con un lenguaje simplificado que les introducirá de manera gradual al lenguaje adulto (King y Park, 2003).

Otro tipo de situación es la que se denomina “centrado en la situación” donde los cuidadores no imitan a los bebés en sus sonidos y balbuceos. Aquí los cuidadores esperan que los bebés aprendan y comprendan el lenguaje adulto. Aunque esto puede ser muy frustrante, lo cierto es que los bebés adquieren habilidades de interpretación esenciales para un uso competente del lenguaje más adelante (King y Park, 2003). Una estrategia importante para fomentar el lenguaje en esta edad es repetir las palabras que el bebé trata de pronunciar y dar atención a aquello que quiere comunicar.

14-20 meses

Entre los 14 y los 20 meses de edad, un bebé empezará a pronunciar sus primeras palabras. Empiezan con palabras sencillas que han escuchado a menudo, como mamá o papá. Más adelante, estas palabras se unirán para formar frases de dos palabras. Las frases de dos palabras empiezan alrededor de los 2 años y son del tipo: “ven bebé” o “papá adios”. A esta edad un bebé debería tener unas 50 palabras en su vocabulario. Cuando un niño puede unir dos palabras quiere decir que entiende ambas palabras y su contenido. Palabras de objetos y de acciones son comprendidas y expresadas.

De hecho, tal y como saben los padres y los profesionales que trabajan con niños con necesidades especiales, la frustración que a menudo sienten los niños se debe a la dificultad añadida para hacerse entender. Los Signos son una fantástica forma de construir un vocabulario funcional que ayude en la comunicación y reduzca la frustración.

Niños con cualquier tipo de discapacidad pueden derivar grandes ventajas al usar los Signos; autismo, síndrome de down, apraxia, dificultades del habla, parálisis cerebral y muchas otras discapacidades se ven favorecidas por el uso de los Signos ya que ofrecen una herramienta para comunicarse con sus padres y cuidadores.

Algunas de las ventajas son:

  • Mayor capacidad comunicativa
  • Mejora el habla y el desarrollo del lenguaje
  • Aumenta la autoestima y la confianza en uno mismo
  • Facilita la socialización
  • Reduce los comportamientos negativos
  • Crea un entorno de aprendizaje más tranquilo

Los Signos pueden utilizarse en cualquier sitio y a cualquier hora, no necesitas nada más que tus manos y ¡ganas!. A continuación se detallan algunas de las situaciones en las que los Signos pueden ayudar:

En casa:

  • Para comunicar deseos: comer, beber, más, jugar, música, terminado, dormir.
  • Para explicarle al niño lo que va a suceder a continuación y así evitar momentos complicados. Por ejemplo, ir al baño.
  • Durante las rutinas diarias: vestirse, ir a la cama.
  • Para indicar enfermedad o dolor.
  • Para comunicarse con el resto de miembros de la familia y mejorar las relaciones.

En el colegio:

  • Para comunicarse con el profesor.
  • Para expresar conceptos aprendidos como los colores, las formas o los números.
  • Para expresar deseos por ejemplo, en la comida, un libro, un descanso.
  • Para mejorar las relaciones con otros alumnos.
  • Para reducir la frustración.

En sociedad:

  • Para desarrollar relaciones con otros niños.
  • Para pedir las cosas.
  • Para mejorar la socialización y el comportamiento.
  • Para proporcionar una herramienta de comunicación.

Comunicación aumentativa

¿Porqué usar los signos si mi hijo no es sordo?

Cualquier niño que está aprendiendo a hablar puede beneficiarse de los signos, pero en el caso de niños con necesidades especiales es aún más evidente cómo los Signos pueden mejorar su capacidad lingüística. Los Signos se están utilizando cada vez más fuera de la comunidad sorda con niños con o sin necesidades especiales para comunicarse mejor.

De hecho, el uso de Signos con niños especiales está recomendado por varios motivos (Sundberg y Partington, 1998):

  • Signar es fácil, no requiere herramientas adicionales y no necesitas tener ningún requisito previo.
  • Se puede signar a una velocidad similar a la de hablar.
  • Signar requiere de movimientos que pueden incitar al habla.
  • Signar puede reducir los comportamientos inapropiados ya que la respuesta signada es más contundente que usar fotos u otras formas de expresión.
  • Se aprende más rápidamente a signar que a seleccionar fotos.
  • Los signos pueden mejorar el lenguaje receptivo.

¿Qué sucede si mi hijo ya utiliza fotos o imágenes para comunicarse?

¡Genial! Si has encontrado una forma de comunicarte con tu hijo es recomendable seguir así, ya que puede ser muy difícil encontrar una herramienta de comunicación eficaz. Muchos niños con deficiencias del habla utilizan una combinación de métodos. Cada niño aprende a su manera y no podemos pensar que existe un sólo modo de comunicarse con los niños.

Pero siempre podemos añadir los signos a los sistemas que estemos utilizando actualmente como algo complementario o de manera independiente. Así el niño tendrá varios métodos para expresarse y si no le funciona uno podrá utilizar el otro. Por ejemplo, si no tiene las fotos a mano puede utilizar los signos.

Mi hijo ya asiste a clases con un terapeuta o logopeda, ¿pueden los signos interferir con esto?

Muchos padres temen que al introducir los Signos u otra forma de comunicación los niños no quieran hablar. Sin embargo, los estudios demuestran que los niños que aprenden signos suelen estar más motivados a la hora de probar nuevas palabras. Al emparejar las palabras con los signos un niño está más expuesto al lenguaje tanto oral como visual. De hecho, es habitual que una vez que el niño aprende a decir la palabra deje de signarla.

Mi hijo tiene muchas rabietas, ¿pueden ayudar los signos?

Gran parte de los niños con problemas para el habla pueden sufrir mucha frustración cuando no logran hacerse entender. Esta frustración puede convertirse muy rápidamente en una pataleta, lloros inconsolables o daños auto-inflingidos. Al proporcionar a los niños una forma sencilla de comunicar sus necesidades o deseos su tendencia a las rabietas se verá reducida.

Mi hijo tiene movilidad reducida, ¿aún se recomienda el uso de Signos?

Los niños con discapacidades que afectan a su movilidad motora fina, como niños con parálisis cerebral, aún pueden beneficiarse del uso de Signos. Estos niños aunque no pueden reproducir el signo con exactitud pueden comunicarse y es cuestión de que el cuidador sepa identificar las aproximaciones que hace el niño al signo original.

Quién puede usar los Signos

Todos los niños así como los niños con necesidades especiales pueden beneficiarse con los Signos, incluyendo niños:

  • Autistas
  • Con síndrome de Down
  • Con apraxia
  • Con dificultades en el habla
  • Hospitalizados
  • Que aprenden un segundo idioma

Signos para niños con Apraxia

Algunos niños con apraxia pueden sentirse tan desalentados por sus dificultades para hablar que pueden decidir dejar de hablar totalmente. Estudios sugieren que los Signos pueden usarse como un puente entre el aprendizaje y el uso de la lengua hablada y no como un sustituto.

  • Los signos permiten una nueva forma de comunicarse de manera eficaz aún cuando estén aprendiendo a mejorar los sonidos orales.
  • Los signos pueden aclarar el significado de palabras que aún no se pueden pronunciar.
  • Los signos proporcionan una mayor confianza a los niños, ya que saben que les entenderán. Esta confianza puede derivar en un mayor deseo de aprender a comunicarse mediante palabras habladas.
  • Los signos pueden darnos pistas sobre las palabras que un niño está tratando de pronunciar.
  • Los signos pueden ayudar a ralentizar el tiempo para que el niño tenga más tiempo para pronunciar la palabra.
  • Los signos ofrecen más oportunidades de expresarse ya que permiten completar ideas o pensamientos que de otra forma no podrían expresar.

Signos con niños Autistas

Muchos niños autistas tienen problemas con el habla y el lenguaje así como las habilidades sociales. Estudios sugieren que el uso de signos con niños autistas tiene unos resultados extraordinarios (Berkell, 1992).

  • Los signos facilitan la comunicación al ser una alternativa al habla.
  • Los signos facilitan el aprendizaje del lenguaje oral.
  • Los signos promueven el contacto visual.
  • Los signos incrementan el nivel de comunicación ya que los niños pueden transmitir sus deseos y necesidades.
  • Los signos mejoran el talante y el comportamiento en general, ya que reducen la frustración, las pataletas, los lloros, la agresividad y el daño auto-inflingido.
  • Los signos mejoran la auto-confianza.

Signos con niños con síndrome de Down

A menudo, los niños con síndrome de Down tienen dificultades con el lenguaje desde una edad muy temprana; sin embargo, tienen un gran deseo de comunicarse. Al enseñarles los signos pueden asegurarse la satisfacción de sus deseos aún cuando el habla todavía está desarrollándose.

  • Los signos animan a los niños a seguir comunicándose aunque todavía no puedan hablar perfectamente.
  • Los signos proporcionan significado a las palabras ya que muchas veces son una representación del objeto (signos icónicos).
  • Los signos facilitan la comunicación con otros niños lo que redunda en más oportunidades para socializar.
  • Los signos proporcionan más seguridad en uno mismo.
  • Los signos pueden utilizarse para enfatizar algunas palabras o para clarificar el significado de algunas palabras.
  • Los signos no son un sustituto del lenguaje hablado así que seguramente las palabras que han aprendido a signar serán las palabras que pronuncien más adelante.

Signos y otras necesidades especiales

  • Los signos usados con niños hospitalizados pueden ser muy útiles cuando no existe la posibilidad de hablar.
  • Los signos utilizados en el caso de niños que están aprendiendo un segundo idioma son como traductores simultáneos que ofrecen una representación visual de las palabras que están aprendiendo.
  • Los signos también pueden ser útiles para niños que están aprendiendo a leer ya que son una representación visual de las palabras y de las letras.

Estudios e investigación

Se ha demostrado que la lengua de signos puede beneficiar a los niños con necesidades especiales:

  • La comunicación verbal se ve acelerada cuando se junta el signo con la palabra hablada. (Edelson)
  • El uso de signos con niños con necesidades especiales les permite construir y practicar su comunicación aún cuando no saben hablar todavía. (Gretz)
  • El uso de signos estimula partes del cerebro que no se usan con el habla. (Edelson)
  • La lengua de signos ofrece a los niños autistas una oportunidad de comunicarse y desarrollarse a nivel social. (Berkell, 1992)
  • La lengua de signos incita al contacto visual y requiere una coordinación de movimientos menos complicada que aprender a hablar. (Donovan)
  • Al ofrecer una forma no-verbal de comunicación, los signos reducen los niveles de frustración. Gretz

Potenciar el habla

Hablar, hablar y hablar. Esta es la única manera de que tu bebé aprenda a hablar, escuchándote hablar. Pero hay cosas que puedes hacer si deseas acelerar las cosas.

Como cuidador principal te conviertes en la fuente principal de información para que tu bebé aprenda sobre el mundo que le rodea y cómo tiene que interactuar con él. Al comunicarte con tu bebé a través del habla, el tacto y la mirada estás desarrollando un vínculo muy especial y también estás ayudando al desarrollo social, psicológico e intelectual de tu bebé.

Investigaciones recientes sugieren que el número de niños con dificultades de comunicación está creciendo. Aunque se desconoce la causa exacta, se intuye que puede ser debido a una combinación de varios factores como más horas frente a la televisión, ambos padres trabajan fuera de casa y durante muchas horas, no se pasa tiempo en familia y el descenso del uso de canciones infantiles. Todo esto contribuye a que pasamos menos tiempo con nuestro bebé, y menos tiempo de calidad.

Se estima que 1 de cada 10 niños necesita ayuda profesional para solucionar problemas de lenguaje oral; este dato se hace más patente en niños que pasan más tiempo en escuelas infantiles. Es vital que los bebés reciban una atención exclusiva de sus cuidadores por lo menos hasta los 3 años; el período durante el cual se ponen las bases para todo el aprendizaje posterior.

A pesar de que recién nacidos no pueden comunicarse con palabras, es necesario que reciban momentos de atención exclusiva. La mejor manera de comunicarse con un bebé pequeño es sostenerlo a 20 centímetros de la cara y cantarle canciones o simplemente hablarle o sonreírle. Esto ayuda al bebé recién nacido a familiarizarse con los sonidos y los patrones que ocurren naturalmente durante una conversación, lo cual les proporciona una base para el desarrollo del lenguaje. Un buen momento para entablar estas prácticas es después de la lactancia cuando el bebé se siente relajado.

Otra práctica que puedes llevar a cabo es hablar constantemente a tu bebé, describiendo lo que estás haciendo o donde estás. A medida que tu bebé va creciendo puedes dar más enfásis a los nombres de los objetos más cotidianos y que llaman la atención de tu bebé.

Sobre los 8 meses los bebés empiezan a formar sonidos de consonantes como “ba” y “da”. Si imitas a tu bebé cuando haga estos sonidos le ayudarás a que retenga estos sonidos e introduzca nuevos sonidos.

Sobre los 12 meses tu bebé seguramente ya comprende casi todo lo que dices y puede empezar a pronunciar algunas palabras mediante la técnica del ensayo y error. No dejes de animarle y estimularle para que siga desarrollando sus nuevas habilidades. Tu bebé empezará a formar frases y a asociar nuevas palabras más abstractas.

Ya sabes que puedes comunicarte con tu bebé desde antes de nacer. Los oídos del bebé se desarrollan en la tercera semana de gestación y son capaces de responder a estímulos externos desde la semana 16. Según los estudios, el bebé no nato reconoce los sonidos de su idioma nativo por lo que es en esta etapa que el bebé aprende los patrones y entonaciones del habla de su madre y de voces externas.

Las investigaciones realizadas por Fitzpatrick (2002) concluyeron que los fetos responden a estímulos orales mediante el movimiento de sus extremidades, y que el sonido de la voz de la madre reduce los latidos del corazón. Además, los bebés recuerdan sonidos escuchados en el vientre (Salt 1987), incluyendo la voz de la madre y canciones y cuentos que se repitieron durante el embarazo.

De esta manera, si ofrecemos nuestra atención al bebé desde su gestación le estaremos ayudando a construir las bases para el desarrollo de sus habilidades lingüísticas y de socialización. Escucha a tu bebé, cántale canciones, lee cuentos y háblale sin distracciones.

Bebés en familias bilingües

La primera pregunta que se hacen es si el uso de Signos para Bebés confundirá al bebé que ya tiene que hacer esfuerzos por desarrollar dos idiomas (el de la madre y el del padre en el caso de familias bilingües).

Cuando los niños empiezan a desarrollar sus habilidades lingüísticas, crean una equivalencia entre una palabra y un objeto (u acción). Por ejemplo, para un bebé que está en una familia mono-lingüe la cosa blanca que está en una botella equivale a leche.

Sin embargo, los bebés que se encuentran dentro de una familia bilingüe tienen dos «etiquetas/palabras» para una misma cosa. Por ejemplo, en una familia anglo-española el bebé podría utilizar tanto la palabra «leche» como la palabra «milk». Pero como el bebé todavía se encuentra en una fase muy inicial de su aprendizaje elegirá una de las palabras para crear su equivalencia con un objeto y no ambas.

A medida que el bebé crece adquiere un mayor vocabulario y empezará a distinguir el hecho de que pueden haber dos palabras totalmente diferentes con el mismo significado. Es decir, que el bebé podrá realizar la equivalencia entre «leche» y «milk».

Así que no sólo va a aprender lo que significa cada palabra, si no que el bebé bilingüe además clasifica cada palabra en un idioma (inglés o español), y luego lo empareja las palabras de ambas idiomas con el mismo significado.

Este proceso puede llevar bastante tiempo, especialmente si los padres hablan una combinación de ambos idiomas en una misma frase. Estudios han demostrado que hay muchas ventajas a la hora de aprender dos idiomas, pero es importante entender que el bebé va a tener un trabajo añadido y puede tardar más en hablar que un bebé que sólo aprende un idioma.

Pero hay una gran noticia, y es que los Signos para Bebés pueden ayudar y mucho. Al proporcionar a los niños con un símbolo visual (el signo) para las palabras «leche» y «milk», los bebés tienen más facilidades para conectar el objeto con el significado de ambas palabras. Al ver la palabra «leche» junto con el signo para leche y la palabra «milk» con el signo para leche, el bebé hace la conexión más rápido de que ambas palabras significan lo mismo.

En vez de confundir al bebé bilingüe, los Signos para Bebés actúan de traductor simultáneo y mejoran el proceso de aprendizaje del pequeño a la hora de comprender y hablar dos idiomas.

Investigaciones

Investigaciones sugieren que las personas que crecen en un ambiente bilingüe son personas aventajadas ya que un cerebro bilingüe se desarrolla más densamente.

Andrea Mechelli del London’s Wellcome Department of Imaging Neuroscience hizo un trabajo de investigación (2004) sobre la densidad cerebral de personas bilingües. Las conclusiones fueron que las personas que crecieron siendo bilingües mostraban mayor materia gris en ambos hemisferios, notablemente en el hemisferio izquierdo conocido como el área de control del lenguaje y de las habilidades de comunicación.

El bilingüismo cambia la estructura del cerebro, sobre todo en personas que adquieren el segundo lenguaje antes de los 5 años. Las personas bilingües disfrutan de mayor destreza para la lectura, la escritura, la comprensión y el lenguaje oral

Cómo enseñar a tu bebé un segundo idioma

Todos sabemos lo difícil que es que un niño aprenda inglés en nuestro país. Se pasan 16 años escolarizados estudiando inglés al menos dos veces por semana, y llegan a edad adulta sin saber pronunciar una palabra. Y es que el sistema español necesita una importante revisión de su pedagogía de idiomas.

Expertos han llegado a la conclusión, de que la mejor forma para aprender un segundo idioma es empezar cuanto antes. Los bebés tienen una capacidad especial hacia el aprendizaje de idiomas en la etapa 0-+6 años. Esto es porque el cerebro está enfocado a la adquisición del lenguaje en esta etapa. Una vez superado este momento el cerebro se enfoca hacia otros desarrollos y la adquisición de idiomas es más lenta.

Por lo tanto, si acostumbras a tu bebé a escuchar todo lo que puedas en inglés: cuentos, vídeos, música, juguetes con voz … aunque tú no hables inglés, tu bebé irá acomodando el oído y podrá reproducir los sonidos al igual que con su idioma nativo.

La teoría de los impactos

Se trata de aumentar las posibilidades de recibir «impactos» en inglés. Los bebés reciben «impactos» en su idioma nativo durante 2 años antes de que empiezan a pronunicar sus primeras palabras. Imagínate cuántos impactos son: de padres, abuelos, vecinos, la tele, etc… Por lo tanto, al querer aprender un idioma distinto tenemos que crear «impactos» con los recursos que tenemos a mano. Obvio, es mejor vivir en el país del idioma, pero si no se puede…

Producir «impactos» a diario requiere disciplina. Aquí, la clave es la constancia. Si existe repetición todos los días el éxito está asegurado. No pretendamos aprender un idioma con dos clases a la semana de una hora.

¿Qué podemos hacer como padres?

Debemos acostumbrarnos como padres a utilizar todos los recursos que tenemos a nuestra disposición. Desde ver la tele en inglés o escuchar música en inglés hasta cambiar la interfaz del móvil al inglés.

En el caso de los pequeños si vamos a comprar un juguete que sea en la versión inglesa. Algunas marcas ya vienen con la opción de escuchar el audio en inglés, pero otros juguetes deberemos comprarlos en el extranjero como por ejemplo en amazon.co.uk o amazon.com.

Si el pequeño ve dibujos en la tele o DVD’s específicos de inglés para niños, es ideal que un cuidador se quede al lado del pequeño e interactúen juntos con los dibujos repitiendo palabras en inglés. Podemos aprovecharnos de los smartphones que nos aportan acceso a los vídeos en youtube o incluso a apps en inglés para niños. En mi canal de youtube hay una lista de reproducción de vídeos para niños de 3-5 años que podéis utilizar. www.youtube.com/cincodeditos

A mi me encantan los vídeos de DreamEnglish.com, SuperSimpleSongs.com y Elflearning.jp. Son muy fáciles de entender, incluso si no dominas el inglés, y a los niños les encantan estas sencillas canciones pero pegadizas. Como una imagen vale más que mil palabras podremos entender el significado de las canciones a través de las imágenes de los vídeos.

Si alguno de los cuidadores habla, aunque sea un poquito de inglés, puede aprovechar para decir algunas cosas de las rutinas diarias en inglés, como buenos días, o vamos a comer.

Si compramos libros de cuentos podemos comprar aquellos que vienen con un CD de audio. También hay libros bilingües que traen el texto en ambos idiomas.

Cada vez más se ven cursos de inglés para mamás con bebés donde se aprenden las típicas nanas inglesas. Hay clases de inglés para niños a partir de los 3 años (procura que sean clases divertidas de juegos y canciones).

Para construir un canal de comunicación doble es necesario por parte de los padres

  • Ser accesible. Los niños necesitan sentir que sus padres son accesibles, que ellos pueden hablar y contar sus problemas y ser escuchados. Esto significa procurar tener tiempo para sus hijos, aunque sean 10 minutos diarios de comunicación a solas. Ser accesible también significa ser capaz de entender y hablar sobre los propios sentimientos así como también los de su hijo.
  • Saber escuchar ayuda a su hijo a sentirse amado y estimado. Pregúntele a su hijo por sus ideas y sentimientos, también trate de comprender lo que está diciendo. Es importante para él, aunque a veces no lo sea para usted. No necesita estar de acuerdo con lo que su hijo está diciendo, pero saber escuchar es parte de la comunicación y ejemplo de conducta, así su hijo el podrá escucharlo a usted después.
  • Ser coherente en su comunicación, busque ser coherente entre sus palabras y gestos, entre su mensaje y su ejemplo.
  • Ser extrovertido de la propia intimidad. Utilice muchas palabras para explicar sus sentimientos, sus estados de ánimo, le ayudara al niño a hacer lo mismo.

Crear clima de comunicación

Crear el clima de comunicación en la familia, no es tarea fácil. Hay que empezar desde la cuna. Primero hay que sembrar con el ejemplo y después esperar los frutos. Comunicación es “común unión”, establecer una unión y la primera y básica en la familia es el amor.

Hay que enseñar con el ejemplo. Los padres deben mostrar esa común unión con el hijo desde la cuna con mucha demostración de amor en mimos, canciones, tiempo. Para una buena comunicación no se necesitan palabras, basta ver a una madre darle la mano a su niño enfermo. Pero las palabras son también necesarias.

Comunicación verbal

Los padres tienen que decir al niño muchas veces y desde que nace: «¡Cuánto te quiero¡»

También pueden hacer saber a sus hijos verbalmente que los admiran cuando, por ejemplo, el niño recoge sus juguetes una vez que ha terminado de jugar con ellos. Los padres pueden hacerle saber que aprecian su trabajo: «Me gusta cuando recoges tus juguetes sin que yo te lo pida.»

Cuando los padres hablan con sus hijos, deben tener cuidado con lo que dicen y la manera en que lo dicen. Todo lo que un padre dice a su hijo envía un mensaje de la opinión que tiene sobre él. Por ejemplo, si el padre dice: «No me molestes. Estoy ocupado,» el hijo pensará que sus necesidades no son importantes. Pero si le dice:»Espera un minuto ¡ y bien que me gustaría atenderte ahora¡ pero estoy terminando este trabajo…y en cuanto termine estoy contigo», el niño aprende tres cosas: a esperar -cosa muy importante en la vida-; aprende a que el deber es prioritario -todo un valor en la vida- y tercero, aprende a que su papá o su mamá están deseando escucharle y atenderle, aunque no siempre puedan hacerlo de forma inmediata.

No verbalmente

Los padres pueden y deben demostrar aceptación a sus hijos por medio de ademanes, expresiones faciales, besos y abrazos. Es importante que el niño, desde que es bebé se acostumbre a recibir los parabienes de sus padres: saludos a distancia con la mano, señas de alegría al verle, brazos abiertos y bajos para que el niño corra a refugiarse en ellos, amplia sonrisa de aceptación y agrado por una gracia, una palabra, unos pasos.

Pequeños consejos para mejorar la comunicación entre padres e hijos

  • Al dar una información, busque siempre una fórmula positiva.
  • Obedecer a la regla de que «todo lo que se dice, se cumple».
  • Ponerse en el lugar del otro.
  • Dar mensajes coherentes con el ejemplo
  • Escuchar con atención e interés.
  • Crear un clima emocional que facilite la comunicación.
  • Pedir el parecer y la opinión a los demás.
  • Expresar y compartir sentimientos.
  • Ser claros a la hora de pedir algo.

Advertencias útiles

  • Comuníquese al nivel del niño. Cuando los padres se comunican con sus hijos, es importante que lo hagan al nivel de la edad del niño, verbal y físicamente. Verbalmente, los padres deben tratar de usar lenguaje apropiado a la edad de sus hijos para que puedan entender.

Cuando los niños son pequeños, esto se puede lograr usando palabras sencillas y enviando el mensaje en positivo, siempre que se pueda en positivo. Por ejemplo, los niños pequeños entienden mejor si se les dice, «Juega con tu hermana sin enfadaros» que «No es aceptable que le des golpes a tu hermana.»

Los padres deben saber lo que sus hijos pueden entender en cada etapa de la vida y no deberían tratar de comunicarse en maneras que sus hijos no podrán entender.

Físicamente, los padres no deben, cuando quieren comunicarse, hablar desde arriba a sus hijos. Deben tratar de ponerse al nivel del niño ya sea de rodillas, sentados o agachados. Esto facilitará el contacto con la mirada y los niños se sentirán menos intimidados por los padres cuando se miran cara a cara.

Aprender a escuchar. Escuchar es una habilidad que se debe practicar. Escuchar es una parte muy importante de la comunicación efectiva. Cuando los padres escuchan a sus hijos les están mostrando que están interesados y que ponen atención a lo que sus hijos tienen que decir. A continuación se ofrecen unos consejos para mejorar la escucha:

Haga y mantenga contacto con la mirada. Los padres que hacen esto demuestran a sus hijos que están interesados. Si no se hace contacto con la mirada, los niños pueden pensar que sus padres no están interesados en lo que dicen.

Elimine las distracciones. Cuando los niños expresan deseo de hablar, los padres deben brindarles su atención completa. Deben dejar a un lado lo que están haciendo, mirar a sus hijos y prestarles atención. Si los padres, por ejemplo, continúan leyendo al periódico, o mirando la televisión cuando sus hijos tratan de comunicarse, los niños pueden pensar que sus padres no están interesados en lo que tienen que decir o que no es importante. Si los niños desean comunicarse y los padres no pueden, los padres deben explicarles el motivo y asegurar que existirá una hora después para hablar con ellos.

Escuche con la boca cerrada. Los padres deben tratar de interrumpir lo menos que se pueda cuando sus hijos hablan. Pueden ofrecer apoyo por medio de una sonrisa o una caricia, sin interrumpir. Las interrupciones a menudo hacen que la persona que habla pierda su concentración, lo cual es muy frustrante.

Haga saber a sus hijos que han sido escuchados. Una vez que los niños han terminado de hablar, los padres deben mostrar que han prestado atención repitiendo lo que acaban de escuchar, con palabras diferentes, por ejemplo, «Parece que tuviste un día muy bueno en la guardería.» Esto no solo les indica que sus padres han estado escuchando. También es una oportunidad de aclarar las cosas si los padres no entendieron algo o interpretan mal lo que sus hijos tratan de decir.

Mantenga las conversaciones breves. Cuanto mas pequeños son los niños, mas difícil es que presten atención a sermones largos. Una buena regla es que los padres hablen con sus hijos por espacio de aproximadamente 30 segundos, y luego les pregunte algo o pida su opinión sobre lo que se ha hablado.

El objetivo es que los padres pasen información a sus hijos poco a poco y asegurándose que los niños están atentos y comprenden lo que se les dice. Los padres deben permitirles a sus hijos que decidan cuando algo es demasiado. Deben buscar señales de que sus hijos ya están cansados. Estas señales incluyen la inquietud, falta de contacto visual, y distracción. Los padres deben saber cuando comunicarse con sus hijos, pero deben también saber cuando esperar a otra ocasión.

Haga preguntas indicadas. Algunas preguntas ayudan a mantener el curso de una conversación, mientras que otras la pueden parar en seco. Los padres deben tratar de hacer preguntas fáciles de contestar en sus conversaciones con sus hijos. Estas preguntas requieren a menudo respuestas detalladas que mantendrán la conversación interesante. Preguntas abiertas que comienzan con las palabras «qué», «cuando», «quién», o «como», son a menudo muy serviciales para que los niños se sientan cómodos. Los padres deben evitar las preguntas que solo requieren respuestas de SI o NO. Aunque hacer preguntas indicadas ayuda en la conversación, los padres necesitan tener cuidado de no hacer muchas preguntas cuando conversan con sus hijos. Cuando esto sucede, las conversaciones se convierten en interrogatorios y los niños no se interesarán en participar.

Exprese sus ideas y opiniones con sus hijos cuando se comunique con ellos. Para que la comunicación sea efectiva, debe haber dos participantes. No solo los padres deben estar disponibles para sus hijos y listos a escucharlos, para que la comunicación efectiva tome lugar; también deben estar preparados para compartir ideas y sentimientos con sus hijos. Los padres pueden enseñar a sus hijos muchas cosas, normas morales, valores, formas de conducta, expresando sus ideas y opiniones. Parece lógico que cuanto más francos sean los padres con sus hijos, más francos serán los hijos con sus padres.

Planeé regularmente reuniones de familia o tiempo para hablar. Una forma muy útil para las familias de comunicarse efectivamente es efectuar una comida juntos, pero para hablar, no para ver la televisión. Junto a la mesa donde come la familia no debe haber ningún televisor ni radio encendido, la única comunicación permitida debe ser la familiar. Esto se puede lograr de varias formas. Haciendo que una comida (bien sea el desayuno, el almuerzo o la cena) sea una reunión múltiple, concurrida por todos, agradable, con una comida especialmente rica, buscando una conversación compartida, dejando que todos participen. En estas comidas familiares de pueden tratar y discutir detalles cotidianos, como tareas, horas de volver a casa y horas de acostarse. Estas comidas familiares también son una buena oportunidad para discutir quejas y problemas. Este tiempo también se puede utilizar para hablar de cosas positivas que han ocurrido durante la semana. Lo importante es que cada miembro de la familia tenga tiempo para hablar y para ser escuchado por los demás.

Admita sinceramente cuando usted no sabe algo. Cuando los niños hacen preguntas que los padres no pueden contestar, los padres pueden admitir que no conocen la respuesta. Pueden también utilizar estas ocasiones como lecciones. Por ejemplo, los padres pueden enseñar a sus hijos a encontrar información en la biblioteca, en las enciclopedias, etc. Es mucho mejor que los padres demuestren a sus hijos que ellos son humanos y que no saben todo, que inventar alguna respuesta que puede ser falsa.

Trate de dar explicaciones completas. Al contestar las preguntas de los niños, los padres deben proveer tanta información como sea necesaria, aunque los temas sean de algo que los padres no se sienten cómodos para hablar. Esto no significa que los padres tienen que describir detalle por detalle. Solo es importante que los padres sepan cuanta información necesitan sus niños y proveérsela. Los padres deben asegurarse de que esta información sea apropiada a la edad de lo niños. También deben alentar a los niños a que hagan preguntas. Esto ayudará a los padres a enterarse del tipo de información que buscan los niños. No dar información suficiente puede tener como consecuencia que los niños se formen criterios que no sean verdaderos.

Comunicación familiar en época de conflicto

Todas las familias pasarán por una época conflictiva, alguna vez. Aunque los conflictos, digamos los problemas familiares pueden ser desconcertantes, o incluso graves, no tienen porqué distorsionar la comunicación familiar. Hay varias cosas que los padres pueden hacer para aminorar los problemas y al mismo tiempo mantener abiertas las líneas de comunicación.

Mi hijo adolescente ya no me habla

Dificultades en la comunicación entre padres e hijos Falta de tiempo Brecha generacional Diferencias en gustos y opiniones

Consejos para superar las dificultades

Amor y paciencia son los dos ingredientes imprescindibles en toda comunicación familiar y que deben ajustarse conforme a la edad del hijo.

Al comunicarse es necesario mirarse a los ojos, hablar a la misma altura física y psicológica y aprobar afirmativamente con el gesto como fórmula para animar y demostrar interés. También es conveniente formular breves preguntas que reafirman la escucha activa: ¿de verdad? , ¿así de interesante?, ¿porqué no me cuentas más?.

Recordar que no sabe bueno a ninguna edad las interrupciones, el mirar el reloj, el hacer comentarios como “¿has terminado ya?”, “tengo prisa” , “pues vaya tontada me cuentas”…Es frustrante para el hijo el fijarse en otros aspectos no relacionados con la comunicación como el peinado, el orden del cuarto, la ropa. Es muy decepcionante para el hijo que desea contarnos algo el fijarnos en el mal uso o pronunciación de palabras, o en incorrecciones gramaticales. Los padres tenemos el deber de entender la lengua de trapo de nuestro bebé o nuestro adolescente, y saber ir al meollo de la cuestión que desea transmitirnos. Este esfuerzo por nuestra parte de comprensión y entendimiento es parte fundamental de la comunicación.

Pasos para intentar solucionar el problema por parte de los padres

  1. Análisis:
    Preguntarse ¿cuál es el problema?.. No encontramos tiempo, no encontramos lugar adecuado, no tenemos tema de conversación. ¿Por qué no me habla?… se ha aislado, me he olvidado de él/ella durante años, sufre una pérdida afectiva…No se pregunte ¿Quién tiene la culpa? Pues sin duda es de los dos partes. La comunicación es común unión, es siempre cuestión de al menos dos.
  2. Buscar información:
    ¿Qué soluciones hay?, depende de la investigación previa. Puede ser que se necesite un mediador familiar, o una psicóloga, o un buen libro, o un amigo de los dos. Es preciso volver a encontrar un cauce, un camino de unión: he comprado unas entradas para el cine, ¿quieres venir conmigo?, te invito.
  3. Propuesta de resolución:
    Ya tenemos el camino, ahora el padre debe dar el primer paso e invitar al hijo o hija a acompañarle en el paseo. “Por favor escúchame, necesito hablar contigo, tengo algo importante que decirte, vamos a darnos un tiempo nuevo de diálogo, es una prueba, un mes, salimos a pasear un rato como hoy, dime que piensas”.
  4. Evaluación:
    Anote sus impresiones y sobre todo anote las contestaciones de su hijo. Será la forma de poder comparar situaciones y mejorar.
  5. Plan de futuro:
    A medias con su hijo planteen una forma conveniente para comunicarse, ir al futbol o al espectáculo deportivo que mas les interese a ambos, ir de excursión al monte, salir a comer, ir al cine…

Sugerencias

  • Resuelva los problemas uno a uno. No es buena idea discutir varios temas al mismo tiempo. Esto puede ser confuso para padres e hijos. Cuando esto sucede las familias pierden con facilidad el enfoque de los temas importantes.
  • Busque maneras creativas de resolver los problemas. Cuando se trata de resolver conflictos, los padres deben tener en cuenta que pueden existir mas de una solución para cada problema. Padres e hijos deben trabajar juntos para encontrar soluciones que sean satisfactorias para ambos. La flexibilidad para resolver problemas es una habilidad muy buena que los niños pueden aprender. Si una solución no funciona, los padres deben tratar de ser suficientemente flexibles para encontrar otra.
  • Sea educado. Los padres no deben olvidar las reglas comunes de cortesía cuando tratan a sus hijos. Durante los conflictos, quizás mas que en otras ocasiones, los padres deben tratar a sus hijos con el mismo respeto con que tratarían a cualquier otra persona. Los niños son personas también, y por lo tanto merecen ser tratados con respeto. A veces durante el calor de la discusión o el desacuerdo, los padres les dicen cosas a sus hijos que nunca dirían a otro pariente o amistad cercana.
  • Hable en primera persona. Cuando discuta temas conflictivos con sus hijos, los padres deben siempre tratar de referirse a los problemas conforme a su opinión. Por ejemplo, en lugar de decir «Tú nunca recoges la ropa «, los padres pueden decir «Yó me siento frustrada cuando tu no recoges tu ropa.» Al usar «Yo», los padres expresan a sus hijos como les hace sentir su conducta, en lugar de acusarlos o humillarlos. Hablar en primera persona es efectivo con los niños, porque ellos no tienden a rebelarse contra las normas recibidas y con los adolescentes, porque se sienten menos amenazados que si se les habla con acusaciones y/o culpa. Hablando de «YO» también enseña a sus hijos a ser responsables de sus actos. Los padres que expresan sus sentimientos de esta manera están enseñando a sus hijos a comportarse así también.
  • Esté dispuesto a perdonar. Enseñe a sus hijos a perdonar, haciéndolo usted mismo.

Como Evitar La Comunicación Negativa

Desafortunadamente, muchos padres no son conscientes de cuantas veces utilizan formas negativas para comunicarse con sus hijos. Esto padres pueden, como resultado, estar plantando la semillas de la desconfianza y el bajo nivel de amor propio de sus hijos. Es por esto que es importante que los padres se enteren y corrijan cualquier forma de comunicación negativa que usan con sus hijos. A continuación se ofrece una lista de ejemplos de mala comunicación. Los padres deben revisar esta lista e identificar las tendencias que le sean familiares para corregirse.

Recuerde que esta lista no contiene todos los ejemplos de comunicación negativa.

Los Padres Deben Evitar

  • Repetir e imponer. Por más que la repetición sea una buena forma de aprendizaje, cuando los hijos son adolescentes, es inútil repetir algo que ya se ha dicho con frecuencia, más vale cambiar de tema. Imponer es dar información sin dar cabida a otras opiniones o ideas. Repetir e imponer hacen que los niños -sobre todo los adolescentes- dejen de escuchar o se pongan a la defensiva o se sientan resentidos.
  • Interrupciones. Cuando los hijos estén hablando, los padres deben darles la oportunidad de terminar lo que están diciendo antes de contestar. Es una regla de cortesía. Los niños que sienten que no son escuchados, pueden dejar de tratar de comunicarse con sus padres.
  • Críticas. Los padres no deben criticar globalmente los sentimientos, las opiniones o ideas de sus hijos. Cuando sea necesario, los padres deben criticar cierta conducta, o determinada idea, pero no criticar al niño mismo. A menudo los hijos miran esta crítica como un ataque a su amor propio.
  • Recordar el pasado. Una vez que el problema o conflicto se ha resuelto, los padres deben tratar de no mencionarlo otra vez. A los hijos se les debe permitir volver a empezar. Los padres que mencionan constantemente los errores que sus hijos han cometido en el pasado, están enseñando a sus hijos a guardar rencor por mucho tiempo.
  • Usar sarcasmo. Los padres están usando sarcasmo cuando dicen algo que no quieren decir, o insinúan lo opuesto a lo que dicen por el tono de su voz. Un ejemplo sería un padre diciendo «Oh, qué gracioso eres,» cuando un niño rompe algo. El sarcasmo hiere a los niños y nunca sirve cuando los padres tratan de comunicarse efectivamente con sus hijos.
  • Decir a sus hijos como resolver sus propios problemas. Esto sucede cuando los padres intervienen y les dicen a sus hijos como hacer las cosas, en lugar de dejarlos que busquen y encuentren soluciones a sus problemas. Los padres que dicen a sus hijos como resolver sus problemas, pueden hacerle creer que no tiene ningún control sobre su propia vida. Estos niños pueden acabar creyendo que sus padres no tienen confianza en ellos.
  • Humillar a los niños, haciéndoles sentirse menos. Las humillaciones toman diferentes formas, como nombres ofensivos, ridiculizar, culpabilizar, etc. Las humillaciones perjudican la buena comunicación, porque dañan el amor propio de los niños. Los niños que son humillados por sus padres a menudo se sienten rechazados, no amados, e incapaces.
  • Amenazar. Las amenazas rara vez son efectivas. A menudo hacen que los niños se sientan sin poder y se resienten con sus padres. Se rebelan.
  • Mentir. No importa que la tentación de inventar una mentira sea grande para evitar, por ejemplo, hablar del sexo, los padres nunca deben mentir. Deberían tratar de ser francos y honestos con sus hijos. Esto hará que sus hijos también sean francos y honestos con sus padres. Además, los niños son muy perspicaces. Son muy buenos para presentir si sus padres son totalmente honestos con ellos. Mentir puede causar desconfianza.
  • Negarles sus sentimientos. Cuando los niños les dicen a sus padres como se sienten, «me siento triste», o «decepcionado» los padres no deben de tomarlo a la ligera. Si por ejemplo, el padre piensa que el niño no debería estar triste por haber perdido un partido de futbol, no debería decir nada. Puede en cambio decir algo que ayude, por ejemplo, «Yo se que tu querías realmente ganar. A veces es difícil perder. Siempre se puede ganar el próximo partido. Seguramente es necesario entrenarse mas…» Con niños mas pequeños, esto se puede lograr con palabras sencillas y directas. Los niños necesitan que sus padres apoyen sus sentimientos. Los padres siempre deben demostrar apoyo y comprensión cuando se trata de los sentimientos de sus hijos.

Libros

  • “Cómo mejorar la comunicación” .Barker, Alan. Editorial Gedisa, S.A. 2001. ISBN-13: 9788474328837
  • “El libro de las habilidades de comunicación: cómo mejorar la comunicación personal”. Hofstadt Roman, Carlos J. van-der. Ed Díaz de Santos. 2005 •ISBN: 9788479786908
  • “Cómo hablar para que sus hijos le escuchen y cómo escuchar para que sus hijos le hablen” . Faber, Adele y Mazlish, Elaine. Ediciones Medici, S.A. 1997

Enlaces

Comunicación efectiva entre padres y maestros

Cuando educa y cría a sus hijos, algunas actividades son la responsabilidad del hogar y otras son la responsabilidad de la escuela. Sin embargo, hay algunas actividades importantes en las cuáles el hogar y la escuela deben cooperar. La comunicación es una de esas actividades. Para que su hijo pueda superarse en la escuela, usted y el maestro de su hijo deben mantener buena comunicación. Aquí explicaremos algunos problemas de comunicación entre padres y maestros, también ofreceremos ideas para obtener comunicación más efectiva.

Recomendaciones

Sea un socio con el maestro

Su hijo obtendrá mejores beneficios de su experiencia educacional si usted y el maestro de su hijo trabajan juntos. La mayoría de escuelas y maestros saben que tener buena comunicación con los padres de los niños es parte de su trabajo. Algunos padres tuvieron malas experiencias cuando trataron de comunicarse mientras estaban en la escuela. Otros padres tuvieron malas experiencias cuando trataron de hablar con la escuela de sus hijos. A causa de esto, algunos padres van a la escuela de sus hijos enojados y defensivos. Esta actitud daña la buena comunicación y no ayuda al niño. Comience a comunicarse con el maestro con una actitud positiva y con ganas de trabajar con el maestro de su hijo.

Familiarizese con la escuela y el maestro

Algunos padres no se sienten cómodos en las escuelas o hablando con los maestros. Algunos padres hablan poco o nada de ingles o vienen de culturas diferentes del maestro. Las siguientes son algunas ideas que se puede usar para ayudarle a sentirse más cómodo en la escuela. Hable con el maestro. Cuando tenga tiempo, vaya a la escuela y platique con el maestro de su hijo. En este tiempo usted y el maestro se podrán conocer mejor y será más fácil hablar con él en platicas formales entre padre-maestro. Participe en un programa o una actividad para padres en la escuela. Una buena manera de conocer mas a la escuela es participando en las actividades que ofrecen para los padres, por ejemplo, las noches de visita. Siendo un voluntario en la clase o la escuela es otra buena manera de aprender mas a cerca de lo que pasa en la escuela de su hijo. Hable con personas que participan en las actividades de la escuela. Si usted no se siente cómodo en la escuela de su hijo, hable con otros padres o vecinos que participan en la escuela y que pueden darle información sobre lo que esta pasando.

Sea el primero en comunicarse con el maestro

Un problema grande en la comunicación entre los padres y el maestro es que ninguno trata de iniciar platicas. Los maestros han dicho que aunque había oportunidades en la escuela, reuniones y conferencias entre padres y maestros o las noches de visita abiertas a la escuela, los padres no tomaron la oportunidad para comunicarse con ellos. Igualmente, algunos padres se sienten que los problemas de la comunicación son a causa de que los maestros no iniciaron el proceso de platicas. La buena comunicación es la responsabilidad de los dos. Siendo el padre, usted no debe esperar hasta que el maestro haga la primera llamada. Debe sentirse cómodo cuando inicia la conversación con el maestro de su hijo y sepa que usted tiene el derecho de hacerlo. Hablar con el maestro es aun más importante si su hijo ha tenido problemas en la escuela anteriormente. Algunas escuelas les dan a los padres directorios escolares o folletos de información escolar con información acerca de como ponerse en contacto con el maestro y marcan el mejor tiempo para llamar. Si su escuela no le provee esta información, pregúntele al maestro o al director de la escuela como obtenerla.

Comience la comunicacion temprano

Otro problema en la comunicación que ha sido reportada por padres y maestros es que no se comunicaron cuando el niño comenzó a tener dificultades en la escuela. Muchas veces los problemas pueden ser anticipados. Su hijo pudo haber tenido problemas en el pasado. El niño le puede informar del problema, o usted pudo haber notado algunos problemas con tarea o proyectos. Si usted sospecha que hay algún problema, hable con el maestro inmediatamente. No piense que solo porque el maestro no le ha hablado, no tiene información escolar importante que comunicarle. Usted debe hablar con el maestro a mediados del periodo de calificación por mas tarde. En un periodo de nueve semanas, ese tiempo seria en 4 ½ semanas entrando al curso. Este método de comunicación le dará suficiente tiempo para poder ayudarle a su hijo a corregir cualquier problema a tiempo para poder hacer una diferencia en ese periodo de calificación.

Comuníquese seguido

La falta de comunicación frecuente es otro problema que ha sido reportado por los padres y los maestros. Cuando hay intercambio de información regular entre usted y el maestro de su hijo, es más fácil poder proveerle a su hijo ayuda mas especializada para sus necesidades.

Como comunicarse. Hay varias formas para comunicarse regularmente con el maestro, métodos incluyen juntas, llamadas telefónicas, o notas escritas. Necesita trabajar junto con el maestro para decidir cual método de comunicación es el más fácil e informativo. Que se debe comunicar. Es importante que el padre y maestro hablen y estén de acuerdo en cual problema o preocupación será observado o evaluado. Es importante ser especifico a cerca de esta información. Algunos ejemplos incluyen: información especifica sobre tareas o fechas de pruebas, el nivel de participación del niño, su comportamiento en la clase, o el porcentaje del trabajo que ha sido completado en la clase. Con cuanta frecuencia se debe comunicar. La frecuencia en la que se debe comunicar con el maestro depende en la severidad del problema. En los casos de problemas serios, es posible que necesite hablar con el maestro diariamente. Sistemas formales como mensajes para la escuela y la casa o un diario son fácil de usar y toman poco del tiempo. En estos sistemas, al fin del día el maestro escribe una nota o llena una forma para informarle sobre problemas que ha tenido su hijo y lo manda a la casa para que usted lo lea. Si son diseñados correctamente, estos sistemas son una buena forma de comunicarse. Para problemas menos severos, comunicación semanal seria suficiente.

Haga lo que dijo que haría

Otro problema que ha sido reportado es que algunas veces el padre o el maestro no hace lo que han acordado hacer. Si usted le dijo al maestro que se comunicaría con él en alguna manera o haría algún trabajo relacionado con tarea o la escuela, trate de hacer lo que prometió. Por ejemplo, si usted dijo que revisaría y firmaría la tarea de su hijo cuando lo hiciera, asegúrese de hacerlo consistentemente. Asegúrese de notificar al maestro cuando no pueda hacer lo que se había sido acordado.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR

Aviso de cookies