Preguntas más frecuentes
¿A qué edad es un niño consciente de sus actos?
Esa pregunta está muy bien, porque es un problema que roza casi con lo legal, y se está viendo en los periódicos cómo continuamente se plantea ese problema, el cúando empieza a ser responsable un niño. Creo que ayer venía en el periódico que se ha bajado la edad penal hasta los 13. Es un problema gravísimo. Si atendemos a la evolutiva (la ciencia que estudia el desarrollo de un niño, tanto desde el punto de vista físico como psíquico), el niño empieza a tener conciencia de sus actos (conciencia precaria) aproximadamente en el filo de los 2 años. A esa edad el niño esconde las cosas que ha hecho mal, por ejemplo si ha roto una cosa la esconde, si ha pegado a un niño lo niega, miente, es decir ya sabe, ya vislumbra, que hay unas cosas que están bien y otras que están mal. Antes en absoluto. Por lo tanto, digamos que la simiente de la responsabilidad se planta a los dos años, que además coincide con otras pautas de desarrollo intelectual del niño.
Ahora bien, ¿cuándo es un niño absolutamente consciente de lo que hace? Yo diría que absolutamente consciente no lo es nadie nunca, porque si no no se harían ese tipo de cosas. Quiero pensar que el crimen no es rentable, a veces la realidad no nos da la razón del todo, pero yo creo que es una creencia (porque no se puede llamar de otra manera) más facilitante de la vida que otras. Pero de todas maneras, yo diría que un niño, al filo de los 12 años es mentalmente consciente de lo que hace, pero probablemente no es socialmente responsable de manera total sobre sus actos. A no ser en los casos en los que hay eximentes clarísimos de enfermedad, de falta absoluta de control por parte del sujeto. Ayer mismo, por casualidad, salió en televisión, en «Informe Semanal», el caso de un niño psicópata, que tenía como unos 6 años cuando agredió violentamente a un bebé tirándolo al suelo, y pegándole patadas y lo lesionó mentalmente para toda la vida. Y cuando le preguntaron a este niño por qué lo había hecho, dijo «porque me apeteció, porque quise hacerlo». Pero claro, ¿qué quiere decir querer? que le apetece hacerlo, es un niño que tiene una distorsión moral (y los psicópatas la tienen) de percepción social. Porque si el niño fuera consciente no diría eso, porque es ir en su contra. Diría «no me he dado cuenta, fue sin querer, fue un accidente, se me cayó». Pero es que el psicópata no tiene percepción social de lo que está bien o mal, y por lo tanto no tiene responsabilidad. Es un individuo que cuando ya es adulto hace ese mismo tipo de cuestiones, y es perfectamente responsable, porque realmente sabe lo que hace, lo que pasa es que no tiene sensación de culpa, en absoluto. Es un individuo que no está sometido a ninguna legislación moral, porque no la percibe, la expulsa, es un gran peligro.
Yo diría que mentalmente un niño a los 12 años sabe lo que hace, si es normal. Sin embargo, socialmente yo creo que se debería tener una actitud social de re-educación y no de castigo, porque éste último lo que consigue en la mayor parte de las veces es que ese niño esté en unos entornos en los que su conducta delictiva se incremente, y lo que se pretende es que socialmente llegue a una adaptación. Por lo tanto, yo diría que un niño a partir de los 12 años tiene que responsabilizarse de sus actos. Lo que tiene que ser distinto es qué tipo de acción ejerce la sociedad para un niño que delinque, es muy complicado.
¿El aumento de la agresividad infantil hoy tiene que ver con la permisividad?
Ese es el problema. La explicación, que no la he dicho antes: se considera que un 10% de la población infantil es agresiva, quiere decir patológicamente agresiva, porque agresión tenemos todos. Es un porcentaje parecido a otras muchas perturbaciones, ni más ni menos. Pero lo que ha producido la sociedad actual es una escalada en la frecuencia e intensidad de los actos delictivos de los niños. Y es terrorífico. Durante nueve meses del año pasado en los Estados Unidos hubo siete matanzas en la escuela protagonizadas por niños. Es muy grave, y yo creo que uno de los problemas es la pérdida de la pretensión de generar unos hábitos adaptativo precoces en los niños. Por eso he repetido varias veces que la educación social tiene que ser muy precoz y basada justamente en el eje de la adaptación social, que es el amor entre los padres y los hijos y a través de eso a la sociedad. La adaptación social es que uno se siente bien en una sociedad, y para sentirse bien tiene que tener una comunicación positiva con ella, y no se puede hacer, si no se inculca en los niños esa necesidad de atenerse a las reglas de la sociedad en la cual uno está inmerso.
¿Qué debemos hacer con un adolescente agresivo?
La agresión de un joven, es decir, adolescente, de 12 a 18 años, hacia sus padres, es perfectamente normal. ¿Por qué razón? Porque necesitan constituírse como individuos, y para ello tienen que ser autonormativos, y para serlo deben salirse de las normas que les dan. Y normalmente eso, que es la identificación, se llama así, se produce en oposición a los padres que, a última hora, han sido tu «yo». Los hijos son una especie de prolongación del «yo» de los padres, porque los padres decimos «haz esto, haz lo otro, vístete así, estudia esto…» es decir, somos los directores de los niños. Y los hijos, para asumir su propia responsabilidad necesitan salirse del poder paterno. Y además, como les quieren es muy difícil, y por eso agreden, porque les resulta difícil. Yo siempre recomiendo una cierta distancia física en el período álgido de la pubertad, porque hace que el niño efectivamente se tome en posesión a sí mismo, y al mismo tiempo no necesite agredir tantoa los padres, porque siempre es muy molesto, para estos y para los hijos. De esta forma, echan de menos a los padres, y empiezan a generar otro tipo de dinámica con la familia. Sin embargo, no todo el mundo puede hacerlo, ni siempre es adecuado, depende. Lo que sí es siempre adecuado es que los padres sean conscientes de que cuando tienen hijos adolescentes hay que soltar, hay que hacerlo, porque los chicos necesitan hacer su interiorización de la norma, no pueden estar sometidos a una norma externa, tiene que nacer de ellos. Y si uno ha puesto bien las piedras esa interiorización se da, y luego ellos generan sus normas, que son las reglas sociales, las que nosotros les hemos dado. Naturalmente que se corren riesgos, es evidente, la vida es un riesgo.
¿Qué hacer cuando un bebé tiene miedo?
Alrededor de los 8 meses, muchos bebés demuestran miedo o cautela hacia las personas que no conocen bien. A medida que el bebé se mueve más, se empieza a alejar lentamente de usted.
- Esto puede ser alarmante para el bebé, motivo por cual se apega más a usted y evita extraños. El bebé ya distingue entre la gente que conoce y aquellos que no conoce.
- El bebé necesita reafirmación mientras está lejos de usted, especialmente si está cansado, aburrido o frustrado. Un juguete, una cobija, un peluche o el dedo pulgar le ayudan, a veces, a sentirse más seguro.
- El llanto y tratar de alejarse de una persona extraña son reacciones menos comunes que aquellas reacciones neutrales; como una mirada seria y vigilante, por ejemplo.
- Algunos bebés son capaces de mirar a la persona nueva, luego mirar hacia otro lado varias veces y después sonreírle.
- A los abuelos y a las amistades les es difícil entender por qué el bebé se altera cuando ellos lo miran o lo quieren tomar en sus brazos. Es necesario tener paciencia.
- No deje que cualquier desconocido tome en brazos al bebé. Sosténgalo usted mientras conoce a la persona, y pídale al «extraño» que le ofrezca al bebé un juguete favorito. Deje que el bebé haga nuevas amistades a su propio paso.
- Dar palmadas al bebé no es una buena idea
- Todos los padres usan algún tipo de castigo con los niños–por ejemplo, quitarle un juguete.
- Nadie debe pegarle a un niño menor de 3 años. A ningún bebé se le debe pegar jamás. En muchos países se considera una ofensa a la ley. En muchos estados también es considerado ilegal en las guarderías infantiles.
- Pegarle a un bebé es peligroso. Cada año muchos bebés sufren lesiones de esta manera. Además las palmadas nunca funcionan como castigo. Los bebés son muy pequeños para entender, ellos no aprenden por la fuerza y las palmadas le provocan más llanto al tiempo que usted se siente más mal.
- Cuando el bebé hace algo que a usted no le gusta, distráigalo con otra actividad que usted considere interesante. Enséñele mejores alternativas.
- Tal vez usted se molesta cuando el bebé la despierta en la noche llorando, o porque ensucia el pañal inmediatamente después de cambiarlo. No se olvide, el bebé no hace nada a propósito para enojarlo. El bebé todavía está muy pequeño para hacerlo intencionalmente. El bebé no puede hacer nada para controlarse, por lo cual no tiene sentido enojarse con él.
¿Qué puede hacer usted? Llame a una amiga y pregúntele que haría ella. Pida a alguien que cuide a su bebé mientras usted sale a dar un paseo.
¿Qué podemos hacer si el niño no se quiere dormir?
Muchos niños de 8 meses tienen dificultad para calmarse e ir a dormir. ¡Están tan entusiasmados de poder sentarse, arrastrarse, gatear y explorar, que no quieren irse a la cama!
Los padres necesitan momentos de tranquilidad. No se sienta culpable si quiere disfrutar un poco de paz y tranquilidad o estar con su pareja. La hora de dormir del bebé la decide usted.
He aquí unos consejos para que la hora de dormir sea más fácil:
- Siempre ponga a su bebé a dormir más o menos a la misma hora.
- Ponga a su bebé a dormir en el mismo cuarto donde despertará.
- Cada noche, a la hora de dormir, acaricie, lea, cante o háblele al bebé. Las rutinas tranquilizan a los niños para dormir.
- Ponga una luz de noche en el cuarto de su niño.
Algunos bebés toman la costumbre de llamarle o tirar juguetes fuera de la cuna para que usted los recoja. Si usted no detiene estos hábitos enseguida, el bebé se despertará varias veces en la noche.
Cuando el bebé llora después de haberlo acostado, compruebe que todo está bien, pero mantenga la luz apagada y no lo levante. Si el bebé está bien, voltéelo hacia abajo, déle palmaditas en su espalda por uno o dos minutos y déjelo.
Si después de tratar esto por varias semanas el bebé todavía se despierta y llora durante la noche, trate de dejarlo que llore. Este consejo da buenos resultados para muchos padres. Escoja una noche durante el fin de semana. Cuando el bebé llore, verifique que todo esté bien y frote o de palmaditas en su espalda, luego dígale que regresará en 10 minutos.
Controle al bebé cada 10 minutos hasta que se vuelva a dormir, aunque todavía siga llorando. Probablemente no pasará más de una o dos noches para romper este hábito para siempre.
Dejar que el bebé llore así puede ser difícil para usted. Prepárese. El bebé puede llorar por horas. Si usted se rinde después de una hora, lo puede acostumbrar a llorar por períodos más largos.
Para ampliar información: Insomnio
¿Cómo ayudar a su niño a manejar la ansiedad durante los exámenes?
¿Qué es la ansiedad a los exámenes?
La ansiedad a los exámenes es la inquietud o temor que un estudiante siente antes, durante o después de un examen por preocupación o temor al fracaso. Todos experimentamos ansiedad de vez en cuando; de hecho, los niveles bajos de ansiedad motivan a los estudiantes a estudiar y hacer bien. Sin embargo, cuando la ansiedad interfiere con tomar exámenes y el aprendizaje, puede causar que los estudiantes .tengan la mente en blanco. o experimenten dificultad para concentrarse, limitando su habilidad de pensar claramente y hacer un mejor trabajo. Una buena noticia es que los padres pueden ayudar a sus niños a manejar la ansiedad a los exámenes.
¿Cómo se siente?
Algunos estudiantes presentan síntomas físicos incluyendo mariposas en el estómago, manos frías o sudadas, dolor de cabeza, nausea, sensación de frío o calor, o sensación de mareo(a). Otros manifiestan sentirse con ganas de llorar o salir del salón y no tomar el examen. Además, otros se sienten con coraje o inútiles.
¿Qué Puedo hacer como Padre?
Los Primeros Pasos Prácticos
- Asegúrese que su niño(a) duerma lo suficiente, coma un desayuno saludable y llegue a la escuela a tiempo.
- Asegúrese que su niño(a) tenga los materiales necesarios (cuadernos, lápices, etc.).
- Hacer bien un examen es más fácil cuando el estudiante ha estado completando las tareas con regularidad, incluso al estudiar y leer. Animar a su niño(a) a completar la tarea cada día es importante y de gran ayuda.
Sugerencias específicas
- Anime a su niño(a) a querer tomar un examen. Usted puede hacer esto reforzando sus esfuerzos, incluyendo el estudiar y el hacer las tareas, en vez de enfocarse en alcanzar cierta nota.
- Ayude a su niño(a) a reducir el temor y la ansiedad. Esto puede ser logrado con entusiasmo, elogios y, a veces, recompensas pequeñas por hacer su mejor esfuerzo a pesar de sentir preocupación.
- Los niños ansiosos tienden a tener pensamientos negativos (.Voy a fracasar en este examen. o .Yo hago mal en cada examen.). Usted puede enseñarle a su niño(a) a desafiar estas ideas mirando a las evidencias en contra de cada pensamiento negativo. (.¿Es cierto que fracasas en cada examen? ¿Qué pasaría si estudiaras?.). Finalmente, ayude a su niño(a) a encontrar un pensamiento más optimista para usar cada vez que tenga pensamientos negativos (.Cuando yo estudio yo paso los exámenes.).
- Enséñele a su niño(a) como relajarse a través de técnicas simples como el respirar profundo y la meditación. El relajarse es una habilidad que requiere aprendizaje y práctica, entonces mantenga las prácticas cortas y simples. Hágalo una actividad familiar, donde todos tomen el tiempo para respirar profundamente: usted puede enseñar dándole el ejemplo. Use las técnicas usted, por ejemplo, cuando se frustre mientras maneja. Anime a su niño(a) a practicar las técnicas en situaciones verdaderas (por ejemplo, antes de ir a un evento familiar que le produzca estrés).
¿Qué debo evitar?
- Evite el consuelo excesivo, como el decir repetidamente, .¡Harás fantástico!. Demasiado consuelo causa que los niños ansiosos busquen desacreditar la opinión de sus padres.
- Evite decirle exactamente lo que debe hacer. Es más efectivo hacer un plan realista para estudiar y luego tomar el examen. Al cumplir el plan efectivamente, su niño se sentirá más en control de la situación y de sus logros. Trate de incorporar tiempo de relajación en el plan de su niño(a).
- No ignore el problema esperando que desaparezca solo.
- No sea impaciente (.¡Ya toma el examen y olvídate!.).
- No permita que el niño(a) evite la situación (.Te puedes quedar en casa hoy.).
¿Cuándo debo buscar ayuda profesional?
Los estudiantes con esta clase de ansiedad pueden empeorar en su función académica, y son más propensos a repetir un grado y no funcionar bien en otras actividades que requieren aprendizaje nuevo (Campbell, 1986). La ansiedad a los exámenes también ha sido relacionada con una auto-estima baja y el rechazo a la escuela Ollendick & Meyer, 1984). Aunque es normal el exhibir un cierto grado de ansiedad a los exámenes, hay ayuda disponible si el problema persiste o si los síntomas interfieren con la ejecución escolar.
El reducir la ansiedad a los exámenes no será efectivo si los niños no saben como estudiar y tomar exámenes. El enseñarles como estudiar y las estrategias para tomar exámenes son efectivos en ayudar que los estudiantes trabajen mejor en la escuela.
Desarrollado y escrito por Lori Evans, Ph.D. y los empleados del NYU Child Study Center