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Recursos para fomentar la alegría en los niños

“La alegría y el amor son dos alas para las grandes acciones.» Goethe

Definición

La alegría es una de las emociones básicas del ser humano, junto con el miedo, la ira, la tristeza y la sorpresa.

Es un estado de ánimo agradable y vivo, fresco y luminoso, generador de bienestar general, que produce altos niveles de energía y una disposición a la acción constructiva. Es un estado de ánimo que generalmente se manifiesta con signos externos por lo que puede ser percibido por otras personas, ya que quien experimenta alegría, la revela en su apariencia, lenguaje, decisiones y actos.

Hay expertos que distinguen entre la alegría pasajera, fruto de un encuentro con un amigo o un chiste, y la alegría como instalación vital, que es una tendencia creada en la persona a percibir preponderantemente la parte positiva de la vida.

Esta alegría como instalación vital es la que los padres y educadores deben fomentar en los niños.

¿Que es una emoción?

Etimológicamente, el término emoción viene del latín emotio, -onis que significa impulso que induce a la acción.

Fisiológicamente, las emociones organizan con inmediatez las respuestas de los distintos sistemas biológicos ante un cambio externo: desde el sistema endocrino a las expresiones faciales, músculos, voz y sistema nervioso, con la finalidad de establecer un medio interno óptimo para la respuesta más efectiva.

Psicológicamente, las emociones alteran la atención, modifican la conducta y activan redes asociativas relevantes en la memoria.

Conductualmente, las emociones sirven para priorizar el entorno, impulsando la elección de ciertas personas, objetos, acciones, ideas y alejando otras.

Ya sabemos lo que es la alegría, una emoción, un estado de ánimo, ahora nos preguntamos ¿cómo se despierta esta emoción?

¿Cómo se despierta la alegría?

Sabater recuerda que Ortega y Gasset decía que alegría y aligerar comparten idéntica raíz etimológica, por lo que hacer la vida más ligera es lo que produce alegría: la nuestra y la de los demás.

El arte, el amor, la ética son mecanismos de aligeramiento de la vida, un gran invento e intento para inducir, renovar y conservar la alegría humana, en lo que tiene de humana, de social.

Sobre estos tres grandes inventos humanos proponemos ejercicios a los padres y educadores como ejemplo de formas para fomentar la alegría en los niños. A la comprensión e imaginación de los padres y educadores dejamos el ajuste de los ejercicios a la edad concreta del niño.

Ejercicios para mejorar la alegría a través del arte

  • Música
    El niño desde el vientre materno comienza a sentir la vinculación entre el ser humano y el apasionante mundo del ritmo y los sonidos. El niño en el vientre materno se encuentra inmerso en un ambiente sonoro acuático: percibe la voz de la madre, su respiración, los latidos del corazón, el flujo sanguíneo, las palabras, la música y el ruido exterior atenuados por el líquido amniótico.
    Una vez nacido su oído percibe el silencio de la soledad, los pasos, las palabras y la música lo sigue acompañando a través de nanas y canciones de cuna desgranadas a cualquier hora del día, las cuales acunan también esperanzas, miedos, sueños o proyectos sin que importen la tonalidad, el registro, o la afinación del intérprete.
    A través de ese repertorio vocal inaugural, aprenderá que la música no es sólo una sucesión de sonidos. Por la canción elegida y la forma en que esta es cantada, intuirá inconscientemente cuando en su madre se alternan la angustia y la alegría.
    También aprenderá que la música y el canto, aún el más rudimentario, no son sólo pasatiempos, sino, alegría, alivio y consuelo.
    En los ejercicios se puede distinguir entre la pura audición y la intervención del niño, que podrá ser en acompañando el canto y/o con instrumentos de ritmo (crótalos, castañuelas, triángulo, maracas, pandereta…)

    • Audición
      • Cuentos: es bueno acostumbrar al niño a escuchar narraciones desde la cuna, este prestar atención inicial le ayudará posteriormente en clase. Aunque en un principio no le interese la historia , siempre le interesará la voz de quien narra la historia, y aprenderá a distinguir tonos y cadencias. Los cuentos deben ser idóneos y repetitivos, no tanto en las historias como en las palabras fundamentales de la narración.
      • Canciones: no solo canciones infantiles y clásicas, también alimentan la alegría las canciones modernas, sus letras y sobre todo las melodías le quedan al niño en la memoria desde el año y medio aproximadamente. Como ejemplo de puede jugar a silbar una melodía y preguntar al niño por el nombre de la canción.
      • Discos: aunque es mejor el cantar con el niño, la presencia de las ondas es más impactante en el canto directo y compartido, la posibilidad de escuchar música “enlatada” de todos los tiempos en todos los rincones de la casa es hoy una posibilidad real y útil que ha de aprovecharse.
    • Instrumentos de acompañamiento, no los compre, fabríquelos con el niño y déle uno cualquiera para poner a prueba su capacidad y sentido del ritmo. Se quedará asombrado. Y el niño entretenido, pero recuerde estos son ejercicios para mejorar su alegría, es decir, no le regañe porque tenga mal oído (que también puede darse). Hacer música con los niños debe ser un placer para los dos, o para cuantos quieran participar en improvisada orquesta.
  • Artes plásticas: no espere a que el niño entre en el colegio para ofrecerle la posibilidad de ejercitar sus habilidades artísticas y desarrollar con ellas la alegría de vivir haciendo. Deje que pinte, esculpa y haga recortes desde los diez meses. No importan lo garabatos, lo importante es el esfuerzo por hacer, por conseguir objetos artísticos, y por lograr alegría al mostrar sus resultados. Cuelgue los dibujos de la nevera con imanes, el niño apreciara su apreciación. Modifique el orden, con que en cualquier ventana pone “sus esculturas”. Es tenerlas en cuenta. Deje que se ensucie convenientemente (es decir con pintura que se lava) y a partir de los tres años déjele manejar una tijeras para recortar y pegar sus “collages”.
  • Expresión corporal
    El niño siente su cuerpo con mucha más intensidad por si incipiente racionalidad. La alegría que le produce sentirse acunado y que posteriormente se transformará en sentido del equilibrio, es preciso incrementarla conforme crezca a través del baile y con dos o tres años de la interpretación.

Ejercicios para mejorar la alegría a través del amor

La necesidad de ser queridos es tan fuerte en los bebés, que se ha podido comprobar en los hospitales pediátricos que los bebés que eran sostenidos en brazos mientras se les deba el biberón engordaban más -tomando la misma cantidad- que aquellos a los que se les suministraba el biberón desde la cuna.

La necesidad de contacto físico del bebé ha hecho que en estos hospitales se introduzca como elemento curativo la figura de la madre.

Los niños necesitan sentirse queridos física y psíquicamente, de forma global y total en primerísimo lugar por sus padres, después por sus familiares cercanos, cuidadores y profesores. El amor es la gran escuela de la alegría de vivir.

El amor debe ser percibido por el niño a través de los cinco sentidos corporales: vista, oído, olfato, gusto y tacto. Debe : acunar, mecer, acariciar, abrazar, masajear; el amor a los niños incluye miradas, sonrisas, mensajes, palabras, canciones; abarca desde el primer despertar al último sueño, incluyendo comidas, baños, bailes, paseos…

Ejercicios para mejorar la alegría a través de la ética

Decía Julián Marías que la ética es el tratado de lo mejor. Es, elegir en conciencia no lo bueno sino lo mejor. Y afirmaba “ser persona es poder ser más”. Todo niño sano desea crecer en edad y conocimiento. A ello, a este “ser más” a cada instante, se aplica con interés el bebé desde el primer día de vida.

El conocimiento en los primeros meses de vida se aprende por pura experiencia, a través del comportamiento propio y de la percepción del comportamiento ajeno, pero familiar.

Si los padres, y muy en concreto la madre, aplauden el buen hacer del bebé, sus logros y progresos, por mínimos que sean, son fruto del esfuerzo, el niño irá crecientemente gustando el hacer bien las cosas por el placer que suponen en conciencia y en aplauso. El sentido del logro inicialmente va unido al aplauso social, de forma que el esfuerzo de conseguir, ya sea agarrar el objeto deseado, gorjear, sonreír, voltearse, alzarse, sentarse, o dar el primer paso, suele ser con frecuencia anterior en tiempo y mas importante en intensidad, en los hermanos mayores que en los benjamines. Pero una vez establecido el mecanismo de autosatisfacción por el esfuerzo realizado, sin necesidad de público, ni del consiguiente aplauso, el niño vuelve a intentar a solas agarrar, sonreír, voltearse…Y cuando lo consigue se ríe feliz, él solo con su logro a cuestas.

En este mecanismo, tan sencillo como primario, se encuentran encerrados muchas claves para la felicidad posterior de cada persona, de su capacidad para sobrellevar las inclemencias de la vida y de su resurgir tras una derrota.

Bibliografía

  • Crear con papel: (manualidades divertidas), Varios autores. Ed. RBA Libros, Barcelona 2006
  • Eco manualidades, Inés Bayo, Marta Abón. Ed. Erola, 2008
  • Taller de manualidades: ideas creativas para desarrollar la educa cion artistica del niño. Varios, Ed. Parramón Ediciones, SA. Madrid 2006
  • Manos maravillosas nº 55: manualidades para escolares. Varios, Ed. De Vega Publicaciones. Madrid 2005

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