Cómo evitar las malas compañías
Los amigos pueden influenciar a los niños a hacer algo que ellos no quieren hacer. Esta influencia es parte de la vida de casi todos los niños. Los niños están sujetos a esta influencia y sucumben a ella tarde o temprano. Aunque los padres no pueden proteger a sus hijos de esta influencia, hay ciertos pasos a seguir para aminorar su efecto.
Malas compañías
Los niños se inclinan a las malas compañías por una variedad de razones. Algunos niños lo hacen por atraer atención (de los padres y amigos), otros lo hacen por compañerismo, otros por la emoción que causa el meterse en problemas, otros como fórmula para rebelarse contra sus padres, otros porque no tienen suficiente amor propio y/o confianza en ellos mismos.
Al igual que con la influencia de los amigos, hay ciertos pasos que los padres pueden tomar para aminorar los efectos que las malas compañías pueden tener en sus hijos.
Lo que los padres pueden hacer
- Forje una amistad cercana con sus hijos, si no lo ha hecho todavía. Los niños que tienen una amistad cercana con sus padres suelen identificarse mejor y se esfuerzan más para complacer a sus padres. Los niños que están cercanos a sus padres también suelen recurrir más a sus padres cuando se encuentran en problemas o tienen dificultades.
- Fomente la personalidad y la independencia de sus hijos. Una de la formas mejores de lograr esto es que los padres demuestren esta conducta. Los padres que se resisten contra la presión de sus propios amigos enseñan a sus hijos una gran lección. Los padres que expresan su personalidad logran lo mismo. Los padres también deben discutir lo que es la independencia con sus hijos. Y sobre todo deben destacar la importancia de ser uno mismo, de tener personalidad propia y hacer lo que cada uno crea que está bien.
- Ayude a sus hijos a comprender la influencia de los amigos. Los niños estarán más capacitados a resistir las malas influencias y las malas compañías si tienen un mejor entendimiento del proceso psicológico por el cual se cambia la propia decisión. Los padres deben asegurarse de que sus hijos sepan que todos los niños, inclusive los adultos, están sujetos tarde o temprano a la influencia de los amigos. Los padres también pueden explicarles que es normal que los niños sientan la necesidad de adaptarse y convivir con sus amigos, dando así cabida a la mala influencia. Cuando los niños tengan un mejor entendimiento de este proceso y de las emociones relacionadas con las presiones de las amistades, estarán más capacitados a resistir las malas influencias.
- Enseñe firmeza. Los padres deben enseñar a sus hijos a hacer valer sus creencias con razonamientos. Esto se puede lograr por medio de la imitación. Requiere por parte de los padres la práctica de dar diferentes respuestas a situaciones similares. Con mucho cariño diga «NO» a sus hijos cuando sea necesario, pero ofrezca razones justificadas para esa respuesta y haga ver que unas veces es positiva y otras negativas pues las circunstancias pueden ser diferentes frente a una misma acción: por ejemplo ir al cine. Una veces será «si» cuando la película sea buena, el horario conveniente, la compañía adecuada y los deberes estén realizados. Y otras veces será «no» cuando sea tiempo de exámenes, esté resfriado, o exista una fiesta familiar en casa…Este modelo le dará oportunidad al niño a practicar a decir «NO» a sus amigos. Los padres también pueden enseñar a sus hijos a resolver problemas cuando los amigos los presionan, quizás sugiriendo otras actividades, o explicando porqué se niegan a participar en ciertas actividades.
- Planeé actividades familiares con regularidad y frecuencia. Los padres deberían esforzarse en participar con frecuencia en actividades familiares, desde que sus niños son pequeños. Los padres deberían planear actividades en las cuales pueda participar toda la familia, como paseos, caminatas en el parque, deportes, visitas culturales, etc. Los padres que dedican parte de su tiempo en actividades divertidas con sus hijos, tienen más oportunidad de desarrollar amistad con ellos. Los niños que pasan más tiempo con sus familias pueden resistir mejor las malas influencias.
- Apoye las amistades con modelos ejemplares. Los padres deberían facilitar a sus hijos a desarrollar amistades con niños de cualidades positivas. Esto se puede lograr invitando a estos niños a jugar o a pasar el fin de semana con la familia. Los padres también pueden apoyar a sus hijos para que participen en actividades de grupo (por ejemplo los boyscouts, deportes, grupos de la iglesia) los cuales requieren interacción con modelos ejemplares.
- Conozca los amigos de sus hijos y sus padres. Los padres deben esforzarse en pasar algún tiempo con los amigos de sus hijos para conocerlos mejor. También deberían intentar conocer a los padres de los amigos de sus hijos. Al hacer esto, los padres pueden ver si los amigos de sus hijos ejercen buena influencia, y si las familias de los amigos comparten sus mismos valores y actitudes.
- Entérese donde están sus hijos y lo que están haciendo. Cuando los niños están en casa, los padres deben supervisar sus actividades. Cuando los niños están fuera de casa, los padres deben asegurarse de saber donde están sus hijos, con quién están y qué están haciendo.
- No critique a los amigos de sus hijos, critique la mala conducta. Cuando sus hijos tienen amigos de mala influencia, no es bueno que los padres los critiquen. En muchos casos, los niños se ponen a la defensiva y continúan con tales amistades ya sea por lealtad o para rebelarse contra sus padres. En lugar de criticar las malas amistades, los padres pueden y deben discutir ciertos aspectos de su conducta y/o acciones. Con ejemplos : » Me parece que cada vez que Julia viene a jugar, tu desobedeces alguna regla de esta casa.»
- Trate de encontrar la razón y discútala. Los niños se dejan llevar por la presión de los amigos y desarrollan amistades con malos compañeros por muchas razones. Los padres deben tratar de encontrar las razones y luego intentar a resolver el problema. Por ejemplo, si un niño se deja llevar por la presión de los amigos porque el o ella carece de la confianza necesaria para resistirse a su influencia, entonces los padres pueden tomar pasos para que sus hijos mejoren la confianza en si mismos.
- Promueva una variedad de amistades. Los padres deben de apoyar a sus hijos a que tengan muchos amigos diferentes. Esto los expondrá a otros niños con diferentes actitudes e ideas. Esto también promueve la personalidad, y hace que los niños no se dejen llevar por presiones de ningún grupo.
- Elogie la firmeza. Los padres deben felicitar efusivamente a sus hijos cuando actúan con firmeza. La conducta que es elogiada es más propicia a ser repetida.
- Mantenga la disciplina. Si los niños se dejan llevar por la influencia de los amigos y hacen algo inapropiado, o si se meten en problemas por culpa de las malas amistades, los padres deben aplicar castigos u otra forma de disciplina. Sermonear posiblemente no será suficiente para erradicar este tipo de conducta en el futuro. Los castigos pueden ser limitar los privilegios, no permitir al niño a pasar tiempo con el grupo o el amigo con el cual se metió en problemas, o corregir el daño que el o ella han causado (limpiar una tapia, barrer la basura desperdigada, componer un cristal roto, etc.)
- Busque ayuda. Si su hijo se deja llevar continuamente por la influencia de sus malos amigos, o si se mete reiteradamente en problemas por las malas compañías, no deje de consultar a un psicólogo.