Sí se puede. Cuentos cortos
Para una mujer muy especial
Siempre ten presente que:
La piel se arruga
El pelo se vuelve blanco
Los días se convierten en años…
Pero lo importante no cambia;
Tu fuerza y tu convicción, no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés viva, siéntete viva.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas …
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
¡¡¡Pero nunca te detengas¡¡¡
Madre Teresa de Calcuta
Puedes hacerlo todo
Si tienes entusiasmo, puedes hacerlo todo.
El entusiasmo es la levadura que hace
Crecer nuestras esperanzas,
Hasta alcanzar las estrellas.
El entusiasmo es el brillo en nuestroa ojos,
La vivacidad en nuestro andar,
La fuerza en nuestras manos.
El Ímpetu irresisitible en nuestra voluntad
Y de nuestra energía.
Que nos lleva a realizar nuestras ideas.
Los entusiastas son los triunfadores,
Ellos tienen fortaleza,
Ellos tienen tenacidad.
El entusiasmo es la base de todo progreso.
Con él se consigue crear,
¡Sin él, todo son excusas¡.
Las estaciones
Había un hombre que tenia cuatro hijos. Como buen padre quería que sus hijos aprendieran a no juzgar las cosas rápidamente; entonces envió a cada hijo, por turnos, a ver un árbol de peras que estaba a una gran distancia.
El primer hijo fue en el Invierno, el segundo en Primavera, el tercero en Verano y el hijo mas joven en Otoño.
Cuando todos ellos habían ido y regresado, el padre los llamo y juntos les pidió que describieran lo que habían visto.
El primer hijo menciono que el árbol era horrible, parecía seco, estaba sin hojas, doblado y retorcido.
El segundo dijo que no, que estaba cubierto con finos brotes verdes y lo encontró lleno de promesas.
El tercer hijo no estuvo de acuerdo, dijo que estaba cargado de flores con un aroma muy dulce y se veía muy hermoso, que era el árbol mas lleno de gracia que jamás había visto.
El último de los hijos no estuvo de acuerdo con ninguno de ellos, afirmó que había visto un árbol maduro, cargado de fruto, empezándosele a caer algunas hojas pero pleno de vida.
Entonces el hombre les explico a sus hijos que todos tenia razón, pero una razón parcial por que ellos solo habían visto el árbol en una de las estaciones de la vida. Les dijo que no deben de juzgar a un árbol, o a una persona, por ver tan sólo una de sus temporadas, y que la esencia de lo que la vida es, el placer y el amor que acompañan a la vida, solo puede ser medida al final, cuando todas las estaciones han pasado.
Si te das por vencido en el invierno, habrás perdido la promesa de la primavera, la belleza del verano y la satisfacción del otoño.
Persevera a través de las dificultades y malas rachas… mejores tiempos vendrán.
El último cachorro
El dueño de una tienda estaba colocando un anuncio en la puerta:
«Cachorritos en venta».
Esa clase de anuncios siempre atraen a los niños, y pronto un pequeño apareció en la tienda preguntando: » Cuál es el precio de los perritos?»
El dueño contestó: «Entre 40 y 50 euros».
El niño metió la mano en su bolsillo y saco unas monedas: «Solo tengo 5 euros… puedo verlos?».
El hombre sonrió y silbo. De la trastienda salió su perra corriendo seguida por cinco perritos. El último de los perritos estaba quedándose considerablemente atrás. El niño inmediatamente señalo al perrito rezagado que cojeaba.
«Que le pasa a ese perrito?», preguntó.
El hombre le explicó que cuando el perrito nació, el veterinario le dijo que tenía una cadera defectuosa y que cojearía por el resto de su vida. El niño se emocionó mucho y exclamó: «Ese es el perrito que yo quiero comprar!».
El dueño le replico: «No, tu no vas a comprar ese cachorro, si tu realmente lo quieres, yo te lo regalo».
Entonces el niño se disgusto, y mirando directo a los ojos del hombre le dijo:
«No, Yo no quiero que usted me lo regale. El vale tanto como los otros perritos y yo le pagare el precio completo. De hecho, le voy a dar mis 5 euros ahora y 5 cada mes hasta que lo haya pagado completo».
El hombre contesto: «Tu en verdad no querrás comprar ese perrito, hijo. El nunca será capaz de correr, saltar y jugar como los otros perritos».
El niño se agachó y se levantó la pierna de su pantalón para mostrar su pierna izquierda, cruelmente retorcida e inutilizada, soportada por un gran aparato de metal.
Miró de nuevo al hombre y le dijo: «Bueno, yo no puedo correr muy bien tampoco, y el perrito necesita a alguien que lo entienda».
El hombre estaba ahora mordiéndose los labios, y sus ojos se llenaron de lagrimas… sonrió y le dijo: «Hijo, solo espero y rezo para que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tu».
En la vida no importa como eres, lo importante es que alguien te aprecie por ser quien eres, y te acepte y te ame incondicionalmente.
En la diversidad esta la perfección
Dios estaba en el cielo mirando cómo actuaban los hombres en la Tierra. Entre ellos, la desolación reinaba.
-!Mas de cinco mil millones de seres humanos son pocos para alcanzar la magnificencia divina del amor! Suspiro el Señor.
El Padre vio a tantos hermanos en guerra, esposos y esposas que no completaban sus carencias, ricos y pobres apartados, sanos y enfermos distantes, libres y esclavos separados, que un buen día reunió a un ejército del ángeles y les dijo: -¿Veis a los seres humanos? ! Necesitan ayuda! Tendréis que bajar vosotros a la Tierra.
¿Nosotros?-, dijeron los ángeles ilusionados, asustados y emocionados pero llenos de fe.
– Sí, vosotros sois los indicados. Nadie más podrá cumplir esta tarea. ! Escuchad! : cuando cree al hombre, lo hice a imagen y semejanza mía, pero con talentos especiales para cada uno. Permití diferencias entre ellos para que juntos formasen el reino. Así lo planee. Unos alcanzaran riquezas para compartir con los pobres. Otros gozaran de buena salud para cuidar a los enfermos. Unos serán sabios y otros muy simples para procurar entre ellos sentimientos de amor, admiración y respeto. Los buenos tendrán que rezar por los que actuaran como si fueran malos. El paciente tolerara al neurótico. En fin, mis planes deben cumplirse para que el hombre goce, desde la tierra, la felicidad eterna. Y para hacerlo, ! vosotros bajareis con ellos!
-¿De que se trata, Señor?. Los ángeles preguntaron inquietos.
Entonces el Señor explicó el deber.
– Cómo los hombres se han olvidado de que los hice distintos para que se complementasen unos a otros y así formaran el cuerpo de mi hijo amado, como parece que no se dan cuenta de que los quiero diferentes para lograr la perfección, bajaran ustedes con notables distinciones.
Y dio a cada uno su tarea. -Tú tendrás memoria y concentración de excelencia: serás ciego;
-Tú serás elocuente con tu cuerpo y muy creativo para expresarlo: serás sordomudo;
-Tú tendrás pensamientos profundos, escribirás libros, serás poeta: tendrás parálisis cerebral;
-A ti te daré el don del amor y serás su persona, habrá muchos como tú en toda al Tierra y no habrá distinción de raza porque tendrás la cara, los ojos, las manos y el cuerpo como si fuereis hermanos de sangre: tendrás síndrome de Down;
-Tú serás muy bajo de estatura y tu simpatía y sentido del humor llegarán hasta el cielo: serás gente pequeña;
-Tú vivirás en el tierra, pero tu mente se mantendrá en el cielo, preferirás escuchar mi voz a la de los hombres: tendrás autismo;
-Tú disfrutaras de la creación tal y como he querido que todos los hombres lo hagan, mientras otros se dedican a pensar en la ciencia y a la tecnología, tu gozaras mirando a las hormigas y a las mariposas, serás feliz, muy feliz: tendrás discapacidad intelectual y amaras a todos porque no harás juicio de ninguno.
-Tú serás hábil como nadie, te faltaran brazos y harás todo con las piernas y la boca.
Al último ángel le dijo, el Señor:
-Tú serás genio, te quitaré las alas antes de llegar a la tierra y bajaras con la espalda ahuecada; los hombres repararan tu cuerpo, pero tendrás que ingeniartelas para triunfar. Tendrás mielomeningocelle que significa miel que vino del cielo.
Los ángeles se sintieron felices con la distinción del Señor, pero les causaba enorme pena tener que apartarse del cielo para cumplir su misión.
-¿Cuanto tiempo viviremos sin verte? ?Cuanto tiempo lejos de ti ?
-No os preocupeís, estaré con vosotros todos los días. Además esto durara solo entre 60 y 80 años terrenos.
-Esta bien, Padre, será como decimos 80 años terrenos que son un instante en el reloj eterno. Aquí nos vemos «al ratito»-. dijeron los ángeles al unísono y bajaron a la Tierra emocionados.
Todos llegaron al vientre de la que sería su madre. Ahí se formaron durante seis, siete, ocho o nueve meses, según el caso. Al nacer, todos fueron recibidos con profundo dolor, causaron miedo y angustia. Algunos padres rehusaron la tarea; otros la asumieron enojados; otros se echaron culpas hasta disolver su matrimonio y otros lloraron con amor y aceptaron el deber.
Sea cual sea el caso, como los ángeles saben su misión y sus virtudes son la fe, la esperanza y la caridad, además de otras, todas gobernadas por el Amor, ellos han sabido perdonar, y con paciencia pasan la vida iluminando a todo aquel que los ha querido amar.
Siguen bajando ángeles a la Tierra con espíritus superiores en cuerpos limitados y seguirán llegando mientras haya humanidad en el planeta. Dios quiere que estén entre nosotros para darnos la oportunidad de trabajar por ellos, para aprender de ellos. Y trabajar es servir; servir es vivir y vivir es amar, porque la vida se nos dio para eso. El que no sirve, no sirve para vivir. Y mientras esto ha sucedido a lo largo de la historia de la humanidad, y, como los tiempos de Dios son eternos, pensemos en Cristo aquí y ahora. Alguien le pregunta al referirse a un ciego de nacimiento:
– Maestro, ¿quien pecó para que naciera así? El o sus padres.
-Ni el ni sus padres: nació así para que se manifiesten en el las obras de Dios
Juan 9,1
Y las obras de Dios también se hacen a través de los hombres. Estas obras son las de misericordia especialmente con aquellos que mas nos necesitan. ¿Ven porqué tantas las diferencias?
Tere García Ruiz
Estar en el hoyo
Un grupo de ranas iban atravesando un bosque y 2 de ellas cayeron En un hoyo muy profundo. El resto de las ranas se reunieron alrededor del hoyo. Cuando vieron que este era muy profundo, les dijeron a las 2 ranas que se dieran por muertas. Las 2 ranas ignoraron los comentarios y trataron de saltar con todas sus fuerzas para salir del hoyo. Las demás ranas siguieron diciéndoles que se detuvieran, que se dieran por muertas. Finalmente, una de las ranas hizo caso a lo que las otras ranas estaban diciendo y se dio por vencida. Se dejó caer al suelo y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como pudo. Nuevamente el grupo de ranas le gritaron que ya no sufriera intentando salir y que mejor se dejara morir. La rana saltaba más y más fuerte y finalmente logró salir. Esta rana era sorda y no le era posible escuchar los consejos de las otras. Ella pensó que sus compañeras estaban animándola todo el tiempo.
Esta historia nos enseña dos lecciones:
Nuestra boca tiene el poder de la vida y la muerte.
Una palabra de aliento a alguien que esta pasando por un mal momento puede reanimarlo y ayudarlo a salir adelante.
Una palabra destructiva a alguien que esta pasando por un mal momento puede ser lo único que se necesite para matarlo.
El destino y la estrella de Nico
Era un duro invierno, entre las heladas y el frío, el pobre Nico estaba pasando las peores Navidades de su corta vida. Si, las peores, porque a los 5 meses de vida, por culpa de unos cazadores sus padres habían iniciado el viaje del que no se vuelve, y afrontar todos los riesgos y peligros que nos ofrece esta vida, era una tarea muy dura para Nico.
Llevaba ya un año deambulando de aquí para allá, como un perro vagabundo más, sin encontrar a nadie que quisiera acogerlo y darle cobijo, pasando hambre, miedo, frío y rechazo a este frívolo mundo que le negaba un poco de amor y de cariño. Pero no todo va a ser tan negro, porque Nico, por otro lado, se encontraba libre de verdad, sin depender de nadie, que es como se aprende a luchar en esta vida.
Y así estaban las cosas en aquellas Navidades. Iba Nico por el bosque buscando algo que llevarse a la boca en aquel frío día, cuando vio a aquella pareja de niños jugando con la nieve. Nico sonrió para sus adentros y se acercó. De pronto, los niños pararon de jugar y miraron hacia el lugar donde se encontraba Nico. Al momento empezaron a llamarle y a hacerle señas para que se acercara y aunque Nico lo deseaba, estaba un poco receloso, porque conocía la maldad de los hombres, pero echo a correr hacia ellos, porque también pensó que no hay nada más tierno y más bonito que ver a un niño feliz.
Cuando estuvo con ellos, empezaron a correr y a jugar, haciendo muñecos de nieve, tirándose bolas de nieve, con esa inocencia que caracteriza a los niños y los hacen diferentes a los demás. Nico estaba pasando uno de los momentos más felices de su vida porque, aunque no lo supieran los niños, estaban significando mucho para él.
Ya al atardecer emprendieron el regreso a casa y Nico muy contento correteaba alrededor de ellos. Estaban en la entrada del pueblo cuando vieron acercarse aquel camión. Enseguida Nico se dio cuenta, con ese instinto especial que tienen los perros, de que en aquel camión había algo que no iba bien, y era cierto, porque aquel conductor venía del pueblo vecino y había estado tomando unas copas con los amigos celebrando la Navidad y se había pasado un poco con la bebida.
Nico empezó a ladrar fuerte porque no le gustaba aquello, cuando de pronto vio que el camión se iba directo a los niños, echó a correr hacia ellos con toda la velocidad que le daban sus patas y cuando ya casi los alcanzaba, el camión dio un brusco giro y se echó prácticamente encima de Nico, atrapándolo debajo de una de sus enormes ruedas.
Los niños gritaron de espanto al ver aquella escena y corrieron en seguida en socorro de Nico, pero cuando llegaron a él vieron que había dejado este mundo con una sonrisa en su pequeña boquita. Sí, había muerto sonriendo porque, aunque sólo fue por unas horas, conoció la felicidad y el sentirse querido por aquellos niños que tanto habían significado para él.
Vale la pena vivir, aunque solo sea por un momento de Felicidad.
Miguel Granados Hurtado
La madre especial
«Este año mas de 100,000 mujeres serán madres de niños con desarrollo limitado. Te has preguntado ¿cómo son escogidas estas madres? De alguna manera puedo imaginarme a Dios mirando por arriba de la tierra seleccionando los medios de propagación de los humanos con gran esmero y cuidado. Conforme El observa, le da instrucciones a un ángel para que anote en una gran libreta: «Gonzalez Peña hijo, Santo patrón…Sta.Cecilia Sánchez Carmen y upe, gemelas, Sto.patrón..,voy a asignarles a San Ignacio, el está acostumbrado a lo profano.
Finalmente le da un nombre al ángel y sonríe:
-Dale a ella un niño con desarrollo limitado.
El angel es curioso:- ¿Porque a ella, Señor? Ella es feliz…
-Exactamente, ¿cómo podría yo darle un niño con problemas a una madre que no sabe reír? Seria cruel.
-Pero,¿es ella paciente?, pregunta el ángel.
-Yo no quiero que ella tenga demasiada paciencia, o se hundiría en un océano de autocompasión y desolación. Una vez que el impacto y el resentimiento se hayan ido, ella sabrá manejarlo. Yo la observe hoy, es segura de si misma e independiente, lo que es necesario en una madre. Como veras el niño que voy a darle tiene su propio mundo y ella tendrá que permanecer en el suyo, lo cual no va a ser fácil.
-Pero Señor, dijo el ángel, yo no creo que siquiera ella crea en ti.
Dios sonríe
Eso yo puedo arreglarlo, ella tiene demasiado egoísmo.
Bombeck E.Motherhood
El árbol de los problemas
El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar su duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se estropeó y le hizo perder una hora de trabajo y ahora su antiguo camión se negaba a arrancar. Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invito a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación. Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazo a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa. Posteriormente me acompañó hasta mi coche. Cuando pasamos de nuevo cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunte acerca de lo que le había visto hacer un rato antes.
-Oh, ese es mi árbol de problemas, contesto. -Se que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez. Lo divertido es, dijo sonriendo, que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior.
El Ladrón de Galletas
Una mujer esperaba en el aeropuerto una noche, varias largas horas antes de su vuelo buscó un libro en la tienda del aeropuerto compró una bolsa de galletas y encontró un lugar donde sentarse.
Estaba ensimismada en el libro, pero logró ver, que el hombre que estaba a su lado, muy osado, tomaba una o dos galletas de la bolsa que estaba entre ellos lo cual ella trató de ignorar, para evitar una escena.
Leyó, comió galletas y miro el reloj, mientras el atrevido ladrón de galletas disminuía el contenido de la bolsa. Ella empezó a irritarse más y más a medida que transcurrían los minutos pensando si no fuera tan buena, le pondría un ojo morado.
Cada vez que ella tomaba una galleta, el también tomaba una. Cuando solo quedaba una, ella se pregunto lo que haría. El hombre con una sonrisa en el rostro, tomó la última galleta y la partió por la mitad.
Le ofreció una mitad y se comió la otra. Ella tomó su mitad y pensó: este hombre es atrevido y también descortés porque ni siquiera me demostró gratitud. Nunca se había sentido tan molesta, suspiró aliviada cuando anunciaron su vuelo. Tomó sus pertenencias y caminó hacia la puerta negándose a volver la mirada hacia el «ingrato ladrón» aunque escuchó a sus espaldas un sonriente: » buen viaje».
Abordó el avión y se sentó en su lugar. Buscó su libro en su equipaje, quedó sorprendida: dentro tenía una bolsa entera de galletas
Si mis galletas están aquí, exclamó con desesperación, entonces las otras eran de él y trató de compartirlas Era demasiado tarde para disculparse, comprendió con pesar, que ella era la descortés, la ingrata y la ladrona.
no pensemos mal de los demás por lo que vemos de ellos, ya que no sabemos las circunstancias de porque La gente actúa de esa manera, si juzgamos mal los sorprendidos seremos nosotros.
Besos en el aire
A menudo aprendemos mucho de nuestros hijos. Hace algún tiempo, un amigo castigó a su hija de tres años por desperdiciar un rollo completo de papel dorado para envolturas. Estaban escasos de dinero y el se puso furioso cuando la niña trató de decorar una caja para ponerla bajo el árbol de navidad.
A pesar de todo, la pequeña niña le llevo el regalo a su papa la mañana siguiente y le dijo: -Esto es para ti, papi.
El se sintió avergonzado de su reacción anterior, pero su enojo volvió cuando vio la caja vacía. El le grito:
-No sabes que cuando uno da un regalo, se supone que hay algo dentro de el?
La pequeña niña lo miró con lagrimas en sus ojos y dijo:
-«Papi, no esta vacía, yo tire besitos dentro de la caja, todos para ti, papito. El padre se sintió destrozado. El rodeo con sus brazos a su hijita y le rogó que lo perdonara. Mi amigo me dijo que el conservo aquella caja dorada junto a su cama por años. Cuando el se sentía desanimado, sacaba uno de aquellos besos en el aire y recordaba el amor con que su niña los había depositado allí.
Un hombre justo
Cuenta una antigua leyenda, que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer.
En realidad, el verdadero autor era una persona muy influyente del reino, y por eso, desde el primer momento se procuró un «chivo expiatorio», para encubrir al culpable.
El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas posibilidades de escapar al terrible veredicto: ¡¡ la horca !! El Juez, también complotado, cuidó no obstante de dar todo el aspecto de un juicio justo, por ello dijo al acusado: «Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en manos de El tu destino: vamos a escribir en dos papeles separados las palabras «culpable» e «inocente». Tu escogerás y será la mano del Dios la que decida tu destino».
Por supuesto, el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: «culpable» y la pobre víctima, aun sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa.
No había escapatoria.
El Juez convidó al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Este respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados, y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y con una extraña sonrisa, tomó uno de los papeles y llevándolo a su boca lo engulló rápidamente.
Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon airadamente…
-Pero ¿qué hiciste? !! Y ¿ahora…? ¿Cómo vamos a saber el veredicto…?! -Es muy sencillo, respondió el hombre. Es cuestión de leer el papel que queda, y sabremos lo que decía el que me trague…
Moraleja: Por más difícil que se nos presente una situación, nunca dejes de buscar la salida ni de luchar hasta el último momento.
!! Sea creativo…!! Cuando todo parezca perdido, use la imaginación..!!
En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento. (Einstein)
Gracias a la vida, que me ha dado tanto
Es muy de agradecer
Todo lo que tengo que limpiar después de la fiesta, porque significa que estoy rodeado de amigos.
Los impuestos que pago, porque quiere decir que tengo empleo.
La ropa que me aprieta un poco, porque significa que como lo suficiente.
La sombra que me vigila trabajando, porque significa que tengo luz del sol.
El patio que tengo que limpiar y arreglar, las ventanas que tengo que limpiar y las goteras que tengo que reparar, porque significa que tengo un hogar.
Todas las quejas que escucho acerca de mi gobierno, pues significa que tenemos libertad de palabra.
El espacio más lejano que encuentro en el estacionamiento, porque significa que soy capaz de caminar.
La cuota tan alta de luz que tengo que pagar, porque significa que puedo calentar mi hogar.
La viejita que canta desentonada detrás mío en la Iglesia, porque significa que puedo oír.
La montonera de ropa para lavar y planchar, pues significa que tengo con que vestirme a diario.
El cansancio y los dolores musculares al final del día, pues significa que estuve muy productivo.
El despertador que suena a diario temprano, por que significa que estoy vivo.
Recibir tanto correo electrónico y postal que me abruma a diario, porque, así se que tengo muchos amigos y gente que piensa en mi.
Reír llorando
Viendo a Garrik -actor de la Inglaterra- el pueblo al aplaudirle le decía: «Eres el más gracioso de la tierra, y el más feliz…» y el cómico reía, víctima del spleen los altos lores en sus noches más negras y pesadas, iban a ver al rey de los actores, y cambiaban su spleen en carcajadas.
Una vez ante un médico famoso llegose un hombre de mirar sombrío: «Sufro -le dijo-, un mal tan espantoso como esta palidez del rostro mío. Nada me causa encanto ni atractivo; no me importan mi nombre ni mi suerte, en un eterno spleen muriendo vivo, y es mi única solución la de la muerte».
-Viajad y os construiréis. -¡Tanto he viajado!
-Las lecturas buscad -¡Tanto he leido!
-Que os ame una mujer -¡Si soy amado!
-Un título adquirid -¡Noble he nacido!
-¿Pobre seréis quizá? -Tengo riquezas
-¿De lisonjas gustáis? -¡Tantas escucho!…
-¿Qué tenéis de familia? -Mis tristezas.
¿Vais a los cementerios? -Mucho…mucho…
-¿De vuestra vida actual tenéis testigos?
-Sí, mas no dejo que me impongan yugos;
yo les llamo a los muertos mis amigos;
y les llamo a los vivos mis verdugos.
-Me deja -agrega el médico- perplejo
vuestro mal, y no debo de acobardaros;
tomad hoy por receta este consejo:
«Sólo viendo a Garrik podréis curaros».
-¿A Garrik? -Sí, a Garrik…La más remisa,
y austera sociedad le busca ansiosa;
todo aquél que lo ve muere de risa;
¡tiene una gracia artística asombrosa!
-¿Y a mí me hará reír? -¡Ah! sí, os lo juro;
él sí; nada más él; mas…¿qué os inquieta?
-Así -dijo el enfermo-, no me curo:
¡yo soy Garrik!…Cambiadme la receta».
¡Cuántos hay, que, cansados de la vida,
enfermos de pesar, muertos de tedio,
hacen reír como el actor suicida,
sin encontrar para su mal remedio!
¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora!
¡Nadie en lo alegre de la risa fíe,
porque en los seres que el dolor devora
el alma llora cuando el rostro ríe!
Sí se muere la fé, sí huye la calma,
si sólo abrojos nuestra planta pisa,
lanza a la faz la tempestad del alma
un relámpago triste: la sonrisa.
El carnaval del mundo engaña tanto,
que la vida son breves mascaradas;
aquí aprendemos a reír con llanto,
y también a llorar con carcajadas.
Juan de Dios Peza (1852-1910)
La oruga
Una pequeña oruga caminaba un día en dirección al sol. Muy cerca del camino se encontraba un saltamontes.
– ¿Hacia donde te diriges? – le preguntó -.
Sin dejar de caminar, la oruga contestó: -Tuve un sueño anoche: soñé que desde la punta de la gran montaña yo miraba todo el valle. Me gustó lo que ví en mi sueño y he decidido realizarlo.
Sorprendido, el saltamontes dijo mientras su amigo se alejaba: – ¡Debes estar loco! ¿Cómo podrás llegar hasta aquel lugar? ¿Tú? ¿Una simple oruga? …. una piedra será una montaña, un pequeño charco un mar y cualquier tronco una barrera infranqueable…
Pero el gusanito ya estaba lejos y no lo escuchó, su diminuto cuerpo no dejó de moverse. De pronto se oyó la voz de un escarabajo: – ¿Hacia dónde te diriges con tanto empeño?
Sudando ya el gusanito, le dijo jadeante: – Tuve un sueño y deseo realizarlo, subir a esa montaña y desde ahí contemplar todo nuestro mundo.
El escarabajo no pudo soportar la risa, soltó la carcajada y luego dijo: – Ni yo, con patas tan grandes, intentaría realizar algo tan ambicioso.
Y se quedó en el suelo tumbado de la risa mientras la oruga continuó su camino, habiendo avanzado ya unos cuantos centímetros.
Del mismo modo la araña, el topo y la rana le aconsejaron a nuestro amigo desistir.
– ¡No lo lograrás jamás! Le dijeron, pero en su interior había un impulso que lo obligaba a seguir.
Ya agotado, sin fuerzas y a punto de morir, decidió parar a descansar y construir con su último esfuerzo un lugar donde pernoctar. – Estaré mejor.
Fue lo último que dijo y murió.
Todos los animales del valle fueron a mirar sus restos, ahí estaba el animal más loco del campo, había construido como su tumba un monumento a la insensatez, ahí estaba un duro refugio, digno de uno que murió por querer realizar un sueño irrealizable. Una mañana en la que el sol brillaba de una manera especial, todos los animales se congregaron en torno a aquello que se había convertido en una advertencia para los atrevidos. De pronto quedaron atónitos, aquella concha dura comenzó a quebrarse y con asombro vieron unos ojos y unas antenas que no podían ser las de la oruga que creían muerta, poco a poco, como para darles tiempo de reponerse del impacto, fueron saliendo las hermosas alas de mariposa de aquel impresionante ser que tenían en frente, el que realizaría su sueño, el sueño por el que había vivido, por el que había muerto y por el que había vuelto a vivir.
Todos se habían equivocado……Dios nos ha creado para conseguir un ideal, vivamos por él, intentemos alcanzarlo, pongamos la vida en ello y si nos damos cuenta que no podemos, quizá necesitemos hacer un alto en el camino y experimentar un cambio radical en nuestras vidas y entonces, con nuevos bríos y con la gracia de Dios, lo lograremos.
«El éxito en la vida no se mide por lo que has logrado, sino por los obstáculos que has tenido que enfrentar en el camino».
¿Mala suerte, quien sabe?
Una historia china habla de un anciano labrador que tenia un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día, el caballo escapo a las montañas. Cuando los vecinos del anciano labrador se acercaban para condolerse con el y lamentar su desgracia, el labrador replico: -«¿mala suerte? ¿buena suerte? quien sabe».
Una semana después, el caballo volvió de las montañas trayendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces los vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte. Este les respondió: -«¿buena suerte?, ¿mala suerte?..quien sabe».
Cuando el hijo del labrador intentaba domar uno de aquellos caballos salvajes, se cayó y rompió una pierna. Todo el pueblo considero esto como una desgracia, salvo el labrador, quien se limito a decir: – «¿mala suerte? ¿buena suerte? quien sabe»…
Semanas mas tarde el ejercito entro en el poblado y fueron reclutados todos los mozos en buena salud para ir a la guerra. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota no se lo llevaron. Había sido ¿mala suerte? ¿buena suerte? Quien sabe…
Todo lo que a primera vista parece un contratiempo puede ser un disfraz del bien. Y lo que parece bueno a primera vista, puede resultar dañino. Será postura sabia aceptar la realidad y pedir a Dios fortaleza para transformar las circunstancias, agradeciéndole aquellas que se conviertan en buenas.
¡Eh! tú…
¡Eh!, sonríe más no te escondas detrás de esa sonrisa…
Muestra aquello que eres, sin miedo.
Existen personas que sueñan con tu sonrisa, así como yo.
¡Vive! ¡Intenta!
La vida no pasa de una tentativa.
¡Eh! ¡Ama!
Ama por encima de todo, ama a todo y a todos.
¡No cierres los ojos a la suciedad del mundo, no ignores el hambre!
Olvida la bomba, pero antes haz algo para combatirla, aunque no te sientas capaz.
¡Busca!
Busca lo que hay de bueno en todo y todos.
No hagas de los defectos una distancia, y sí, una aproximación.
¡Acepta! La vida, las personas, haz de ellas tu razón de vivir.
¡Entiende!
Entiende a las personas que piensan diferente a ti, no las repruebes.
¡Eh! Mira…
Mira a tu espalda, cuantos amigos…
¿Ya hiciste a alguien feliz hoy?
¿O hiciste sufrir a alguien con tu egoísmo?
Eh! No corras…
¿Para que tanta prisa? Corre apenas dentro de ti.
Sueña! Pero no perjudiques a nadie y no transformes tu sueño en fuga.
¡Cree! ¡Espera!
Siempre habrá una salida, siempre brillará una estrella.
¡Llora! ¡Lucha!
Haz aquello que te gusta, siente lo que hay dentro de ti.
¡Eh! Oye…Escucha lo que las otras personas tienen que decir, es importante. Sube…
Haz de los obstáculos escalones para aquello que quieres alcanzar.
Mas no te olvides de aquellos que no consiguieron subir en la escalera de la vida.
¡Eh! ¡Descubre! Descubre aquello que es bueno dentro de ti.
Procure por encima de todo ser gente, yo también voy a intentar.
¡Eh! Tu… ahora ve en paz.
Yo preciso decirte que… TE ADORO, simplemente porque existes.
Charles Chaplin
Lo más importante que he hecho en mi vida
Cuando yo era director general de una gran empresa internacional, durante una charla ante un grupo de profesionales, me hicieron esta pregunta:
– » ¿Qué es lo más importante que ha hecho en su vida?»
En mi calidad de ingeniero industrial, sabía que los asistentes deseaban escuchar anécdotas sobre mi trabajo, entonces les respondí:
– «Lo más importante que he hecho en la vida, tuvo lugar hace dos años. Comencé el día jugando a una partida de golf con un amigo mío al que no había visto en mucho tiempo. Entre jugada y jugada me contó que su esposa y él acababan de tener un bebé.
Mientras jugábamos, llegó el padre de mi amigo, quien consternado, le dijo que al bebé se lo habían llevado de urgencia al Hospital. Al momento, mi amigo se subió al automovil de su padre y se marchó. Yo, por un momento, me quedé donde estaba, sin saber qué debía hacer. ¿Seguir a mi amigo al hospital?. Mi presencia allí, me dije, no iba a servir de nada, pues la criatura estaría al cuidado de médicos y enfermeras, y nada de lo que yo hiciera o dijera iba a cambiar las cosas. ¿Brindarle mi apoyo moral? Eso, quizás, pero tanto él como su esposa provenían de familias numerosas, y sin duda estarían rodeados de parientes, que les ofrecerían el apoyo necesario. Lo único que haría yo, sería estorbar. Así que decidí ir más tarde al hospital a visitar a mi amigo. Al poner en marcha mi coche, me percaté que mi amigo se había dejado el coche con las llaves puestas, estacionado junto a las canchas. Decidí entonces cerrar su coche e ir al hospital a entregarle las llaves. Como supuse, la sala de espera estaba llena de familiares. No tardó en presentarse un médico, que se acercó a la pareja, comunicándoles en voz baja que su bebé había fallecido. Los padres se abrazaron y lloraron, mientras todos los demás los rodeamos en medio del silencio y el dolor. Al verme mi amigo, se refugió en mis brazos y me dijo:»Gracias por estar aquí». Durante el resto de la mañana, permanecí sentado en la sala de urgencias del hospital, viendo a mi amigo y a su esposa sostener en brazos a su bebe y despedirse de él. «Esto es lo más importante que he hecho en mi vida», y aquella experiencia me dejó tres enseñanzas:
- Primera: lo más importante que he hecho en la vida, ocurrió cuando no había absolutamente nada que yo pudiera hacer. Nada de lo racional que aprendí en la universidad, ni en el ejercicio de mi profesión, me sirvió en tales circunstancias. A dos personas les sobrevino una desgracia y lo único que pude hacer fue acompañarlos y esperar. Pero estar allí, era lo principal.
- Segunda: aprendí que al aprender a pensar, casi me hizo olvidar el sentir.
- Tercera: aprendí que la vida puede cambiar en un instante.
¡¡¡¡¡¡¡Cuántas cosas hay que agradecer a Dios!!!!!!!
El Hada
Era una de esas tardes de noviembre tan gris que aunque eran las cuatro parecía que ya fuera de noche. Había llovido por la mañana y los árboles rezumaban humedad y las ramas, sin hojas, estaban cuajadas de gotas. Ese ambiente había impregnado también la Sala Infantil y todo parecía adormecido y apagado. En esto, Laura gritó: «¡Llega el Hada Leopoldina!» y los niños se incorporaron y la sala de se llenó de animación.
En la sala entró Doña Leopoldina García de Castro. Lo de Leopoldina había sido cosa de su padre y abuelo, que ante la imposibilidad de que naciera un hijo y la saga de los Leopoldos se perdiera, decidieron que la única hija y nieta se llamara así. Nunca fue Leo, ni Poldi, ni Dina, siempre fue Leopoldina.
Lo de Hada fue cosa de Laura que cuando la vió se lo dijo: «¡Eres como el hada de la peli de Cenicienta!» y efectivamente, doña Leopoldina se parecía. Era una señora de pelo blanco, bajita, rechoncha, con unos rizos que se le escapaban de la especie de castaña en la que se recogía el pelo y unos ojos muy alegres que miraban por encima de las gafas que siempre llevaba escurridas encima de la punta de la nariz. David, que era otro niño de la sala pensaba que, si existiera, podría ser una Mama Noel… pero claro, como sólo había Papá Noel….
¿Qué nos traes hoy? ¿Qué nos vas a contar? Dijeron los niños a coro.
«Hoy os voy a poner una película muy especial» dijo Leopoldina, mientras se dirigía al televisor. Introdujo la cinta y quitó el volumen.
¿Qué veis aquí? Preguntó: «Un enano» dijo Lucas. «Un hombre sin brazos» añadió María. «Un bufón de la corte» dijo David que había estudiado los cuadros de Velázquez….y los niños siguieron dando su opinión sobre la persona que se veía en la pantalla. Leopoldina les dejó hablar y finalmente dijo: «Os voy a presentar a Thomas Quasthoff«.
¿Quién es, dinos quien es?¿Qué le pasó? Por qué es así? Decían todos los niños al unísono.
-Nació así, sin brazos y sólo ha llegado a medir 1.34. Como tú de alto, Lucas- añadió Leopoldina señalando al niño. -Pero el también descubrió su don, el quería cantar. Y lo tuvo tan difícil como os podaís imaginar. En el colegio y más tarde, cuando quiso aprender a cantar, no le dejaron por que en Alemania, Thomas es alemán, para poder cantar hay que tocar un instrumento y claro como no tenía brazos…Y ¿qué creeis que hizo? Pues ¡tomó clases particulares!…por que dentro él sentía que podía ser un gran cantante, un gran artista y siguió y llegó el éxito, a pesar de los pesares, sin echarse para atrás…Le ha costado 15 años, pero ahí están los premios… y todos se maravillan que pueda tener esa voz.
Una vez le preguntaron ¿Qué preferiría Usted, ser normal sin esa voz o seguir como es? Y …¿Sabéis lo que dijo? Preguntó Leopoldina a los niños. Pues que prefería ser así y cantar.
En la sala sólo se escuchaba silencio y entonces Leopoldina puso el volumen.
La voz maravillosa, dulce y potente de Thomas Quasthoff, lo llenó todo. Al principio fueron unos lied de Schubert, alegres, llenos de esperanza y de fe en la vida y luego fue un aria de Fidelio…La figura de Thomas crecía y crecía a los ojos de los niños y su voz les abrazó a todos…y la sala se llenó de luz y los árboles parecían de plata.
Cuando más tarde llegaron los padres de Laura con la abuela Loliña, se asombraron de ver su alegría, su entusiasmo.»Ha venido el hada» les dijo excitada y contenta. Tanto fue así que su padre creyó que volvía la fiebre. Laura repetía «Ha venido el hada». Sólo la abuela Loliña, con su dulce acento gallego murmuró: «Creer no creo pero haberlas… haylas».
Nota. El 5 de marzo de 2005 Thomas Quasthoff cantó con Plácido Domingo en La Filarmónica de Berlín a beneficio de las víctimas del Tsunami.
Marta Escardó
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.
La memoria y los hilos de la vida
La memoria se teje día a día con los hilos de los recuerdos buenos y malos hasta conformar el largo vestido de la vida… pero como los hilos, arrastrados por el viento o que se deshilachan cuando menos lo esperas, la memoria, los recuerdos, también se pueden ir perdiendo. Y la vida no acaba ahí. Mucho menos si la gente de tu alrededor te apoya.
Este es el mensaje que se desprende las páginas ilustradas de ‘Hilos de colores’ (Legua Editorial), un cuento poético que narra la historia de una abuela que va tejiendo un largo vestido con los hilos de sus recuerdos, vestido al que un buen día le empiezan a aparecer unos agujeros que responden al nombre de Alzheimer. Antes de que esos vacíos terminen por destrozar su prenda de recuerdos, regala un libro con su historia a su nieta.
La historia viene acompañada de ilustraciones coloridas y metáforas que, a primera vista, podrían aparentar que el libro está dirigido únicamente para un público juvenil, pero pronto se ve que esto es un error. «Aunque éste es el público objetivo, la idea del libro es para un público más amplio, ya que es un homenaje a todos aquellos que cuidan de personas con Alzheimer, así como para los propios enfermos», relata la autora e ilustradora Elena Ferrándiz a elmundo.es.
Sin embargo, que la nieta sea una niña pizpireta puede ser reflejo para muchos niños que se encuentran ante familiares con Alzheimer. «Vivimos en una sociedad superficial donde la enfermedad y la vejez se tratan como si no existiesen», afirma la autora. «Y cuando eres un niño esta situación se complica, porque el Alzheimer sigue siendo todavía una enfermedad desconocida para la sociedad en general, muy difícil de explicar, y más difícil de entender y afrontar cuando más joven eres, por eso este libro puede ser una buena base para dar a conocer esta situación», comenta.
Tanto, que al sugerir la idea de este proyecto que le ha llevado a la autora más de tres años, la Fundación Alzheimer España se ilusionó con el proyecto y, ahora, parte del beneficio de este libro va a esta fundación. «Yo no tengo ningún familiar que esté pasando por esta situación, pero me afecta como a cualquier persona sensible ante lo que puede significar ir perdiendo tus recuerdos, tu vida», comenta Ferrándiz.
Pero ante todo, ‘Hilos de colores’ no es ningún libro triste o melancólico. «Este libro incide en el mensaje positivo. El Alzheimer es una enfermedad durísima para quien la padece y sus familiares y cuidadores, pero aquí se subraya la parte positiva de los sentimientos. La memoria puede ser tan frágil como un hilo que se deshilacha, pero son los sentimientos los que perduran y no se olvidan. De ahí este homenaje en forma de libro que pretende dignificar la figura de los que cuidan a pacientes con Alzheimer y les hace una vida mucho más completa», señala Ferrándiz.