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Convulsiones

Definición

Es un cambio súbito en el comportamiento provocado por una excesiva actividad eléctrica en el cerebro.

Dependiendo de la parte del cerebro afectada, existe una gran variedad de síntomas en una convulsión. Muchos tipos de convulsión ocasionan desmayos con movimientos espasmódicos o temblor del cuerpo. Otros consisten en episodios de mirada fija que pueden pasar inadvertidos. Otros pueden causar sensaciones anormales temporales o molestias visuales.

Clasificación

  • «simples» (no cambia el nivel de conciencia)
  • «complejos» (cambia el nivel de conciencia).
  • «generalizados» (afecta todo el cuerpo)
  • «focales» (afecta solo una parte o un lado del cuerpo).

La epilepsia es una enfermedad crónica con convulsiones recurrentes. Algunos tipos de epilepsia son hereditarios.

Causas

Cualquier causa externa que produzca una excesiva actividad eléctrica en el cerebro.

También, cualquier condición médica que irrite las células cerebrales. Las condiciones médicas que comúnmente provocan convulsiones son:

  • Hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en sangre)
  • Consumo de drogas (especialmente cocaína o estimulantes)
  • Fiebre alta (convulciones febriles en niños)
  • Abstinencia de alcohol

La mayoría de las convulsiones son auto-limitadas y se detienen a sí mismas después de varios períodos de tiempo. Sin embargo, la víctima puede lastimarse; aspirar algún alimento, líquido o vómito; o no recibir suficiente oxígeno

Primeros auxilios en caso de ataques

  • Durante una convulsión es importante proteger a la víctima para que no se lastime.
  • Se debe volver hacía un lado la cabeza de la víctima por si se presentan vómitos.
    • Después de una convulsión, la mayoría de las víctimas cae en un sueño profundo. No se debe evitar que se duerman. Es posible que al despertar continúen desorientadas por cierto tiempo.
    • Se debe permanecer con la víctima hasta que se recupere o hasta que llegue ayuda médica profesional.
    • Es importante evaluar el pulso, ritmo respiratorio, presión sanguínea.
  • NO SE DEBE intentar refrenar a la víctima de las convulsiones
  • NO SE DEBE colocar nada entre los dientes de la víctima durante el episodio (como los dedos)
  • NO SE DEBE mover a la víctima, a menos que esté en peligro o cerca de algo peligroso
  • NO SE DEBE tratar de detener las convulsiones de la víctima; la persona no puede controlarse durante un ataque y no se da cuenta de lo que está pasando.
  • NO SE DEBE administrar nada por vía oral a la víctima hasta que hayan cesado las convulsiones y ésta se encuentre totalmente consciente y alerta

Algunos pacientes que padecen de epilepsia, se les puede implantar un estimulante del nervio vago en el pecho, a las cuales se les puede detener las convulsiones activando este dispositivo. Otros pacientes se les puede administrar medicamento vía rectal durante la convulsión. No se debe administrar nada por la boca, ni siquiera medicamentos.

Se debe llamar al médico si

  • Se debe informar al médico sobre cualquier tipo de convulsión (incluso si es leve). Las personas afectadas por epilepsia o convulsiones recurrentes deben visitar al médico para que ajuste el medicamento o dé otras instrucciones.
  • Si es la primera vez que presenta una convulsión o si se presenta un nuevo tipo de convulsión, se debe llevar al paciente al médico de inmediato, ya que estos síntomas pueden ser indicativos de una condición mortal, como accidente cerebrovascular o meningitis.

Prevención

No existe una manera específica de prevenir los ataques. De ser necesario, se recomienda utilizar un casco para prevenir una lesión, lo que disminuirá las posibilidades de una lesión al cerebro y de ataques subsecuentes.

Se deben evitar las drogas recreativas.

Las personas con epilepsia deben tomar la medicación como indicó el médico y evitar tomar cantidades excesivas de alcohol.

Lo que puede esperar del médico

El médico hace un examen físico y realiza preguntas que lo ayudan a saber la causa de la convulsión. A continuación, el médico le hará algunas de las preguntas tipo:

  • ¿Ocurrió o comenzó en un lado del cuerpo?
  • ¿Presentó movimiento muscular y si fue así, cuál fue el patrón?
  • ¿Existen factores de riesgo (como una reciente lesión en la cabeza)?
  • ¿Se mantuvo consciente durante la convulsión?
  • ¿Cuánto tiempo duró el ataque de convulsión?
  • ¿Cuál es la frecuencia con que se presentan los ataques convulsiones?
  • ¿Existe alguna señal de advertencia del ataque?
  • ¿Presentó algún otro síntoma (cambios visuales, olores anormales)?

Exámenes de diagnóstico

  • TC de la cabeza o IRM de la cabeza
  • EEG
  • Punción lumbar
  • Pruebas sanguíneas

Con frecuencia se prescriben medicamentos los cuales deben tomarse siguiendo con gran precisión las instrucciones del médico. Los miembros de la familia deben observar y llevar un diario de todos los ataques para así obtener el tratamiento adecuado.

Las personas con convulsiones no controladas no deben conducir. Cada estado tiene una ley distinta que determina a cuáles pacientes se les permite conducir. Las personas que sufren de convulsiones tampoco deben nadar ni montar en bicicleta sin compañía.

Dieta cetogénica

Ciertos niños que tienen problemas con los medicamentos, o cuyas crisis convulsivas no se están controlando bien, pueden ser puestos a una dieta especial denominada dieta cetogénica.

¿Qué es una dieta cetogénica?

La dieta cetogénica se ofrece a veces a aquellos niños que continúan teniendo crisis convulsivas mientras están tomando medicamentos para éstas. Cuando los medicamentos no funcionan, puede considerarse una dieta cetogénica. Nadie sabe exactamente cómo funciona la dieta, pero algunos niños superan las crisis convulsivas cuando se les pone a esta dieta. Sin embargo, la dieta no funciona para todo el mundo.

¿En qué consiste la dieta?

La dieta cetogénica es muy alta en grasa (alrededor del 90 por ciento de las calorías vienen de la grasa). La proteína se administra en cantidades que ayudan a fomentar el crecimiento. Se incluye una cantidad muy pequeña de carbohidratos en la dieta. Esta dieta muy alta en grasas y baja en carbohidratos provoca que el cuerpo produzca cetonas. El cuerpo produce las cetonas de las proteínas. Están hechas para suministrar energía cuando el cuerpo no consigue suficientes carbohidratos para obtener energía. Si su hijo come demasiados carbohidratos, entonces su cuerpo no puede fabricar cetonas. La presencia de cetonas es importante para el éxito de la dieta.

Bibliografía

  • Goetz, CG. Textbook of Clinical Neurology. 2nd ed. St. Louis, MO: WB Saunders; 2003.
  • Marx J. Rosen’s Emergency Medicine: Concepts and Clinical Practice. 5th ed. St. Louis, Mo: Mosby; 2002.
  • Hirtz D, Ashwal S, Berg A, et al. Practice parameter: Evaluating a first nonfebrile seizure in children: Report of the Quality Standards Subcommittee of the American Academy of Neurology, the Child Neurology Society, and the American Epilepsy Society. Neurology. 2000.
  • Pediatria, E. Casado de Frías, A. Nogales Espert. Harcourt Brace (Madrid, 1997)

Enlaces

Esperanza en la Investigación

Pocas experiencias se comparan con el drama de una crisis convulsiva. Una persona que está sufriendo una convulsión puede gritar, caerse al suelo inconsciente, sacudirse o moverse en forma incontrolable, babear y hasta perder el control de la vejiga. A los pocos minutos, el ataque ha pasado y la persona recupera el conocimiento, pero se siente agotada y aturdida. Esta es la imagen que muchas personas evocan cuando escuchan la palabra epilepsia. Sin embargo, este tipo de crisis, que es la convulsión tónico-clónica generalizada, es solo un tipo de epilepsia. Hay muchos otros tipos de epilepsia, cada uno acompañado de un conjunto diferente de síntomas.

La epilepsia fue uno de los primeros trastornos del cerebro en ser descritos. Ya era mencionada en la antigua Babilonia hace más de 3.000 años atrás. El extraño comportamiento causado por algunos tipos de convulsiones ha generado a través de la historia muchas supersticiones y prejuicios. La palabra epilepsia se deriva del término griego que quiere decir «ataque». La gente alguna vez llegó a pensar que aquellas personas con epilepsia estaban siendo visitadas por demonios o dioses. Sin embargo, en el año 400 a.C., Hipócrates, un médico de la época antigua, indicó que la epilepsia era un trastorno del cerebro y, ahora sabemos, que él estaba en lo correcto.

Durante una crisis epiléptica, las neuronas pueden emitir señales hasta 500 veces por segundo, lo cual es mucho más rápido que la tasa normal. En ciertas personas, esto solo ocurre ocasionalmente, pero en otras, puede ocurrir hasta cientos de veces en un día.

Las convulsiones se pueden controlar con medicinas y técnicas quirúrgicas modernas en cerca del 80 por ciento de aquellas personas diagnosticadas con epilepsia. Sin embargo, aproximadamente un 20 por ciento de personas con epilepsia seguirán teniendo convulsiones, a pesar de contar con el mejor tratamiento disponible. Los médicos llaman a esta situación epilepsia resistente al tratamiento.

Tener una convulsión no quiere decir necesariamente que la persona tiene epilepsia. Solamente cuando una persona ha tenido dos o más convulsiones es que se considera puede tener epilepsia.

La epilepsia no es contagiosa y no es causada por enfermedad mental o retardo mental. Algunas personas con retardo mental pueden experimentar convulsiones, pero las convulsiones no significan necesariamente que la persona ha sufrido o va a sufrir un deterioro mental. Muchas personas con epilepsia tienen inteligencia normal o por encima de lo normal. Entre las personas famosas que se sabe o que se ha rumorado tenían epilepsia se encuentran el escritor ruso Dostoievski, el filósofo Sócrates, el general de ejército Napoleón y el inventor de la dinamita, Alfred Nobel, quien estableció la existencia del Premio Nobel.

Muchos medallistas olímpicos y otros atletas también han tenido epilepsia. Las crisis epilépticas causan a veces daño cerebral, especialmente si son graves. Sin embargo, la mayoría de ellas no parecen tener un efecto perjudicial sobre el cerebro. Los cambios que se pueden presentar son generalmente imperceptibles y, a veces, no está claro, si esos cambios son debidos a las crisis mismas o al problema subyacente que las causó.

Aunque la epilepsia no tiene cura en la actualidad, la enfermedad finalmente desaparece en algunas personas. Un estudio descubrió que niños con epilepsia idiopática o epilepsia de causa desconocida, tenían entre un 68 y un 92 por ciento de posibilidades de no sufrir convulsiones 20 años después de haber sido diagnosticados.

Las probabilidades de quedar libre de crisis epilépticas no son tan buenas para los adultos o para los niños con síndromes epilépticos graves, pero, no obstante, es posible que las crisis epilépticas puedan disminuir o hasta detenerse con el tiempo. Esto es más probable que ocurra si la epilepsia ha sido bien controlada con medicamentos o si la persona ha tenido cirugía para tratar la epilepsia.

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