Ventajas de cenar en familia
A través del proyecto Erasmus + «Todos a la mesa» hemos podido estructurar las ventajas de cocinar y cenar en familia en cuatro grandes apartados
- Por cultura y satisfacción personal
Tan pronto como el niño comienza a hablar, sincroniza sus miradas y sus palabras con las miradas y las palabras de los padres. Pero todavía hay que observar la representación teatral de su comportamiento. Se puede afirmar que cuando un niño juega a las comiditas comienza a participar en la cultura humana. Esa imitación revela que al niño le gusta habitar el mundo del otro.
Según investigadores, los niños que comen regularmente en familia tienen mejores habilidades sociales y mejor aptitud física. Las comidas familiares proporcionan muchos beneficios en cuanto a salud física y mental.
Así lo señaló un estudio canadiense a largo plazo.Según investigadores de la Universidad de Montreal, los niños que comen regularmente en familia tienen mejores habilidades sociales, menos problemas emocionales y mejores aptitudes físicas.
Explicó Linda Pagani, autora del estudio y profesora de psicoeducación en la Universidad de Montreal, que el tener a los padres en las comidas, le brinda a los niños pequeños una interacción social de primera mano. También, conversaciones sobre temas sociales y sobre temas cotidianos.
Los niños al estar en la mesa con la familia aprenden interacciones prosociales en un ambiente familiar y emocionalmente seguro. Con esto, los niños experimentan formas positivas de comunicación; y es probable que ayude al niño a utilizar mejores habilidades para comunicarse con las personas ajenas a su círculo familiar.
En la investigación se utilizaron datos del Estudio Longitudinal sobre Desarrollo infantil de Quebec. En él se siguieron a niños a partir de los 5 meses de edad nacidos en los años 1997 y 1998 y los padres reportaron sobre las comidas familiares cuando tenían 6 y 10 años de edad. Los padres, maestros y los mismos niños dieron información sobre sus hábitos en su estilo de vida y su bienestar.
Comparado con los niños que no tenían comidas familiares, los que si las tenían presentaban: niveles más altos en aptitud física, menos problemas emocionales, un consumo bajo de refrescos y mayores habilidades sociales.
2. Por la salud:
a.Un buen desayuno está asociado con mejores notas en la escuela, mayor atención y mejor participación en clase
b.Los niños que regularmente se saltan una comida y restringen su ingesta de calorías: es más probable que estén adormilados en clase y presten poca atención
c.Los niños con sobrepeso tienen más ausencias escolares lo cual afecta a su éxito académico
d.Los niños obesos tiene peor calidad de vida que puede incluir acoso escolar y discriminación
Based on information in “School Wellness: How-to Manual” and associated materials (Cattleman’s Beef Board and National Cattleman’s Association, 2006)www.beefnutrition.org/matehealthyschoolnutrition.aspx (#9 Level III)
Los padres juegan un papel fundamental en el desarrollo de las preferencias alimentarias de sus hijos y sobre el total de su ingesta de calorías, al ejercer un control excesivo sobre qué y cuanto comen los niños, pueden contribuir al sobrepeso infantil. Dianne Neumark-Sztainer, M.P.H., R.D. (2004) Are family meal patterns associated with disordered eating behaviors among adolescents? Farrow, C.V. y Blissett, J. (2005). obesigenic feeding practices at 1 year? Obesity Research, 13, 1999-200
3)Por la economía familiar:
Según los datos del Instituto Nacional de Estadistica de España el gasto medio de las familias en alimentación supone un 15% del presupuesto total. Al cocinar y cenar juntos disminuye el gasto en la muy frecuente compra de comida preparada tipo hamburguesas/ pizzas/patatas fritas…
4)Por el medio ambiente:
“La alimentación es la causa, victima y solución del cambio climático” explica Paolo di Croce. Cocinar solo con ingredientes locales, comer menos carne, mas fruta y verdura y procurar no generar residuos plásticos, mejoraría el medio ambiente.
Según la FAO alrededor de un tercio de los alimentos producidos cada año en el mundo, unos 1.300 millones de toneladas, se pierden o desperdician. Mientras que 821 millones de personas están desnutridas en los países del tercer mundo y en el primer mundo un 21% de la población tiene sobrepeso. Hay mucho margen para mejorar estas cifras con un consumo responsable.