Verónica, mamá de Lucía
Soy Verónica la mamá de Lucia, como quedamos os remito una carta con mi vivencia:
LUCIA, pequeña, frágil, adorable,…., como cualquier bebé. Que alegría tenerla en mis brazos, ¡tan hermosa!. Para mí, su madre, lo más grande del mundo.
Soy la mamá de Lucia y de Blanca mi hija mayor, y sí, tengo dos hijas maravillosas y llenas de vida que es lo más importante.
Blanca es una niña de cinco años, amable, cariñosa, muy responsable, con mucha energía y con la mente muy abierta. Son solo cinco adjetivos, los cinco que he seleccionado porque ella es tan buena, que me quedo corta si solo la defino así.
Lucia es mi otra hija de dos años recién cumplidos, y ella es un tormento, es nuestro ángel particular.
Blanca es la reina de la casa y cuando nació Lucia la princesa, empezó nuestro cuento…
Lucía nació de madrugada y estábamos solos, Sergio, mi marido y yo. Era tan bonita, tan frágil, … que alegría. Los primeros dos meses todo transcurrió con normalidad, mi pequeña crecía correctamente y era una niña muy buena. Pero comencé a observar que la niña tenía un movimiento en los ojos un poco raro, no conseguía mantenerlos quietos (nistagmus), y fuimos a la pediatra. Enseguida empezaron a saltar las alarmas, parecía que la niña no veía.
Todos los profesionales comenzaron a correr y pasamos tres meses de médico en médico y de prueba en prueba y si se confirmó, Lucia padece una enfermedad retiniana que la impide la visión. Los comienzos fueron horribles, mi hija no veía. Se nos cayó el mundo encima, y parece una expresión cotidiana pero realmente yo lo sentí.
Una fuerza extraordinaria, y el apoyo de todos los que me rodearon me fueron mostrando el camino. La fuerza que me empuja y me dirige día a día es la de mi ángel. Mi pequeña se ha convertido en el eje de nuestras vidas, junto a un equipo de profesionales maravillosos, a los cuales adoro, que se empeñan día a día en que seamos FELICES, y disfrutemos de nuestra hija.
Cuando empiezas esta carrera solo piensas en los obstáculos, además te los van marcando y muchos se encargan de decirte donde van a estar todos y cada uno de ellos: “la costará mantener erguida la cabeza”, “no gateará o tardará mucho en hacerlo”, andar… parecía como algo a largo plazo y siempre rodeado de interrogantes, por el miedo… Bueno no quiero recordar tantas y tantas cosas que me han contado.
Pero ninguno conocía a Lucia, ella comenzó a saltar obstáculos como una campeona, no entiendo porqué, pero jamás dejó de sostener su cabeza correctamente, rastreó, gateó, y con tan solo once meses comenzó a andar, y a los pocos días se soltaba y las distancias cortas se las recorría ella sola, con apenas dos años está aprendiendo a nadar y ya se maneja sola en el agua con un churro.
Lucia es una niña luchadora, valiente, tantas cosas es Lucia, pero la más importante es que Lucia es una niña FELIZ, sonriente, cariñosa, y con un don muy muy especial. Yo soy su mamá y para mi es especial, pero se que Lucia es una niña con un don especial, y lo sé porque marca a todas las personas que la conocen, y con las que convive, siempre tiene un hueco en su pequeña cabecita para recordar esa voz, esas manos o ese olor personal de cada uno, que nos hace diferentes unos de otros. Y ella con tan solo dos añitos reconoce a tantas personas que la rodean, que a su padre y a mi nos deja con la boca abierta, además tiene una capacidad de trabajo espeluznante, nunca se cansa.
Desde que comencé esta andadura como ya he dicho, he contado con un equipo humano importantísimo, desde su pediatra Marta en Las Navas del Marqués, nuestra enfermera Paula, su oftalmólogo el Dr. Hakim, su estimulador Chus Mari, su profesora de la Once Lola, … toda nuestra familia, y amigos que día a día nos han ayudado a superar todos los obstáculos con los que nos hemos ido encontrando y que se van a seguir haciéndolo.
No quería escribir mucho, ni que pareciese muy denso, solo quiero hacer llegar a todas esas madres que luchamos día a día contra estos problemas tan gordos, mi alegría, mi optimismo, mi fuerza y sobre todo recordar que no siempre se cumple todo lo que nos cuentan, muchas cosas si, pero hay muchas que se pueden modificar, con ilusión, con trabajo, y sobre todo con esperanza.
Lucía es un ejemplo para todos nosotros y como Lucia hay muchos niños que luchan día a día por sus posibilidades. Su estimulador siempre dice ¿por qué no va a poder hacerlo? ¿quién lo dice?, ya sabemos lo que no puede hacer, pero hay tantas cosas que si que puede que vamos a olvidar lo que no podemos y vamos a centrarnos y ayudarla a hacer todo lo que si que puede.
Y así día a día Lucia es una niña FELIZ, muy FELIZ, y lo pongo con mayúsculas porque sé que lo es y espero que mi pequeño ángel me acompañe y me sigua dando fuerzas para seguir saltando obstáculos que sé que los vamos a encontrar.
Un beso muy fuerte y un abrazo a todas esas madres que luchamos día a día por hacer felices a nuestros hijos y por procurarles lo mejor.
VERONICA BERNALDO DE QUIROS GUADAÑO