Una madre nos escribe preocupada por el grado de desobediencia de su hija de 13 años
En primer lugar aconsejarle paciencia y determinación. Ya sabe que la adolescencia es una edad difícil para las jóvenes y para la familia. Si la convivencia es imposible, entonces necesitan ayuda extra familiar. Una psicóloga que venga a casa y estudie el conjunto de la situación y lo que entre todos y cada uno deben hacer para mejorar la convivencia familiar.
En segundo lugar la autoridad de padres y maestros, para que pueda ser ejercida, antes debe ser ganada. Es decir, debe merecerse. Y aunque parezca imposible hoy día, no todos los padres ni todos los maestros merecen autoridad porque no todos tratan con el amor y respeto debido a sus hijos y alumnos. Ni tampoco todas las normas son justas. Debes preguntar a tu hija: ¿quieres ser feliz en casa? ¿quieres que seamos una familia feliz? ¿quieres que entre todos lo intentemos?
Durante la adolescencia la exigencia de obediencia por parte de los padres debe ser aún más ponderada para procurar que la norma se cumpla. Es decir los padres deben ganar autoridad para que su hija adolescente cumpla la norma que debe ser justa y actualizada. No es justo hoy pedir a los adolescentes que no oigan música jamás, que no lleven nunca zapatillas de deporte o que no vistan vaqueros. Sí se les puede pedir razonablemente que no oigan música mientras se almuerza en familia y que no calcen deportivas o vistan vaqueros el día de la boda de su hermana…
Cómo podemos fomentar la obediencia o “ganas de agradar” en los adolescentes. Pues en primer lugar dando ejemplo, los padres también debemos agradar las peticiones razonables de sus hijos y por supuesto debemos cumplir las promesas ofrecidas.
También agradeciendo efusivamente el cumplimiento de las normas. Mas efusión cuanto más difícil puede resultar el cumplimiento, por ejemplo llegar a la hora convenida si la fiesta estaba en el mejor momento.
También comentando el buen ejemplo de algunos protagonistas en series, historias y películas que están ofreciendo en televisión las que sirvan de estímulo o crítica.
Y por supuesto ofreciendo un premio tras la rapidez del comportamiento obediente. Los premios suelen ser muy estimulantes si efectivamente son premios¡¡¡.
¿Y tú que opinas?