Una madre nos escribe preocupada por lo que ella misma cree que son simples sospechas de que su hijo sufre en la escuela acoso
Pero una sospecha escolar no debe inducirte a tener dudas sobre la capacidad de tu hijo de defenderse. En primer lugar, el rendimiento escolar puede bajar por muchos factores: por acoso, por depresión, por problemas con amigos, por aburrimiento en clase, porque su hijo tenga altas capacidades…y podríamos seguir enumerando.
Lo más eficaz en la familia es la comunicación. No le preguntes directamente ¿te pasa algo? ¿tienes algún problema?…es más útil preguntar en forma indirecta ¿Qué es lo mejor que te ha pasado hoy en el cole? y ¿lo peor del día?… Si acaso siguiera silencioso, cuéntale tú lo mejor de tu día y lo peor.
Tu confianza en las posibilidades de tu hijo es fundamental para su autoestima y para su nivel de inteligencia. Debes leer sobre el «efecto Pigmalión» en nuestra web https://fundacionbelen.org/base-datos/efecto-pigmalion/
Además según los últimos descubrimientos en neurología la inteligencia es plástica, quiere decir que no tenemos el mismo coeficiente durante toda la vida: depende de lo que hacemos. HACER es el verbo del aprendizaje, puedes leer más sobre este tema en la web de la Fundación Belén https://fundacionbelen.org/base-datos/plasticidad-cerebro/ Y tu puedes HACER muchas cosas con tu hijo a la vuelta del colegio: pintar, leer, bailar, hacer gimnasia, montar en bicicleta, hacer música, estudiar idiomas…Todo lo que hagáis juntos, reforzará su nivel de inteligencia, su autoestima y su alegría.
¿Y tú que opinas?
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