Edición de Nuevos Cuentos de la Colección Héroes Sin Límites
Nuestra fundación desde 1996 ofrece información y formación gratuitas a familias con hijos con problemas. Una de las mayores preocupaciones de las madres, y que nos hacen llegar pidiendo con urgencia que actuemos, es la integración escolar del niño que es diferente. Desde esta perspectiva la Fundación Belén tiene una línea de trabajo desde 1998 titulada “Apreciar la diferencia”. De esto trata esta colección de cuentos, de intentar modificar la percepción social hacia la discapacidad, hacia toda forma de diferencia, empezando por los niños.
Esta colección está dedicada a los niños y niñas que comienzan a leer. Que empiezan a aprehender. Con hache intercalada. Es decir está dedicada a esa edad en que se comienza a agarrar con fuerza los conceptos y las ideas. Existen numerosos escritos de gente muy experta hablando de los beneficios que tienen los cuentos, no sólo en la educación del niño, sino en la comprensión e interpretación de la vida. La mayor ventaja educativa, sin duda ninguna, es la capacidad que tiene un cuento de transmitir valores.
Como novedad en “Héroes sin límites” todos los protagonistas son niños y niñas con capacidades diferentes. Un niño es ciego, otro es síndrome de Down… ¿Qué nos pueden enseñar estos protagonistas que, en nuestra vida diaria, son tan poco protagonistas? Enseñan en primer lugar: Coraje¡ un coraje sin límites. Enseñan paciencia, kilos de paciencia por cada día vivido. Enseñan humildad: tienen que tragarse muchas malas miradas, muchos comentarios injustos, tantos, que estos niños con pocos años se convierten en sabios ancianos. ¿Mas enseñanzas de nuestros protagonistas?, mas, ¡muchas mas¡. Estos protagonistas de nuestros cuentos tienen grandes dosis de tenacidad, de capacidad de ensimismamiento y de confianza en ellos mismos…Son todas virtudes que no están de moda. ¡Pero que digo virtudes, si la misma palabra está en desuso¡. Traduzcamos el término a uso actual y hablemos de “valores”. Es una digna palabra.
Valor – además – es una muy buena palabra en español porque en su primera y más habitual acepción se refiere al “coraje”, a la capacidad para hacer frente al miedo. No al precio. Y ya hemos dicho que el coraje es la primera gran lección de nuestros protagonistas diferentes. Y sin valor, sin coraje, nada valioso se puede conseguir en la vida.
Nuestros protagonistas son capaces de convertirse en héroes no por una pócima mágica, sino por su capacidad de hacer frente a la vida en su única y personalísima circunstancia, como pedía Ortega.
Todos los cuentos tienen un argumento lógico que une las distintas partes, presentación del personaje, nudo y solución, de forma que son fáciles de recordar. Y todos los cuentos conforman una misma visión de la diferencia, de forma que a través de la repetición de estas pequeñas historias, es posible que la memoria del niño, y de la profesora o de la madre que lee y acompaña, almacene precisamente ese hilo argumental porque es el pegamento de todos esos elementos, y por tanto la forma más sencilla de tener acceso a la moraleja. Y es precisamente la moraleja el mejor resumen de un cuento, y por tanto lo que mejor retenemos del mismo.