Con 15 años adicto
Nos escribe una madre desesperada porque su hijo de 15 años ya es adicto a los porros y quizá algo más
Gracias por escribir a la Fundación Belén y contarnos el problema de conducta de su hijo adolescente.
La adolescencia es un periodo comprometido y difícil en la vida de los chicos y de la familia. Su mal comportamiento, su rebeldía o su apatía es muchas veces una muy mala forma de decir: socorro, ayúdame¡
Pero ojo, el tema de la drogadicción es tema aparte: es una enfermedad grave, contraída voluntariamente y que para salir de ella NECESITA su hijo QUERER salir de ella.
Sin esta condición, sin su deseo de SALIR es imposible salir.
Le recomiendo ponerse en contacto con la Fundación Proyecto Hombre Su hijo no debería estar en la calle todo el día, sin hacer nada, póngase en contacto con su parroquia y pregunte por cursos o campamentos.
Pero además la Fundación Belén propone a las madres, como apoyo emocional, iniciar una nueva fórmula de comunicación gestual afectiva.
Empezar la primera semana dándole a tu hijo diariamente un abrazo sorpresivo por la espalda en silencio, cuando no se lo espere, rápido e intenso.
La segunda semana dale dos abrazos, mañana y tarde. Siempre sorpresivo y en silencio.
La tercera semana decirle al tiempo una frase cariñosa: «cuanto te quiero¡», «que bien te sienta esta camiseta», «que alegría verte¡¡¡»…
La cuarta semana pedirle además su parecer al tiempo del abrazo: ¿qué te apetece cenar hoy? ¿quieres que veamos juntas el partido?
Es muy importante que tu hijo perciba todo lo mucho que le quieres y lo mucho que te importan sus acciones, ideas y opiniones. Tu hijo necesita tu admiración para crecer en su autoestima. Y necesita pasarlo bien contigo, hacer excursiones juntos, cenar a diario juntos con la televisión apagada, y si puede ser habiendo cocinado juntas los alimentos, mucho mejor. Tu hijo también necesita divertirse contigo para salir del aislamiento artificial y de la rebeldía en que se ha envuelto. Decían los clásicos griegos: «quiéreme cuando menos lo merezco, porque es cuando más lo necesito» y la moderna psicología abunda en esta idea: el amor todo lo cura, el amor es la mejor medicina familiar.